Proyecto Del Desoderante

Desodorante natural casero

Siempre se dice que las personas que huelen bien, agradan y atraen a todo el mundo, y eso es muy cierto, así que en esta oportunidad se enseñará a fabricar un Desodorante CASERO muy fácil y practico de realizar sobre todo muy ecológico que no dañará nuestro cuerpo ni el medio ambiente.

Este desodorante se realizará de acuerdo al sexo de la persona ya sea femenino o masculino, eligiendo el aroma que quieres que te identifique.

Materiales

• Agua Destilada

• Semilla de linaza

• Aceite de rosas

• Aceite de Sándalo

• Bicarbonato Sódico

• Es opcional el Aceite de ricino

• Envases

Procedimiento

• En una recipiente (el cual pueda aguantar el fuego), colocamos el agua destilada con las semillas de linaza o lino (una cuchara grande usualmente las que usamos para beber la sopa), ambas funcionan espectacularmente bien.

• Poner al fuego el recipiente con el agua y la linaza o lino por solo dos minutos.

• Luego separar las semillas del líquido con un colador

• Colocamos el líquido en un recipiente y agregamos una chuchara sopera de bicarbonato sódico y movemos hasta que mezcle completamente con el líquido.

• Procedemos agregar tres a cuatro gotitas de aceite de ricino. Se dijo que era opcional al inicio así que les daré una breve explicación, el aceite de ricino para este caso ayuda que el bicarbonato al momento de impregnarse en la piel no se vea algo reseco y cause alguna molestia, eso es más común en las personas con hipersensibilidad, pero con o sin el aceite de ricino este desodorante cumplirá su misión a la perfección.

• Agregamos 15 gotitas de aceite de rosas o aceite de sándalo según para quien va dirigido el desodorante movemos hasta tener un líquido uniforme.

• Colocamos la mezcla obtenida en un envase para desodorantes de roll.

El bicarbonato sódico ayuda a que las personas tengamos una mejor calidad de vida, se usa para la acidez del estómago, y es muy efectivo para la sudoración, tanto así que ni lo mejores desodorantes pueden competir con él. En la Medicina Ortodoxa también tiene ciertas aplicaciones y recientes estudios se dice que puede ayudar a combatir una enfermedad tan conocida y dolorosa como es el cáncer.

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