QUIMICA CLINICA

La química clínica es una rama de la medicina que estudia el desarrollo y ejecución de los análisis químicos de los líquidos corporales (sangre, orina, copro, LCR, pus, sudor, semen , flujo, líquido sinovial , exudados, etc.) con la finalidad de establecer un diagnóstico, aplicar una terapéutica y en algunos casos, planear una profilaxis de las enfermedades.

En cuanto a su contenido, la química clínica no es una ciencia sistemática y su origen se encuentra en la química orgánica y fisiológica. Estas disciplinas investigaron inicialmente la composición material del organismo y sus humores. Esta forma de contemplación estática fue luego sustituida por una forma más dinámica; la bioquímica, la cual condujo al esclarecimiento del proceso químico y fisiológico del metabolismo, el cual constituye el proceso normal de la vida.

El campo de la química clínica está menos delimitado que el de la bioquímica y se ocupa, ante todo, de aclarar los fenómenos que se verifican en la enfermedad, sirviendo de base las anormalidades que ocurren durante el proceso metabólico.

El campo de acción de la química clínica no es fácil determinar en donde empieza y en donde termina, esto si se compara con otras disciplinas como la parasitología, la histopatología, la hematología, la inmunología y la microbiología.

Una estrecha colaboración entre todas estas especialidades, la química clínica, otros recursos diagnósticos (rayos X, ultrasonido, resonancia magnética, medicina nuclear, etc.) y el médico, constituyen una premisa necesaria para obtener un resultado veraz que permita corroborar o descartar un diagnóstico médico.

Desde hace largo tiempo, médicos previsores y consientes de su responsabilidad han venido investigando la utilización de métodos químicos con fines diagnósticos. Uno de ellos fue (a modo de ejemplo, ya que una reseña de los pioneros de ésta rama tomaría mucho tiempo) Hermann Sahli profesor de medicina interna en Berna – 1882 a 1929 -.

En sus inicios, por razones técnicas, estuvieron en primer plano los análisis de orina y de materia fecal. Con el paso del tiempo estos hallazgos fueron fructíferos, ya que se pudo obtener la prueba específica a través de la determinación, es decir, se llegó a lo cualitativo a través de lo cuantitativo.

Por lo que ya se puede resumir:

“Los hallazgos de laboratorio, como resultado de un análisis químico-clínico, deben servir al diagnóstico como información fidedigna y significativa.”

La validez de los datos obtenidos en el laboratorio clínico (actualmente este término está siendo “modernizado”, por lo que para referirse a él se emplea el término “laboratorio de patología clínica”), depende no solo de la manipulación adecuada del equipo que se emplea y del control ambiental estricto por operarios capacitados, sino también de la utilización de reactivos de alta calidad específicos para el fin que se persigue.

Para estudiar los procedimientos analíticos es fundamental comprender estos importantes aspectos que influyen sobre los materiales y los resultados de las determinaciones.

El campo de estudio de la química clínica comprende las especialidades mediante las cuales es posible conocer el estado bioquímico del paciente son: la HEMATOLOGÍA, que estudia la sangre desde el punto de vista citológico y algunos bioquímicos. La BIOQUÏMICA que estudia la sangre desde el punto de vista de composición química. La MICROBIOLOGÏA y PARASITOLOGÏA, quienes permiten el conocimiento de los organismos causantes de enfermedad en el hombre, o la INMUNOLOGIA que orienta en la comprensión de las reacciones antígeno-anticuerpo.

La complejidad de las disciplinas involucradas

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