Miedo a las ratas o musofobia

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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

DIVISIÓN ACÁDEMICA DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA:

LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

ASIGNATURA:

COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA

GRUPO:

C

EVIDENCIA 2:

ENSAYO

ALUMNO:

SALMA ABIGAIL CRUZ MORGADO

212E69003

FECHA DE ENTREGA:

25 DE NOVIEMBRE DE 2021

Miedo a las ratas o musofobia

      Las ratas, los ratones y otros roedores, en general son percibidos socialmente con repugnancia debido a su “mala fama” por ser antihigiénicos y portadores de bacterias.

Las personas normalmente tratan de mantener fuera de sus hogares a este tipo de roedores, por lo que los ratones, al lograr entrar a una casa, tienden a esconderse en las grietas y en los lugares pequeños y obscuros que se encuentran cerca de las despensas, cocinas y otros lugares se ocupan como almacenamiento de alimentos.

No obstante, también existen personas que, en lugar de ver a las ratas y a los ratones como seres asquerosos, tienen una visión más “animalista”, sintiendo empatía y misericordia hacia estos roedores. A muchas personas en vez de que al encontrarse con estos animales les cause aversión, les causa ternura y compasión.

      El miedo a los ratones es considerado como algo normal en las personas, el miedo a que estos contaminen nuestros alimentos e inmiscuyan en nuestros hogares causando desastres por lo mencionado anteriormente, son temores racionales que pueden comprenderse a través del sentido común de los demás.

Por una parte, podemos comprender el miedo de las personas hacia los ratones, es un miedo que ni interfiere ni afecta a las personas de manera relevante en su vida ni en su día a día. Sin embargo, cabe mencionar que hay gente que desarrolla un miedo aparentemente irracional e intenso hacia estos animales, causándoles problemas significativos en su vida personal e incluso en su vida diaria; a este miedo excesivo se le denomina fobia.

Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad en la que la persona padece una aparición repentina de ansiedad y estrés en un nivel súbito ante un estímulo o situación específica. De esta forma, existen personas con fobia a las ratas o a otros roedores, otras con fobia a las serpientes, otras con fobia a las alturas o a volar en un avión, etcétera.

      En la sociedad, como se mencionó anteriormente, es común la existencia de diversos tipos de fobias entre las personas. En el caso de que el miedo a las ratas y roedores llegue a ser considerado una patología, se estaría clasificando en las categorías de murofobia y musofobia, fobia a las ratas y fobia a los ratones, respectivamente; las cuales, son encontradas frecuentemente entre las personas con fobias de tipo animal.

La principal característica de la musofobia es el miedo extremo o “exagerado” hacía los ratones. Este tipo de fobia animal consiste en la aparición de una ansiedad intensa en el individuo ante la presencia de un roedor, específicamente de un ratón.

 Las personas que padecen musofobia no solo sienten un gran miedo al ver al ratón, sino que también la ansiedad provocada por la aparición de este roedor viene acompañada por un miedo extremo al observar los movimientos de este y escuchar los sonidos que emite.

     Los síntomas de la musofobia varían dependiendo del grado del miedo que experimente la fobia. Al igual que cualquier otra zoofobia, el miedo a los ratones típicamente desencadena síntomas físicos y mentales que incluyen: temblores, sudoración excesiva, mareos, irritabilidad, náuseas, dolor de cabeza, aceleración del pulso (taquicardia), aparición de pensamientos catastróficos, entre otros.

A partir de los síntomas que presentan los musofóbicos, estos pueden actuar o reaccionar gritando o llorando, trepándose a lugares altos donde no puedan ser alcanzados por los ratones (camas, mesas o sillas), pueden tratar de huir del lugar y presentar sacudidas, temblores y sudoración profusa; tener latidos cardíacos acelerados, respirar rápidamente o jadear, sentir náuseas, vomitar o tener otros signos de malestar gastrointestinal.

Los musofóbicos pueden experimentar ansiedad o ataques de pánico por la mera mención de ratones, o incluso por verlos alimentarse de la basura, o en imágenes y en la televisión, sin necesidad de que estos roedores se encuentren físicamente donde están ellos.

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