Microbiologia
camilaanahi24 de Enero de 2015
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¿LA VIDA EN LA MÚSICA O LA MÚSICA EN LA VIDA?
La música es esa facultad que el ser humano ha desarrollado para expresar aquellos sentimientos y emociones que hilvanan su vida y que los otros lenguajes no logran comunicar plenamente. Amor, pasión, furor, tristeza, alegría, amistad, ternura, esperanza, etc. son sentimientos y emociones, que al ser bañados en la ambrosía del arte, elevan el sentimiento al misticismo de la música, en la que se fusionan melodía y letra, brotando las canciones u obras musicales como manantial que mitiga el espíritu humano y lo adentra en un oasis sublime y a la vez pasional, excitante. En la música confluyen pródigamente las dos formas básicas de la expresión humana: la oral y la escrita. Por ello constituye una forma idílica de expresión, que desborda la expresión formal y se explaya a lo sentimental, y espiritual mismo de la vivencia humana. A pesar de su gran variedad y tipología es posible distinguir los grandes y convencionales géneros musicales. A continuación se procura una descripción breve e incompleta de este mágico producto humano.
Partamos desde la música clásica considerada como aristocrática, en cuanto patrimonio de una elite culta. Su universalización ha puesto esta postura. Su belleza ha cautivado al oído culto como al rústico. Quién se resiste a Los conciertos de Brandenburgo de Bach, capaces de explayar el corazón hasta los confines del nostálgico regocijo. Mozart con su Flauta Mágica es capaz de hacernos danzar en puntillas, que cuando nos damos cuenta ya estamos flotando en una atmósfera lírica, cual menuda bailarina. Y Beethoven, quien con su Quinta Sinfonía logra que los espíritus más impávidos se inquieten y azarosos empiecen a mirar sus propias historias de vida como guiones escritos por una mano poderosa y trascendente, ante lo cual apenas, y lo más que se puede hacer es sentir y tratar de asimilar, que tan ineludible e implacable puede ser la llamada del destino: ¡ta, ta, ta, taa!!!, ante la cual, la grandeza y la debilidad del ser humano se funden en una amalgama de emociones y vivencias llamada vida humana. La Novena Sinfonía, primero nos embarga en un sentimiento de nostálgica ternura, pero las notas que se suceden progresivamente exacerbadas, terminan desquiciando los sentidos hasta el frenesí, hasta el dulce éxtasis del llanto y canto de la alegría.
Continuemos con la música folklórica, popular, que en nuestra América Latina ha florecido pródiga. Entre las más universales: el Mariachi, cuyas canciones son consideradas himnos al amor; el Tango, emblema de pasión y sensualidad. La Nueva Trova urde los ideales de libertad, igualdad, hermandad y de utopías de los pueblos latinoamericanos, cuyas luchas desde los 50tas. fueron musicalizadas en la canciones de Silvio y de Pablo y los que vinieron luego. Y por supuesto, nuestra música nacional, nuestra cultura será siempre incompleta e inconexa sin nuestra música. Su riqueza literaria y melódica, ha sido reiteradamente calificada por eruditos de dentro y fuera como una de las más exquisitas del mundo. Es imposible hablar de cultura, sin deleitarnos con nuestros pasillos, albacitos, sanjuanitos, etc.
Por último, el panorama musical nos trae a la música contemporánea. Desde el Heavy Metal al mega género Pop, en el que está comprendido desde el Rock and Roll, pasando por la música Disco, Balada, Bolero, Salsa, Cumbia, Rap, Hip-Hop, Rock alternativo, Bachata, Vallenato, Tecnocumbia, Reggae, Reggaetón, Electrónica, entre los más populares. Estos géneros y subgéneros se han encarnado en la vivencia de generaciones sucesivas, cuyos vestigios constituyen legados culturales de gran significación para las generaciones más jóvenes.
En conclusión la comprensión de la naturaleza humana sería incompleta sin considerar la música como uno de sus manifestaciones más
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