ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

RESUMEN DE EOSINOFILIA Y SU RELACION CON LAS PARASITOSIS


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2013  •  1.233 Palabras (5 Páginas)  •  504 Visitas

Página 1 de 5

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE QUERETARO.

FACULTAD DE CIENCIAS QUIMICAS.

PARASITOLOGIA.

RESUMEN DE EOSINOFILIA Y SU RELACION CON LAS PARASITOSIS.

DOCENTE: SUSANA FLORES.

ALUMNA: DALIA JAZMIN GARCIA CÓRDOVA.

8º SEMESTRE

SANTIAGO DE QUERETARO, QUERETARO.

25 DE NOVIEMBRE DEL 2013

EOSINOFILIA Y PARASITOSIS.

Se habla de eosinofilia cuando existe una cantidad igual o mayor a 400 eosinófilos circulantes. En la vida neonatal y fetal se producen en sitios extramedulares (hígado, bazo, timo, nódulos linfáticos), mientras que en el adulto se elaboran exclusivamente en la médula ósea. Estas células provienen de sus precursores, las Stem cells de la médula ósea y constituyen el 3% del total de ellas. Una vez maduras, migran a los tejidos en un lapso de 18 h. Más que células circulantes son células tisulares y se les encuentra distribuida fuera de la médula ósea, en la piel, pulmones, aparato gastrointestinal y urinario. Se ha comprobado que el aumento de eosinófilos en las infecciones parasitarias es dependiente de las células T. La función y características del eosinófilo en infecciones parasitarias se ha esclarecido recientemente. Se ha visto que estas células en presencia de antígenos parasitarios poseen un tiempo de generación medular menor y emergen desde la médula en 18 horas. Además se ha comprobado que expresan un mayor número de receptores Fc para IgE, IgG y complemento (C3b, C4), lo cual sería una evidencia de que el parásito influye en la maduración celular. Acerca de su función, hay evidencias que indican su tendencia a la destrucción y/o al daño de los parásitos, hecho observado a la microscopía electrónica con la demostración de eosinófilos adheridos a la superficie de larvas de S. mansoni, descargando el contenido citoplasmático al evaginar su membrana produciendo fracturas y lesiones de los tegumentos del parásito, no permitiéndole la sobrevivir. Una situación semejante ocurre al enfrentar eosinófilos con larvas de T. spiralis, pero en este caso, para ejercer ese efecto parasiticida deben contar con la presencia de anticuerpos y complemento. Efectos similares se han observado en Onchocerca volvulus y Trypanosoma cruzi. Otra propiedad descrita recientemente para el eosinófilo es su capacidad fagocitaria de complejos antígeno anticuerpo. El rol protector del eosinófilo en las infecciones parasitarias se ha hecho evidente al usar suero antieosinófilo. En tales circunstancias, infecciones por F hepática, Trichinella spiralis, Schistosoma mansoni y DVivi-parus tienen un curso más prolongado y severo. El daño local al parásito, especialmente migrante, lo logra el eosinófilo en presencia de IgE e IgG. De lo anterior se desprende que el eosinófilo es capaz de dañar al parásito directa e indirectamente, y de disminuir los daños desencadenados por su presencia al modular las reacciones de hipersensibilidad. Sin embargo, una elevación mantenida y prolongada de ellos y su degranulación progresiva llevaría a un daño en los tejidos. Esto ocurre por acción de su proteína básica mayor (PBM), radicales superóxidos, hidrolasas lisosomales y productos del ácido araquidónico, entre los que destacan los leucotrienos, prostaglandinas y otros productos del eosinófilo activado, lo que en estas condiciones produce daño en el epitelio respiratorio por ejemplo. Dentro de las posibles causas parasitarias destacan las producidas por helmintos tisulares. Evidentemente, al investigar la causa de una eosinofilia debe contemplarse la edad del paciente, la zona geográfica de la cual procede, antecedentes mórbidos, saneamiento ambiental de la región donde vive, características climáticas de la zona, hábitos alimentarios, costumbres, existencia de animales domésticos, etc. En la fase invasora o migratoria de las helmintiasis, la eosinofilia es uniformemente elevada mientras exista una respuesta tisular inflamatoria mantenida. En la fase crónica de la infección se pueden presentar alzas fluctuantes de los eosinófilos que, en ocasiones, persisten por meses.

A excepción de la isosporosis y de algunos casos de toxoplasmosis ganglionar, los protozoos, cualquiera sea su localización, no producen eosinofilia. Esto es valedero para la amebiasis, la

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.5 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com