Medición del Ruido

Medición del Ruido

Objetivo

En esta práctica de campo lo que se busco fue la familiarización con el equipo de medición de ruido.

Para ello se realizaron diferentes mediciones con las que se aprendió a determinar los diferentes tipos de ruido que se pueden medir y una vez realizada esta clasificación tener las consideraciones necesarias para poder obtener una medición adecuada.

Introducción

Es  importante  conocer  los  diferentes  factores  que  se  deben  de  tomar  en  cuenta  para  realizar mediciones  de  ruido  de  forma  correcta,  es  imprescindible  que  el  personal  que  realice  las mediciones  esté  debidamente  capacitado  tanto  teóricamente  como  experimentalmente  y  que  el instrumento o instrumentos que se utilicen cubran los requerimientos necesarios para realizar la medición en cuestión.

La necesidad de medir el ruido se debe a que el ruido ambiental es un problema a nivel mundial. Lamentablemente, la forma en que el problema es tratado difiere considerablemente dependiendo del país y de su cultura, economía y política. Aun así, el problema persiste incluso en áreas donde se  han  utilizado  numerosos  recursos  para  regular,  evaluar  y  amortiguar  fuentes  de  ruido.  Por ejemplo,  se  han  realizado  grandes  esfuerzos  para  reducir  el  ruido  del  tráfico  en  su  origen,  la industria  automotriz  invierte  grandes  cantidades  de  dinero  en  esto  y  otros  factores,  los  coches actualmente son mucho más silenciosos que aquellos fabricados hace veinte años, pero el volumen de tráfico ha aumentado tanto en las ciudades que el efecto de este esfuerzo ha sido inútil y el nivel de molestia ha aumentado. Fabricar coches más silenciosos parecía haber mitigado el problema durante un tiempo, pero lo cierto es que no lo ha hecho del todo.

No hay una estimación mundial del impacto y del coste del ruido ambiental. Aunque, existe un ejemplo notable en el ámbito de la mayor parte de Europa – El Libro Verde de la Unión Europea sobre la Futura Política de Ruido (1996).

• El Libro Verde estima que, en términos del número de personas afectadas por el ruido, el 20% de  la  población  (unos  80  millones  de  personas)  sufre  niveles  de  ruido  inaceptables  que  causan alteraciones  en  el  sueño,  molestias  y  efectos  adversos  sobre  la  salud.  Otros  170  millones  de ciudadanos viven, en Europa, en áreas donde los niveles de ruido causan una seria molestia durante el día.

• En términos financieros, el ruido ambiental cuesta a la sociedad entre un 0.2% a un 2% del Producto Nacional Bruto. Incluso la menor de estas cifras representa una considerable cantidad de dinero.

El daño más evidente es la sordera, pero en realidad el espectro de sus consecuencias patológicas es mucho más amplio: interfiere la comunicación oral; el diálogo por encima de los 65  [dB] ya exige un sobreesfuerzo; induce indiferencia e insensibilidad hacia lo que ocurra en nuestro entorno, y contribuye a consolidar el peculiar aislamiento de los habitantes urbanos. Además, perturba el sueño, desde niveles tan bajos como 35 [dB]; a 70 [dB] hay un 30% de posibilidades de que la gente despierte, y un 70% de que se presenten alteraciones en sus señales electroencefalografías; por ello la recuperación física no es completa cuando se duerme con ruido.

Desde luego, también produce estrés y todos los males que se derivan de la tensión nerviosa: trastornos circulatorios, alta presión  arterial,  dilatación  pupilar,  males  gastrointestinales.  El  ruido  afecta  la  eficiencia  en  el trabajo, y en particular el desempeño de actividades como la reunión de información y análisis; provoca agresividad. Lamentablemente las leyes o legislaciones actuales que regulan la exposición al  ruido  sólo  consideran  los  daños  de  tipo  auditivo,  pues  los  de  tipo  fisiológico  o  psicológico ocurren a niveles menores de 90 dB, y por tanto escapan a toda regulación en nuestro país.

En esencia, México ha adoptado las normas de exposición de la Occupational Safety and Health Autority (OSHA) de Estados Unidos para el caso de que la exposición y el ruido sean de carácter continuo,  los  máximos  tiempos  permisibles  de  exposición  a  diferentes  niveles  de  ruido  son  los indicados en la tabla 1.

Tabla 1. Niveles de exposición a ruido permisibles en la industria en México.

Como se observa en la tabla anterior, a pesar de que se ha comprobado que el ruido genera una gama amplia de daños por debajo de los 90 [dB], de acuerdo a esta tabla en rangos por debajo de tal nivel no existe regulación.

Otra  característica  notable  del  proceso  de  ensordecimiento  irreversible  que  puede  sufrir  un trabajador,  es  que  la  pérdida  de  sensibilidad  aparece  usualmente  en  los  4000  [Hz]  y  luego  se propaga a las regiones vecinas de frecuencia, y puesto que no aparece en sus estados iniciales en las regiones del habla (300 a 3000 [Hz]) pasa inadvertida. Sólo se nota en fases avanzadas, cuando ya afecta la comunicación oral.

Niveles Estadísticos

Nivel Equivalente (𝐿eq)  

La gran mayoría del ruido en los lugares de trabajo tiene niveles de presión sonora variables. Lo que se pretende con el 𝐿eq, es poder asignar al ruido variable un único valor que refleje el nivel de un ruido constante que tuviese la misma energía que el ruido variable en el período de tiempo que dura la medición.

Niveles Percentiles  

Existen otros elementos que se utilizan para caracterizar el sonido o nivel de presión sonora, los cuales se conocen como niveles percentiles, estos nos entregan información referente a la relación entre un nivel de presión sonora de referencia y el tiempo que los diferentes valores de presión sonora  medidos  en  el  experimento  estuvieron  sobre  dicho  valor  de  referencia.  En  concreto,  los niveles percentiles, 𝐿n se definen como el nivel de presión sonora que es sobrepasado el n% del tiempo de observación.

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