Mutilación Genital Femeniana

Mutilaciones genitales femeninas rituales practicadas por las comunidades indígenas Embera de Colombia

Actualmente 140 millones de mujeres y niñas han sufrido consecuencias a causa de la mutilación genital femenina (MGF). Las MGF abarcan cualquier procedimiento que tengan como finalidad la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones contra los mismos por motivos no salubres.

En Colombia aún se observa esta práctica dentro de la comunidad Embera, quienes realizan el procedimiento por arraigamiento cultural. Para ellos el realizar la ablación permite que Karagabi, su dios supremo, pudiera sostener al mundo sin que se produjeran desequilibrios. La ablación se realiza a muy temprana edad dentro de la comunidad bajo la creencia de que si no se hace, en un futuro la niña va a presentar conductas sociales tendientes a la desobediencia y a la promiscuidad.

La mutilación/ablación genital femenina se practica por diversas razones existen tres principales preocupaciones que justifican los actos de los Embera, la primera es el aspecto estético, ya que desde su punto de vista, el clítoris es símbolo de masculinidad, desdibujando la feminidad en la mujer. La segunda preocupación es de carácter social, los Embera creen que el clítoris incita a la mujer a realizar actos sexuales con mayor frecuencia, y que este deseo persistente podría llevarlas al homosexualismo. La tercera preocupación se enfoca en el ámbito familiar, al ser las mujeres más “promiscuas”, ellas podrían destruir el núcleo familiar y así no desempeñar su rol de manera apropiada. Además se tiene la creencia de que los hombres no tomaran a una mujer con un clítoris grande ya que este presentara una erección, lo que a su vez resultará en una situación incómoda para el hombre que espose a la mujer con estas características.

Los expertos creen que de 3 a 4 niñas en Colombia mueren por la práctica de la MGF por año, y se ha visto la necesidad de educar sobre el tema a la comunidad para así evitar futuras víctimas. En 2007 la muerte de una niña indígena recién nacida despertó la indignación de la comunidad internacional, esta situación da inicio al proyecto “Embera Wera” el mismo año impulsado por el fondo de población de naciones unidas y al que se unió en el año 2008 el Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio en Colombia.

El trabajo de estas dos instituciones junto con el Consejo Regional Indígena de Risaralda y debido a que muchas mujeres pertenecientes a la comunidad Embera se convirtieron en acérrimas opositoras de esta práctica. Se logró que, mediante un proceso de autorreflexión y crítica, se realizara la prohibición de la ablación por parte del Congreso del Pueblo Embera, extendiendo dicha orden por todo el departamento de Risaralda, aunque también se encuentran en el Valle del Cauca, Antioquia y en menor medida en Quindío y Caquetá

Las MGF no tienen ningún efecto saludable, por el contrario, existen consecuencias perjudiciales inmediatas como el dolor intenso, shock, sepsis, hemorragia, daño en tejidos vecinos; infecciones urinarias recurrentes, aparición de quistes, problemas psicológicos irreversibles e inminente peligro de muerte.

Según el dirigente local Martin Siagama, revelo que tras un largo proceso de reflexión se llegó a la conclusión de que las MGF en su comunidad no pertenecen a las prácticas tradicionales de los Embera, sino que fueron traídas por los Europeos hace más de 500 años dejando en claro la postura negativa actual de la comunidad con respecto a este tema.

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