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Pares Craneales

mirelbys67221 de Octubre de 2013

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Consideraciones generales

Los nervios craneales comúnmente denominados pares craneales, clásicamente

se han considerado constituidos por doce pares de troncos

nerviosos, que tienen sus orígenes aparentes en la superficie encefálica

y, luego de trayectos más o menos largos en el interior de la cavidad

craneana abandonan esta por orificios situados en la base craneana para

alcanzar sus áreas de inervación.

El examen de los pares craneales es esencial en el estudio del sistema

nervioso. La localización adecuada de las lesiones que afectan los nervios

craneales requieren: habilidad en el examen y conocimiento de la

neuroanatomía del tallo cerebral y de los nervios craneales.

Aunque estos pares reciben nombres particulares, existe la tendencia

a designarlos por números romanos que se asignan atendiendo al orden

cefalocaudal de implantación encefálica de los mismos. Excepto el I par

u olfatorio y el II par u óptico (que no son verdaderos nervios, sino

prolongaciones del encéfalo, aunque se les siga considerando entre los

pares craneales), a los que añadimos una parte del XI par o accesorio

que se desprende de la médula cervical alta, todos los pares craneales

restantes tienen su origen aparente a lo largo del tronco encefálico.

El origen aparente de un nervio craneal es aquella área de la superficie

encefálica en que se implanta o fija dicho nervio. Las fibras motoras

de los nervios craneales tienen su origen real en acumulaciones de

neuronas (masas de sustancia gris que forman los núcleos motores) situadas

profundamente en el encéfalo, de las cuales parten los axones

que, formando sus nervios respectivos, conducen impulsos nerviosos

hacia los efectores (músculos o glándulas).

Las fibras aferentes o sensitivas de estos nervios, tienen sus orígenes

reales en acumulaciones de neuronas situadas fuera del encéfalo, en los

llamados ganglios craneales aferentes; cada nervio craneal con componentes

aferentes presenta uno o varios ganglios específicos.

Las neuronas de estos ganglios craneales aferentes poseen prolongaciones

que parten de los receptores situados en la periferia; a su vez, de

esas neuronas ganglionares parten otras prolongaciones que, alcanzando

el neuroeje, van a hacer sinapsis en otras acumulaciones neuronales

incluidas en el encéfalo, que constituyen los núcleos sensitivos de los

pares craneales.

Atendiendo a si estos nervios contienen fibras aferentes, fibras motoras

o de ambos tipos, los nervios craneales pueden ser sensitivos,motores o mixtos, respectivamente. Los nervios sensitivos

tendrán ganglios craneales aferentes y núcleos sensitivos;

los nervios motores presentarán solo núcleos

motores y los nervios mixtos tendrán ganglios craneales

aferentes y núcleos sensitivos y motores. Tanto los pares

aferentes como los eferentes pueden ser somáticos o

viscerales, teniendo en cuenta su destino. Las fibras

viscerales pueden a su vez, pertenecer al sistema simpático

o al parasimpático.

De acuerdo con estas consideraciones, los pares

craneales se clasifican en:

1. Pares sensitivos o aferentes. El olfatorio (I par), el óptico

(II par) y el vestibulococlear o estatoacústico (VIII

par). Recordemos que los pares I y II no son, verdaderos

nervios, de aquí que sus características se aparten

de las consideraciones generales que estamos exponiendo.

2. Pares motores o eferentes. El motor ocular común u

oculomotor (III par), el patético o troclear (IV par), el

motor ocular externo, abductor o abducens (VI par),

el espinal o accesorio (XI par) y el hipogloso (XII par).

3. Pares mixtos. El trigémino (V par), el facial (VII par),

el glosofaríngeo (IX par) y el vago o neumogástrico

(X par).

Los núcleos de los pares craneales, en general, se encuentran

situados tanto más alto en el neuroeje cuanto

más bajo es el número de orden que le corresponde al par

craneal que consideramos. Así, por ejemplo, los núcleos

correspondientes al III y IV pares están en los pedúnculos

cerebrales (mesencéfalo), los de los V y VII pares en la

protuberancia o puente y en la médula oblongada o bulbo

raquídeo, en tanto que los de los VI y VIII pares son

únicamente protuberanciales o pontinos; en fin, los de

los IX, X, XI y XII pares están situados en la médula

oblongada.

Es muy importante conocer que estos núcleos se encuentran

situados del mismo lado del neuroeje, derecho

o izquierdo, al que corresponde o por donde tiene su origen

aparente el nervio craneal; por ejemplo, los núcleos

correspondientes al facial del lado derecho, que inerva

estructuras de la hemicara derecha, se encuentran situados

en el lado derecho del puente. El IV par es el único

que se cruza después de su emergencia del tallo cerebral,

para inervar el lado opuesto a su núcleo de origen.

Todos los núcleos motores craneales, de donde se originan

fibras nerviosas destinadas a la musculatura estriada

voluntaria (núcleos motores somáticos), reciben fibras

corticonucleares del hemisferio cerebral opuesto, provenientes

del área motora corticonuclear localizada en la

parte yuxtacisural del giro precentral o circunvolución

frontal ascendente. Las neuronas de donde emergen los

axones que van a integrar esa vía corticonuclear o haz

geniculado, están situadas en la parte más baja del giro

precentral, en un nivel tanto más inferior cuanto mayor

es el número de orden del par craneal. Recordemos que

en la corteza de este giro la localización de las neuronas

corticonucleares correspondientes a la musculatura

estriada voluntaria de las distintas partes del cuerpo reproducen

la caricatura de un sujeto con la cabeza hacia

abajo y los pies hacia la cisura interhemisférica (fig. 15.1).

Pero lo destacable de estas fibras piramidales que unen

la corteza cerebral a los núcleos motores somáticos, es

que proceden del hemisferio cerebral opuesto, como ya

hemos dicho, verificándose la decusación de las mismas

poco a poco a distintas alturas del tronco encefálico, al

mismo nivel aproximado en que se encuentra situado el

núcleo motor a que están destinadas.

Por otra parte, todos los núcleos motores somáticos

reciben algunas fibras piramidales de la corteza del mismo

lado (con excepción de una parte del núcleo del facial).

Por tanto, la inmensa mayoría de los núcleos motores

craneales somáticos reciben conexiones bilaterales.

Los orígenes aparentes de los nervios craneales pueden

verse en la figura 15.2.

Desde su emergencia del neuroeje los nervios craneales

tienen un trayecto intracraneal variable en longitud, en el

cual están más o menos próximos unos a otros, para finalmente

salir de la cavidad craneana por orificios específicos

que encontramos en la base del cráneo. Desde el

punto de vista semiológico, es imprescindible conocer

estos trayectos, pues en muchas ocasiones constituirán

una orientación importante para localizar el sitio de la

lesión en la cual simultáneamente se afectan varios pares

craneales, creándose así distintos síndromes. Por ejemplo,

en el seno cavernoso se encuentran situados muy

próximos entre sí el III y el IV pares, la rama oftálmica

del V y el VI pares craneales, según puede verse en la

figura 15.3.

También es de importancia conocer el llamado “ángulo

pontocerebeloso”, sitio en que están prácticamente

adosados el VII y el VIII pares, y muy próximos a ellos

el V y el VI pares. Por eso, en los tumores del ángulo

pontocerebeloso están comprimidos estos nervios, lo que

se expresa por la sintomatología característica (fig. 15.4).

La utilidad de saber por cuál orificio óseo abandonan

la cavidad craneana los pares craneales se comprenderá

cuando pensemos que en cada uno de estos orificios, situados

en la base craneana, pueden coincidir varios nervios

de origen y trayecto distintos. En la figura 15.5 pueden

verse estos agujeros señalándose los pares que salen

por cada uno de ellos.

Precisando, diremos que:

a) Nervio olfatorio. Las prolongaciones de las células

olfatorias de la mucosa nasal se tamizan a través de la

lámina cribosa del etmoides.b) Nervio óptico. Pasa por el agujero óptico junto con la

arteria oftálmica.

c) Motor ocular común, troclear y abductor. Alcanzan la

órbita respectiva por la fisura orbitaria superior o hendidura

esfenoidal del lado correspondiente.

d) Trigémino. La rama oftálmica sale por la fisura

orbitaria superior o hendidura esfenoidal; la rama maxilar,

por el agujero redondo y la rama mandibular, por

el agujero oval.

e) Facial y auditivo. Pasan por el conducto auditivo interno.

f) Glosofaríngeo, vago o neumogástrico y accesorio o

espinal. Salen del cráneo por el agujero yugular o rasgado

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