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Los procedimientos de enfermería

adriana BogadoDocumentos de Investigación1 de Febrero de 2017

6.362 Palabras (26 Páginas)279 Visitas

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Cátedra:

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Alumnas:

  • Bogado Adriana.
  • De Mora Pamela.
  • Fortunato Mabel,
  • Márquez Estela.

Escuela de Enfermería Sede San Vicente.

Índice.

  • Introducción……………………………………………………………………………..4
  • Urgencias de Salud que requieren resolución quirúrgica en niños y adolescentes…..….5
  • Apendicitis……………………………………………………………………………..12
  • Educación para el alta…………………………………………………………………..21
  • Incisión Mc. Burney…………………………………...……………………………….22
  • Proceso de atención de Enfermería…………………………………………………….22
  • Conclusión……………………………………………………………………………...26
  • Bibliografía……………………………………………………………………………..27

Introducción

Los procedimientos de enfermería constituyen uno de los pilares básicos que determinan el compromiso del desarrollo de los cuidados y de las distintas formas del difícil arte de cuidar.

Es por ello que cuando se menciona urgencias pediátricas quirúrgicas abarca un amplio campo en cuanto al desarrollo de los diferentes tipos de cuidar. Hablamos de niños y adolescentes, sus padres, el problema de salud que los condujo hasta el hospital.

Son muchos los cambios que tanto niños y familiares deben enfrentar; es por ello que, enfermería esá ahí para ofrecer y reconocer ampliamente dada la necesidad de cuidado y lograr la adaptación del sujeto y su familia al ámbito hospitalario, informando, acompañando, educando y conteniendo con un amplio bagaje de conocimiento, y porque no experiencias.

Los siguientes temas hacen referencia a las patologías quirúrgicas urgentes más frecuentes en la infancia y la adolescencia.


“Urgencias de salud que requieren resolución quirúrgica en niños y adolescentes”

Dolor Abdominal. Abdomen Agudo.

El término “abdomen agudo” se utiliza para describir una enfermedad caracterizada por dolor abdominal de etiología desconocida y de instalación brusca que, dejada a su evolución sin tratamiento, podría conducir a la muerte del niño.

 Clínica Dolor abdominal:

Reflejado en los lactantes y niños menores por signos indirectos, como el llanto, la posición que el niño adopta y los antecedentes previos. En niños mayores ya es posible precisar ubicación, el punto de mayor intensidad, si el dolor es continuo o cólico y el tiempo transcurrido desde el comienzo.

  • Vómito: Debe averiguarse sobre sus características: si es alimenticio, bilioso, de retención o hemático (un vómito bilioso en un recién nacido orientará hacia una obstrucción intestinal), la frecuencia, si son postprandiales precoces o tardíos, o relacionados con algún evento o situación. El vómito que se va haciendo continuo, persistente, bilioso, obedece probablemente a una causa orgánica. El vómito que precede al dolor abdominal, suele no corresponder a una patología quirúrgica.
  • Signos como la alteración de las deposiciones, hemorragia, meteorismo, estreñimiento, y los signos y síntomas generales (fiebre, taquicardia, afectación del estado general, lengua saburral, halitosis, deshidratación, y los cambios de coloración de la piel e hidratación de las mucosas, deben ser evaluados y considerados en el contexto de los diagnósticos diferenciales.

Exploración

La mayoría de los niños pequeños pueden ser examinados mejor en el regazo de su madre que en una camilla, y siempre con el niño relajado. En el abdomen, con la inspección, palpación y percusión suave, descubriremos masas intraabdominales; inflamaciones o masas a nivelinguino escrotal, localizaremos la zona dolorosa, comprobaremos la existencia de signos de irritación peritoneal: postura en flexión hacia su lado derecho, no querer moverse o quedarse tumbado, piernas encogidas, respiración superficial. La exploración abdominal en recién nacidos y lactantes pequeños merece una consideración especial, ya que se puede estar en presencia de una peritonitis difusa sin encontrar defensa abdominal, por lo que debemos guiarnos por signos más sutiles como la letargia, decaimiento, palidez, cianosis, eritema abdominal etc. Exploraciones complementarias Hematimetría completa, un examen general de orina y en adolescentes del sexo femenino una beta-HCG sérica.

Radiología: La radiología del abdomen simple puede mostrar niveles hidroaéreos o signos de parálisis intestinal, con asas intestinales dilatadas en los cuadros oclusivos; calcificaciones en la fosa ilíaca derecha, que pueden corresponder a apendicolitos; rechazo de vísceras como signo indirecto de masas patológicas; aire libre subdiafragmático en las perforaciones de vísceras huecas; líquido entre las asas intestinales, alteraciones de la pared intestinal como el aire intramural observado en la neumatosis de la enterocolitis necrotizante; alteraciones de la pared abdominal sobretodo en los flancos o de las líneas pre-peritoneales, cuyo borramiento indica la existencia de algún proceso peritoneal difuso. Lo mismo ocurre con el borramiento del contorno del músculo psoas. La escoliosis producto de la posición antiálgica es otro signo de importancia en los cuadros dolorosos abdominales. En el estudio radiológico del abdomen agudo infantil en algunas ocasiones es útil incluir una placa de tórax a fin de descartar procesos pulmonares o pleuropulmonares, como la neumonía, que pueden ser causa de intenso dolor abdominal. Los estudios con medio de contraste deben ser efectuados sólo en casos muy precisos.

Ultrasonido: para determinar colecciones líquidas y precisar lesiones, sobre todo por trauma, en vísceras macizas, como hígado o riñón. Es el método preferido en el estudio de la apendicitis aguda, por su sensibilidad y especifidad, cercanas a un 90 %. (1) Si a pesar de todo lo anterior persiste la duda, lo indicado es el ingreso hospitalario del paciente, conseguir un acceso venoso, mantenerlo a dieta absoluta y revaluarlo cada 4-6 horas. En 24 horas de observación clínica habremos obtenido la información necesaria para decidir si el dolor abdominal es o no es susceptible de tratamiento quirúrgico.

Estenosis hipertrófica del Píloro

El cuadro clínico se produce como consecuencia de la hipertrofia idiopática del músculo liso pilórico que conduce a una obstrucción del mismo. Suele presentarse entre la 3ª y la 6ª semana de vida con la aparición después de cada toma, de vómitos alimenticios, no biliosos, que terminan siendo proyectivos. El estado general del niño se mantiene inicialmente bien. Si no se diagnostica, el paciente pierde peso, se desnutre, se deshidrata y presenta trastornos hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-base, que constituyen la verdadera gravedad de esta enfermedad.

 Exploración

Valorar el estado general, estado de hidratación y nutrición. A nivel abdominal podría palparse la oliva pilórica. La palpación de la misma se facilita flexionando al niño las extremidades inferiores hacia el abdomen con los dedos 1º y 5º de la mano y palpando con los dedos 2º y 3º una pequeña masa de 1,5-2 cms a la derecha de la línea media por encima del ombligo y debajo del reborde hepático.

Diagnóstico

Analítica sanguínea, ionograma y gasometría para conocer la situación hidroelectrolítica, y el equilibrio ácido base. Lo habituales encontrar alcalosis metabólica hipoclorémica e hipopotasemica, tanto más severa cuanto mayor sea el tiempo de evolución de la enfermedad. Sólo existe acidosis en casos muy evolucionados.

Ecografía: es el método diagnóstico de elección. Mide el espesor muscular, el diámetro, y la longitud del píloro, confirmando el diagnóstico si son mayores respectivamente de 4, 14 y 16 milímetros. (2)(3) Tránsito digestivo: está indicado si la ecografía no es concluyente y para descartar otras causas de vómitos no biliosos en el lactante, como el reflujo gastroésofágico o la malrotación intestinal.

Tratamiento

Inicialmente debe colocarse una sonda nasogástrica para descomprimir el estómago y evitar posibles aspiraciones, así como corregir el desequilibrio hidroelectrolítico y de ácido-base de forma lenta y progresiva, precisando en ocasiones 48-72 horas. El parámetro de laboratorio más importante es el nivel de bicarbonato en sangre, no debiendo intervenir al paciente si esta por encima de 30mEq/dl. Quirúrgico: piloromiotomía extramucosa consiste en la separación de las fibras musculares del píloro sin abrir la mucosa. A las 8 horas de la intervención el paciente puede comenzar la alimentación oral con volúmenes progresivamente mayores.

Invaginación intestinal

Es la introducción de un asa de intestino sobre sí misma, cuya progresión suele hacerse en sentido distal, siendo lo más frecuente que el íleon distal, a nivel de la válvula ileocecal, se introduzca en el colon (ileocólica). Es una de las urgencias quirúrgicas más frecuentes en lactantes entre 5 y 10 meses (la mitad de todos los casos se dan en menores de 1 año de edad). Su etiología es descononocida en el 95% de los casos, y aparecen generalmente después de un episodio de gastroenteritis, infección respiratoria de vías altas, o vacunación. Sólo en el 5% se reconoce una causa que hace de cabeza de invaginación: hipertrofia de las placas de Peyer, divertículo de Meckel, pólipos, duplicaciones, linfomas, hemangiomas, púrpura de Henoch, fibrosis quística. (4) Si no se trata de forma urgente empeora el pronóstico, ya que aparece isquemia por compresión de los vasos mesentéricos, necrosis intestinal y perforación.

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