Nuestros origenes

Arsuaga, Juan Luis e Ignacio Martínez. La especie elegida, la larga marcha de la evolución humana. Nosotros los primates. Madrid: Planeta S.A, 1998, 396 pp.

Laura Ochoa Forero

Universidad Sergio Arboleda

Nuestros orígenes

El capítulo nosotros los primates es un excelente trabajo sobre los orígenes del hombre, elaborado por los Paleontólogos Españoles Juan Luis Arsuaga y Ignacio Martínez Mendizábal, dedicados a la investigación científica y técnica enfocada como se menciona el libro en la larga marcha de la evolución humana.

En la primera parte se retoma la definición ecológica y diversidad de los primates mostrando paralelamente la diversidad de animales que se pueden agrupar en un número de especies biológicas que representan la evolución que se ha producido en un nuevo tipo de organismos y de esta manera se logran agrupar en categorías más amplias como mamíferos, vertebrados, etc., que comparten características en común al tener en cuenta que cada grupo tiene un antepasado en común por ejemplo, los felinos para todas las especies del tipo de los gatos.

A partir de esta introducción nos remontan a que somos parte del grupo de los primates y de especies ya desaparecidas que evolucionaron, señalan que lo primates es una especie de mamíferos que viven en bosques tropicales húmedos donde se ha producido nuestra evolución, África, los autores ejemplifican que todos los primates presentan adaptaciones a la vida en los árboles y que en la actualidad tienen diversas adaptaciones como el dedo gordo, uñas planas y modificaciones en la estructura de la mandíbula, pero establecen que todos los primates vivientes derivan de un antepasado común que tenía treinta y seis dientes.

La segunda parte se centran en la clasificación de los primates y en su principal división entre dos grupos uno nombrado los estrepsirrinos que tienen piel desnuda y húmeda alrededor de las aberturas nasales, también un labio superior partido y sujeto, el otro grupo los haplorrinos que tienen alrededor de los orificios nasales el mismo tipo de piel que en el resto de la cara, su labio superior es fusionado y móvil, se expone que en este grupo en el cual nos encontramos, la  fusión del labio superior permite una mayor expresividad (gestos), los haplorrinos se dividen en tres grupos los tarseros pequeños primates que se encuentran en islas del Sudeste asiático, y los monos americanos, nombrados platirrinos, además de los catirrinos (nosotros) que al igual que los monos americanos son denominados simios, ambos son diurnos, presentan un alto campo visual que permite un cálculo preciso de las distancias, por lo que básicamente nuestra representación del mundo está marcada por imágenes y no por olores. Por otro lado los autores explican que nosotros y los monos americanos no tenemos la misma cantidad de dientes ya que los platirrinos tienen igual número de dientes que los primeros primates, en cambio nosotros los catarrinos hemos perdido un premolar.

La tercera parte gira entorno a los hominoideos, monos de nuestra misma rama, en la cual los catirrinos nuestra especie se clasifica, que abarca también los simios antropomorfos que incluyen dos especies de chimpancés el común y el pigmeo, nuestros pariente más cercanos, y diversas especies de gibones, como el gorila y el orangután, los más alejados en términos de evolución a nosotros. Se concluye que es razonable pensar que todos tienen un antepasado común aún desconocido que vivió en África.

En este apartado la idea que sintetiza el tema es la cita al sistema de clasificación de las especies creado por Karl Von Linneo, una estructura jerárquica en la cual se explica que primero somos humanos, luego hominoideos, después catarrinos, luego simios, más adelante haplorrinos y por fin primates, que pertenecen a su vez a los mamíferos vertebrados del reino animal.

...