Reporte sobre la luz natural

Ha dado la casualidad de haber leído los reportes de una forma cronológica cuando de temas de está hablando. Nosotros como profesionistas dedicados al diseño nos damos cuenta de la importancia del confort y salud que nuestro producto debe de expresar al momento de exponerlo al cliente o a la comunidad en general. En todos los casos, hablaría decididamente por ejemplo de los colores que integramos en nuestra creación, en la saturación de información que queramos implementar y en la facilidad en la función o la visión. Sin embargo, si hablamos de la luz, es un trabajo que a un diseñador arquitectónico le compete de una forma sustancial (si no es que la más importante del diseño).

Sabemos ya una propia redundante definición de la luz natural y el efecto básico que genera en las construcciones. La mayoría de las veces que nos encontramos con esta luz nos provoca “algo”, y esto va en relación al lugar en el que se encuentre y, a veces, la acción que se esté haciendo. Rescato algo que leí en una de las lecturas, que es una definición de la visión, la cual es conocer, entender y apreciar el mundo y su belleza; ésta va directamente ligada con el apreciar la luz y sentir ese “algo”, que tiene muchas escalas que se ubican entre lo muy positivo hacia lo muy negativo.

El punto principal de encontrar la luz natural es apreciarla de una forma lo más cercana a lo muy positivo y sea nuestra llave del bienestar. Un preciso estudio que genere estas sensaciones con la luz artificial llega a ser efectivo también, no obstante, su uso debe ser lo mínimo en la medida posible y en los momentos adecuados del día. Cabe rescatar de las lecturas sobre las emisiones de CO2, en este caso, de Estados Unidos; principales sectores como el transporte y la actividad industrial tienen un porcentaje de emisión del 34% y 26% respectivamente, mientras que las actividades en construcciones generan un 40%, divididas en actividades residenciales y comerciales. Esto ha sido un foco de alerta de nuestro deber como arquitectos en qué tan “verdes” debemos de diseñar nuestros espacios.

Entonces, la luz natural se compromete con estas tres principales funciones: la fisiológica, la estética y la sustentable, por lo que, es la herramienta más poderosa para integrar un diseño arquitectónico de calidad en todos sus aspectos, que al mismo tiempo desprende otras funciones como la temperatura, la comodidad y vistas al exterior.

Dentro de las lecturas, destacamos actores que marcaron la importancia de la luz natural, tal es el caso de Le Corbusier. El arquitecto suizo fue el primero en interpretar de una forma personal la historia de la arquitectura de la ventana, en donde habla prácticamente de su uso y significado en diferentes épocas históricas. Así mismo, entendió que la ventana horizontal tenía poca presencia debido a razones meramente históricas, por lo que, innovó con la tendencia de la ventana horizontal y su eficiente uso que empezó desde brindar más iluminación al espacio que su antecesora, hasta el uso estético y funcional que empezó a ganarle popularidad en la arquitectura moderna y que se sigue manteniendo hasta nuestros días con desarrollos aún más intuitivos.

...