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Periodo Prepolitico


Enviado por   •  18 de Febrero de 2015  •  3.528 Palabras (15 Páginas)  •  225 Visitas

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UNIDAD DIDÁCTICA I:

Pensamiento Mitológico, Filosófico y científico.

1. INTRODUCCIÓN

Los primeros pensadores dieron un gran paso respecto a las interpretacion­ que habían dominado hasta entonces, pero su obra no fue un «milagro” ni tampoco fruto de la casualidad, el azar o el «genio» de los griegos. Fue la conjunción de una serie de factores sociales, políticos, económicos, religiosos y culturales en un momento histórico determinado (siglos VII-VI a. de C.) la que propiciará la aparición del modo de observar el mundo que desde en­tonces denominamos filosofía.

Estos filósofos, no constituyen un grupo homogéneo, ni tan siquiera vivieron en la misma zona de la Hélade, pero les une un mismo esfuerzo por explicar la naturaleza sin la ayuda de fuerzas sobrenaturales, y la seguridad de que la verdadera vida digna del ser humano es aquella en la que él es dueño de su destino (que ya no pertenece a los dioses) y que está dedicada al saber (pues este es lo que nos diferencia de los animales).

Este esfuerzo por liberarse del mito y controlar la naturaleza a través de su conocimiento no fue una tarea que se llevara a cabo de la noche a la ma­ñana sino el producto final de una gestación que duró varios siglos.

2. EL MUNDO GRIEGO. MARCO GEOGRÁFICO, SOCIOPOLÍTICO Y ECONÓMICO

a. Circunstancias geográficas ( ver mapa anexo)

Grecia es un país eminentemente navegador gracias a sus puertos, que posibilitan un acceso sencillo al Mediterráneo, al Jónico y al Egeo. Esta circunstancia, unida a ciertos momentos de escasez de alimentos propició una búsqueda marítima de nuevos lugares que permitieran la alimentación de una población en continuo crecimiento. Por tal causa, los griegos se convirtieron en fundadores de pequeñas colonias marítimas.

De esta manera, la Grecia clásica recibió numerosas influencias de otros pueblos. Estas influencias externas fomentan que una población enriquezca su cultura y la hagan propensa a querer conocer otros tipos de vida.

b. Circunstancias socioeconómicas

Su estructura económica se sustentaba en un régimen esclavista en el que los esclavos llevaban a cabo las actividades productivas. Era, a la vez, eminentemente agraria y latifun­dista, aunque progresivamente se incrementó la actividad comercial y artesanal. «La filosofía no nació en el calmo retiro, sino en Mileto, el mercado del mundo antiguo, en el que los pueblos del Mediterráneo procedían al cambio de sus mer­cancías» (NESTLÉ, W, Historio del espíritu griego).

El comercio con otros pueblos del Mediterráneo facilitó la incorporación de técnicas y conocimientos que ampliaban la visión del mundo de los griegos. Así, el uso de la moneda, procedente de Lidia, la adopción del alfabeto fenicio, el ca­lendario solar egipcio, etc., configuraron una sociedad capaz de asimilar lo mejor de otros pueblos para su propio uso. Al mismo tiempo, esta apertura a otros pueblos facilitó el relativismo cultural y, por lo tanto, la libertad de pensa­miento y la posibilidad de crítica a la propia cultura.

c. Circunstancias sociopolíticas

La filosofía surgió a finales del siglo VII a. de C. y principios del VI a. de C. Durante esa época, la sociedad griega estaba organizada en pequeñas ciudades-estado, las polis, que aparecieron entre los siglos IX y VII a. de C. en Asia Menor y se extendieron después a la península y a todas las costas del Egeo. La filo­sofía es, pues, fruto de la polis.

Estas ciudades-estado eran autosuficientes e independientes entre sí y mantenían un régimen político que permitía la participación en los asuntos públicos de los ciudadanos, si bien realmente el poder lo ejercía una clase de «notables» de origen aristocrático o comerciante. Lo característico de la estructura política de la polis es la existencia de unas leyes que eran elaboradas, asumidas y aceptadas por todos.

A pesar de la independencia de las polis, había unos vínculos que unían las distintas ciudades-estado por medio de una cultura y unas tradiciones literarias y religiosas transmitidas por los poetas, principalmente Homero (siglo VIII a. de C.) y Hesíodo (siglos VIII-VII a. de C.). Estos lazos entre los dis­tintos pueblos griegos se expresaban también en las fiestas religiosas o deportivas (especialmente, las celebradas en Olimpia).

La religión de los griegos se caracterizaba por la ausencia de una casta sacerdotal fuerte que controlara el cumplimiento y el seguimiento de la ortodoxia religiosa, así como de textos sagrados donde se contuviera la verdad de las creencias. Esta carencia de clase sacerdotal y libros sagrados fue uno de los factores más importantes para el surgimiento del pensamiento racional autónomo, ya que facilitó la liber­tad de pensamiento.

La prosperidad de las ciudades-estado de Asia Menor se vio ensombrecida por la invasión y dominación persa de mediados del siglo VI a de C. Como consecuencia de ello, estas ciudades entraron en crisis y comenzó la pérdida de su hegemonía. Se produjo, a partir de ahí, una importante emigra­ción de jonios a las colonias de la Magna Grecia.

La insurrección de los jonios contra la dominación persa originó las guerras médicas, que comenzaron a principios del siglo V a. de C y se prolongaron durante esta centuria. El triunfo fue griego y se expulsó a los persas gracias a la unión de las ciudades-estado. Para mantener alejado el peligro per­sa los griegos formaron la Liga de Delos, que aglutinaba la mayoría de las polis bajo la hegemonía de Atenas.

Poco a poco, Atenas se impuso sobre el resto de los esta­dos de la Liga de Delos. En ella, se consolidó la democracia, la polis se renovó con el Partenón y la vida cultural alcanzó su momento de máximo apogeo. Es la época de Pericles.

Las rivalidades entre las dos grandes potencias griegas, Atenas y Esparta, provocaron las guerras fratricidas del Peloponeso (431-404 a. de C), que generalizaron el hambre y la miseria entre los pueblos griegos, a la vez que los continuos cambios de régimen sembraron el terror entre los adversarios políticos.

La derrota final Atenas a manos de Esparta (404 a. de C) supuso también, el fin de la democracia ateniense con la del gobierno espartano de los Treinta Tiranos. Tres años más tarde, sin embargo, fue

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