Osteologia

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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario del Sur

Fundamentos de anatomía

Mtra. Judith Angélica Magaña Leal

Licenciatura en enfermería

Edgar Fernando Moreno Díaz

1er. Semestre T/V

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Osteología

La osteología es la rama de la anatomía que estudia la estructura ósea; en este tema se verá todo el sistema esquelético humano a profundidad, desde la constitución de los huesos internamente hasta la distribución de los mismos.

Cartílagos y huesos.

El cartílago es un tipo de tejido conectivo semirrígido que forma partes del esqueleto donde requieren más flexibilidad; por ejemplo, los cartílagos costales que unen a las costillas del esternón. Las superficies articulares que intervienen sinovial están recubiertos por un cartílago articular que les proporciona superficies lisas y deslizantes. Los vasos sanguíneos no entran al cartílago. La proporción del cartílago y el hueso del esqueleto cambian a medida que la persona crece. El hueso, un tejido vivo, es un tipo de tejido conectivo duro que compone la mayor parte del esqueleto; un tejido conectivo fibroso cubre como una funda todos los elementos del esqueleto excepto donde hay cartílago articular, el que rodea a los huesos es el periostio y el que existe en torno al cartílago es el pericondeo y proporcionan la interface para la inserción de dos ligamentos y tendones.

Numero de huesos.

En el adulto se cuentan 206 huesos. No se cuentan los huesos suturales del cráneo ni los sesamoideos. En el niño, el hueso frontal se divide en dos piezas (izquierda y derecha) pero con el tiempo se fusionan. Así mismo el hueso coxal está dividido en isquion, ilion y pubis igualmente se fusionaran con el tiempo.

Esqueleto axial y apendicular.

El esqueleto axial está compuesto por los huesos de la cabeza (cráneo), cuello (hueso hioides y vértebras cervicales) y el tronco (costillas, esternón, vertebras y sacro); el esqueleto apendicular se conforma de los miembros inferior y superior, incluye las cinturas escapular y pélvica.

Configuración interna del hueso.

En el hueso del adulto, al corte se le reconocen dos porciones: el hueso compacto y el hueso esponjoso. El hueso compacto forma una capa periférica y continua. El hueso esponjoso está constituido por una serie de tubérculos que delimitan espacios comunicantes entre si comunicados entre sí, ocupados por la medula ósea. En los huesos largos, la diáfisis está constituido por hueso compacto y la epífisis por hueso esponjoso. En los huesos planos, la bóveda del cráneo se denomina diploe al hueso esponjoso y tablas interna y externa a las láminas del hueso compacto. En los huesos cortos, están formados por hueso esponjoso rodeado por una lámina de hueso compacto. La medula ósea se encuentra en la cavidad medular de los huesos largos y las cavidades de hueso esponjoso, participa en la formación de células de la sangre (hematopoyesis). El periostro es una membrana fibroelastica que rodea la superficie exterior de los huesos, menos los huesos revestidos de cartílago articular o en los lugares donde se insertan tendones o ligamentos. Por ultimo tenemos los cartílagos epifisiarios: solo en los jóvenes, permiten el crecimiento de la longitud del hueso.

Configuración externa de los huesos: forma.

Los huesos se clasifican en: Huesos largos,  constan de un cuerpo o diáfisis y de dos extremos o epífisis. La unión de los anteriores se llama metafisis; huesos cortos, su forma es variable y por lo general cuboides: huesos planos, constituyen las paredes de las cavidades craneales, nasales, orbitales y pelvianos; huesos neumáticos, algunos huesos de la cara y del cráneo, presentan cavidades rellenas de aire. Cuando adquieren un tamaño mayor se denominan senos (maxilar por ejemplo); huesos sesamoideos, se debe su nombre a las semillas de sésamo por sus reducidas dimensiones y son pequeños huesos como en la rodilla.

Configuración externa del hueso: superficie.

En la superficie de los huesos existen irregularidades, las eminencias y las salientes adoptan formas variables; las eminencias articulares son regulares como la cabeza de humero y los candillos del fémur; eminencias extra articulares o salientes muy variables, irregulares y rugosas, por lo común destinadas a inserciones musculares a ligamentosas; los huesos pueden presentar cavidades que se dividen en: cavidades articulares son depresiones esferadales, elipsados o cupoliformes que encajan en la saliente del hueso articular; cavidad no articular variables y se dividen en: cavidades de inserción, que se fijan determinados músculos a ellas; cavidades de recepción, por ellas pasan tendones, arterias, venas y nervios; cavidades de ampliación, se encuentra generalmente en la cara (senos maxilar, frontal) o en el hueso temporal (aparato de la audición como ejemplo). Algunos huesos están perforados por forámenes o conductos de transmisión que comunican una cara del hueso en la cara opuesta de otro.

Vascularización de los huesos.

En la superficie del hueso se presentan los forámenes nutricios que se presentan como orificios y se los divide en 3: forámenes de primer orden que pertenecen a la diáfisis de los huesos largos y las caras de los huesos planos; forámenes de segundo orden se encuentran en la epífisis de los huesos largos; forámenes de tercer orden que se los puede encontrar en todas las superficies no articuladas del hueso.

Arterias.

En los huesos se clasifican en tres sistemas: Diafisario que es la arteria principal del hueso que penetra por el foramen nutricio de mayor calibre; perióstico que recubre la diáfisis se encuentra vascularizado por arterias de la proximidad (músculos y ligamentos); epifisometofisario que se origina en las arterias articulares: las musculotendinosas y algunas propias de la epífisis y la metafisis. Las arterias de la medula ósea proceden de la arteria nutricia Diafisaria. Los huesos planos se irrigan por dos tipos de arterias: arterias periosticas que constituyen una red periostica de donde nacen ramas que penetran el hueso, descubriendo un trayecto oblicuo. En los huesos cortos ocurren los mismos procesos.

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