Luxaciones

Luxaciones.

Aquí es donde dos huesos se encuentran en una articulación. Una articulación es donde se unen dos huesos. Una dislocación articular es una articulación en la que el hueso ya no se encuentra en su posición normal.

Una dislocación generalmente es causada por un impacto repentino en la articulación. Esto suele ocurrir después de un golpe, una caída u otra lesión.

Las complicaciones graves de las dislocaciones son raras, pero pueden poner en peligro la vida o causar una disfunción permanente de las extremidades. Las luxaciones abiertas (susceptibilidad a infecciones) y la ruptura de vasos sanguíneos, la perfusión de tejidos o la luxación de nervios presentan un alto riesgo de complicaciones. Las dislocaciones, especialmente si no se reducen rápidamente, tienen más probabilidades de causar daño vascular y nervioso que fracturas. Es poco probable que las luxaciones cerradas que no involucran vasos sanguíneos o nervios, especialmente aquellas que se contraen rápidamente, causen complicaciones graves.

Las desviaciones más comunes son:

Hombro: 95% luxación anterior, 5% luxación posterior. Cadera: la luxación posterior generalmente ocurre después de un traumatismo de alta energía (p. ej., la rodilla de un pasajero golpea el tablero en un accidente automovilístico y las manifestaciones clínicas son rotación interna, aducción y flexión de la pantorrilla).

Articulación de la rodilla: la dislocación en la articulación de la rodilla puede afectar el hueso o la articulación del muslo. Tobillo: Una de las luxaciones más habituales, ya que, a diferencia de otros tobillos, no requiere un golpe especialmente fuerte: la mala postura, la falta de actividad física y el exceso de peso son las causas de esta lesión.

¿Qué hacer antes de la dislocación? Si cree que tiene una articulación torcida:

No se demore en buscar atención médica, busque atención médica inmediatamente.

No mueva las articulaciones. Mantenga la articulación afectada en su lugar hasta que obtenga ayuda. No intente mover la articulación dislocada ni forzarla para que vuelva a su lugar. Puede dañar las articulaciones y los músculos, ligamentos, nervios o vasos sanguíneos circundantes.

Ponga hielo en la articulación lesionada, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón al controlar el sangrado interno y la acumulación de líquido dentro y alrededor de la articulación lesionada.

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