¿Qué es la Vida?

¿Qué es la Vida?

Por Alejandro Astudillo.

¿Que es la vida?, ¿De qué trata la vida?, ¿Para qué sirve la vida?, entre otras preguntas que siempre nos hacemos desde que estamos pequeños, y que al pasar del tiempo, el cambio de perspectivas generadas por la madurez, por la experiencia adquirida, los distintos planteamientos que van surgiendo según estemos aprendiendo sea empírica, científica o filosóficamente, hacen que la respuesta con la pregunta según sea el tiempo en que se respondió cambie de contexto, de forma, de raíz; para mayor entendimiento de lo planteado, debemos estudiar esta pregunta desde los distintos puntos planteados anteriormente, por lo que procederemos a adentrarnos en ese mundo a tratar de entender que es la vida.

En el preciso momento que durante la niñez le preguntamos a nuestros padres o representantes ¿Qué es la Vida? Obtenemos una serie de respuestas según sea el caso, la madurez o el interés de los padres, representantes o responsables que crearan una matriz principal de la cual partirá un enfoque – cierto, real para el momento por cuanto viene emitido de lo más grande que son nuestros padres – sobre que es la vida y su sentido; donde posiblemente obtendremos una respuesta como: Es bella, llena de alegrías, esfuerzos, logros, recompensas, donde el trabajo principal del Hijo es estudiar y ser consentido; por lo que en este caso planteado o de esta respuesta, ese niño tendrá un enfoque de la vida bella, generosa, llena de esfuerzo pero para lograr una recompensa, donde ese sacrificio no representa un sufrimiento sino un paso más de los requeridos para llegar al objetivo planteado como lo es ser un profesional, obtener cosas materiales, intelectuales como complemento del sentimiento.

Por otro lado, podríamos obtener una respuesta totalmente contraria, como lo sería: que la vida es dura, que debemos pelear como animales para poder subsistir, que no debemos ser débiles porque los débiles son fracasados, generando un enfoque de la vida sobre ese pequeño totalmente distinto al anterior, es decir, que la vida es triste, que debemos ser implacables en el avance para poder tener algo, que no es por recompensa sino por subsistencia.

Partiendo de estos dos enfoques principales se puede observar que no existe una cosmovisión unificada o unánime, que parta de un factor común como lo es que todos somos seres humanos semejantes unos con los otros, con las mismas posibilidades, oportunidades y que todo dependerá de cómo se tenga la perspectiva de la vida, que dicha perspectiva será la base fundamental – desde cierto punto de vista – para la formación del carácter del individuo.

Pero, si bien es cierto que esa perspectiva de la vida o ese concepto de la vida es la base para el forjamiento del carácter del individuo, no menos cierto es que a medida que se va desarrollando y adquiriendo experiencia, posiblemente esa perspectiva, ese concepto inicial cambiará sea para bien o sea para mal. Esto dependerá en cierta parte del contexto en que se desenvuelva el individuo, ya que si el primer sujeto, vive una experiencia contraria a lo planteado o enseñado por sus padres en la niñez, evidentemente cambiara la cosmovisión pudiendo inclusive llegar a pensar como el sujeto numero dos y viceversa.

Para ser mas especifico en el planteamiento del enfoque que le damos a la vida y que dicho enfoque podrá ser tomado como una variable por cuanto dependerá de las enseñanzas morales, intelectuales, religiosas, empíricas o que también dependerán del contexto donde se lleve a cabo el desarrollo del individuo, la vida siempre será lo que uno quiere que sea, es decir, que incluso la vida será si estamos de buen humor, o no será si estamos de mal humor, será productiva si la vemos con perspectiva productiva,

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