“Programa de buenas prácticas agrícolas para la conservación de suelos”

1. INTRODUCCIÓN

En cumplimiento a lo establecido por la Universidad Rural de Guatemala, previo a optar al título de Ingeniero Forestal, en el grado de académico de licenciado, se elaboró la propuesta del resultado denominado “Programa de buenas prácticas agrícolas para la conservación de suelos”, derivado de la falta de estrategias para la conservación y uso sostenible del recurso suelo.

El suelo es uno de los recursos más preciados y frágiles que tenemos. Su fragilidad hace que, tras años de inadecuadas prácticas agrícolas, pierda sus propiedades, volviéndose un medio inestable, pobre y hostil, sufriendo procesos degenerativos y erosivos. El suelo es el principal patrimonio del agricultor, soporte físico y biológico de la actividad agraria; las prácticas inadecuadas pueden dañarlo comprometiendo la capacidad productiva a medio plazo.

Actualmente no existe una gestión adecuada que focalice acciones y estrategias objetivas para el control de los procesos de degradación y pérdida del recurso suelo mediante técnicas agroecológicas de conservación, reducción y uso racional de agroquímicos, con fines de mejorar y mantener las condiciones adecuadas del suelo que permita incrementar el rendimiento en la productividad.

Por tal motivo, se hace necesario plantear y desarrollar la presente propuesta, que es parte de la solución para disminuir la erosión del recurso suelo, mediante el desarrollo de tres actividades

Las actividades que integran este programa son las siguientes: 1) Elaboración de mapas temáticos, 2) Evaluación taquimetría, 3) Evaluación de pérdida de suelo por erosión, 4) Análisis de suelo, 5) Comparación de índices de producción.

1. DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA Y COMPONENTES QUE LA INTEGRAN

La propuesta de plan de conservación de suelos  en la plantación de palma africana (Elaeis guineensis) en la finca Guadalupe, Sayaxché, Petén, es una herramienta que permitirá mejorar la conservación a través de la implementación de técnicas sostenibles y de  programas que prevengan, mitiguen y recuperen el daño provocado hacia el recurso.

La producción sostenible y rentable de palma de aceite depende, en gran medida, de los estándares de las prácticas agronómicas dadas, especialmente relacionadas con el manejo del suelo y de los fertilizantes, lo cual puede mantener el estado inherente de fertilidad del suelo.

De no aplicar este planteamiento, se  proyecta que en los próximos 12 años los rendimientos serán menores debido a la pérdida de la capa fértil del suelo.  Lo cual, para minimizar este bajo rendimiento y lograr una mejora en la producción es necesario fortalecer a la unidad ejecutora en la implementación de los siguientes componentes:

Resultado 1: Diagnóstico de la problemática: Recopilación de información básica de los suelos de la finca Guadalupe del municipio de Sayaxché, Petén, en beneficio a la solución de la problemática se compone de las siguientes actividades.

• Elaboración de mapas temáticos.
• Evaluación taquimetría.
• Evaluación de pérdida de suelo por erosión.
• Análisis de suelo.
• Comparación de índices de producción.

Resultado 2: Programa de buenas prácticas agrícolas para la conservación de suelos. En donde se plantean una diversidad de prácticas y actividades en beneficio a la solución de la problemática se compone de las siguientes actividades.

• Fertilidad de los suelos
• Colocación de los cultivos de cobertura
• "Mulching" o cobertura del suelo
• Manejo del agua

Resultado 3: Programa de capacitación para Conservación de suelos: con este programa se pretende concientizar y enseñar al personal que labora dentro de la empresa la importancia de la implementación de buenas prácticas agrícolas para la conservación de suelos.

• Taller de capacitación sobre buenas prácticas agrícolas para conservación de suelos.

Resultado 4: Fortalecimiento de la unidad ejecutora: Contempla una serie de propuestas enfocadas a desarrollar las herramientas administrativas y financieras para un buen funcionamiento del plan en gestión.

1. DESARROLLO DEL RESULTADO

Actividad No. 1

Actividad No. 1

Fertilidad de los suelos

Toda planta necesita un suelo fértil para poder crecer y producir frutos. Normalmente tienen una capacidad máxima para aportar nutrimentos; a partir de ese nivel hay que aplicar fertilizantes para suplir el faltante que la planta necesita para producir el fruto esperado.

El requerimiento de nutrientes de una palma individual varía según el material de siembra y las prácticas de manejo tales como la densidad de siembra, manejo de la cobertura, intensidad de poda, etc. Suponiendo que dichas prácticas son estándar, el requerimiento de nutrientes dependerá, en gran medida, del potencial de rendimiento máximo del ambiente Dicho rendimiento puede ser restringido por factores como pluviosidad insuficiente, profundidad reducida del suelo o drenaje insuficiente. En cualquiera de estos casos, se reducirá la cantidad de nutrientes requerida.

El análisis foliar sólo puede utilizarse si el nivel de la mayoría de nutrientes es aproximadamente correcto. Por ello, es importante que los requerimientos iniciales de fertilizante se evalúen con la máxima precisión posible, con base en las características del lugar. Para una nutrición óptima de la palma de aceite debe lograrse un nivel equilibrado de todos los nutrientes. Es especialmente importante lograr el balance entre el N, K y Mg con las bases foliares totales. Esto último varía significativamente según el tipo de suelo y la edad de la palma y representa la mayor parte de la variación observada en los niveles óptimos de follaje.

Es fundamental para adecuar los aportes fertilizantes a las necesidades reales del cultivo. Debe tenerse en cuenta que las tierras arenosas requieren aportes orgánicos frecuentes, pero en dosis y manejo adecuados, para evitar pérdidas por lixiviación y contaminación de aguas subterráneas. En cualquier caso, para determinar las necesidades de nutrientes de nuestro cultivo es aconsejable realizar análisis foliares de agua y de suelo periódicos.

Los cambios en la fertilidad del suelo en un lugar específico se pueden supervisar con precisión mediante un análisis del suelo. La ausencia de interacciones entre los nutrientes en el análisis del suelo permite determinar, en forma independiente, la disponibilidad de cada elemento. Sin embargo, al comparar los resultados del suelo, tomados de diferentes lugares, se puede encontrar una muy amplia gama de niveles críticos del suelo, dependiendo de los rendimientos. Dicha variación puede resultar de las diferencias en los métodos de aplicación de fertilizantes y de la medida en la cual el fertilizante aplicado logra un equilibrio con el suelo. Sin embargo, si los datos de análisis del suelo se emplean en conjunto con el análisis foliar y otra información pertinente, se puede desarrollar una recomendación discriminatoria de fertilizantes para la palma de aceite..

Recomendaciones:

• Conocer las características químicas de la materia orgánica aportada. A la hora de aportar materia orgánica es importante realizar un análisis previo para conocer las características y composición química del material.

• Plantear la estrategia de fertilización en función del análisis de calidad de agua y suelo.

• Conocimiento de las características físicas del suelo. Para mejorar la gestión del agua es necesario conocer las características físicas del suelo (textura del suelo, velocidad de infiltración del agua) y ser capaz de relacionarlas con la capacidad de retención del mismo. Estos datos se pueden obtener mediante análisis del suelo en laboratorio, apoyándose incluso en ejecución de calicatas y en la experiencia del técnico o agricultor.

Actividad No. 2

Colocación de los cultivos de cobertura

Lo más pronto posible después de construidas las terrazas se establecen los cultivos leguminosos de cobertura, con el fin de lograr rápidamente una buena cobertura de la superficie, para reducir así la formación de limo en las mismas, principal resultado de las lluvias fuertes, especialmente en terrenos ondulados. Otras ventajas son el mejoramiento de la materia orgánica del suelo y de su estado nutritivo, una mejor aireación del suelo y conservación de su humedad, y un control biológico de malezas y plagas tales como el Oryctes.

Después de dos años bajo un cultivo de cobertura debidamente fertilizado, los suelos degradados estarán totalmente rejuvenecidos. Durante el período de inmadurez, las leguminosas fijan grandes cantidades de nutrientes, especialmente de nitrógeno de la atmósfera y los devuelven al suelo, por medio de la descomposición de los desechos. La acumulación de desechos foliares comienza unos seis meses después del establecimiento de la leguminosa. Los retornos de nitrógeno en el primer año del desarrollo son relativamente bajos, pero a partir del segundo año, se liberan grandes cantidades de nitrógeno. Se ha estimado que durante este período se liberan unos 200-300 kg N/ha. En la Tabla 1 se muestra el efecto benéfico del establecimiento de un cultivo leguminoso en la plantación de la palma de aceite.

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