Reseña sobre la eutrofización como principal problema ambiental de fuentes hídricas

Universidad De Oriente

Núcleo de Anzoátegui

Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas

Departamento de Ingeniería Química

Barcelona, 09 de agosto de 2018

INGENIERÍA AMBIENTAL

Docente Ing. Gabriela Barrios

• Asignación: Reseña sobre la eutrofización como principal problema ambiental de fuentes hídricas.
• Bachiller: Estefany Campos.

Cualquiera pensaría que mientras más nutrientes haya en un ecosistema mejor será el desarrollo de los organismos que lo habitan. Sin embargo, el exceso de nutrientes puede afectar notablemente la dinámica habitual de un medio acuático. Este exceso es conocido como eutrofización. Eutrofización es una palabra de origen griego que significa bien nutrido. No es, por tanto, sinónimo o equivalente de contaminación. Ella apenas denota el proceso natural o artificial de adición de nutrientes a los cuerpos de agua y los efectos resultantes de esta adición. La eutrofización es así parte del proceso natural de envejecimiento de los lagos que ocurriría independientemente de las actividades del hombre (Nogueira, 1991). Sin embargo, en la actualidad este proceso es una consecuencia directa de la acción del ser humano y muchas veces es llamada eutrofización cultural para indicar su origen antropogénico (RAPAL Uruguay, 2010, p. 15).

El término eutrofización designa el proceso que presentan algunos sistemas acuáticos dado por el aumento del aporte de fósforo y nitrógeno desde la cuenca de drenaje, que se manifiesta  en una intensa proliferación y acumulación excesiva de micro-algas y plantas superiores. (Ryding y Rast, 1992, p. 17).

Es decir, esos nutrientes que, presentes en exceso, pueden ocasionar un daño evidente en lagos o estanques poseen ya nombre y apellido. Es la demasía de los mismos lo que provoca el desequilibrio del medio y, en casos extremos, la desaparición de la vida que allí exista o del propio cuerpo de agua tal cual es conocido. En un ecosistema acuático eutrofizado ocurren dos cosas: se requiere más oxígeno para descomponer la materia y aumenta la población de los organismos conocidos como productores primarios: como fitoplancton, pastos marinos, macro-algas y lirios. Éstos pueden llegar a atrofiar los procesos de intercambio de oxígeno y el flujo del agua. El líquido se enturbia y la vegetación muere al no poder realizar la fotosíntesis, generando que otros microorganismos, como bacterias, se alimenten de la materia muerta, consumiendo el oxígeno que necesitan peces y moluscos.

Ahora bien, Ledesma et al., (2013) establecen que  el «estado trófico» de las fuentes hídricas es un concepto fundamental en la ordenación de las mismas. Significa la relación entre el estado de nutrientes en la fuente hídrica y el crecimiento de la materia orgánica en la misma. Bajo esta premisa, Mihelcic y Zimmerman, (2011) clasifican los cuerpos de agua de la siguiente manera: oligotrófico, eutrófico y mesotrófico. El primero engloba a aquellas masas de líquido vital pobres en nutrientes con bajos niveles de algas, macrófitos y materia orgánica, buena transparencia y oxígeno abundante. El segundo representa a aquellos cuerpos de agua ricos en nutrientes con altos niveles de algas, macrófitos y materia orgánica, pobres en transparencia y con oxígeno insuficiente en el hipolimnion. Y el último comprende una zona intermedia, con abundante vida de peces debido a sus elevados niveles de producción de materia orgánica y provisión adecuada de oxígeno.

También es importante establecer con claridad que existen dos tipos de eutrofización: la natural y la antropogénica. La eutrofización natural es aquella causada por la acumulación gradual de nutrientes, sedimentos y materia orgánica que comienzan a llenar muchas cuencas lacustres. A medida que los lagos se vuelven más eutróficos, son capaces de soportar más organismos vivos, incluidas algas dañinas. Al mismo tiempo, su área litoral aumenta como resultado de la acumulación sedimentaria. Con el tiempo, este proceso no sólo afecta a la calidad del agua, sino que permite la colonización por vegetación terrestre, en aguas poco profundas en expansión. La duración de este proceso depende de las características de la cuenca del lago y el clima. Básicamente, el proceso natural es causado por descomposición y excreción de organismos, fijación de nitrógeno por microorganismos y acumulación de sedimentos que puede darse con el paso de los años. La eutrofización cultural o antropogénica, en cambio, es la aceleración del proceso natural por causa del ser humano; esta puede completar el proceso de degradación en unos pocos meses. A diferencia de la natural, la cual requiere, en el menor de los casos, de cientos de años para lograr la ruina total de un ecosistema acuático (Mazzeo et al., s.f.).

“La adición de fósforo a través de actividades humanas y el envejecimiento resultante del lago son llamadas eutrofización cultural” (Mihelcic y Zimmerman, 2011, p.324). La eutrofización antropogénica puede deberse a aguas servidas o descargas industriales ricas en fosfatos o especies de nitrógeno orgánico, sean ellas arrastradas por la lluvia, lixiviadas o descargadas especialmente en la cuenca de agua. A su vez, se dice que una de las principales fuentes de eutrofización sedimentaria causada por el hombre es la erosión del suelo por tala de árboles y vegetación. Otras incluyen: fertilizantes aplicados en exceso, aguas residuales de granjas, tanques sépticos, uso de detergentes con grandes cantidades de fósforo, entre otros (Gómez et al, 2016).

El crecimiento no controlado de las poblaciones de fitoplancton (floración o Bloom) es una de las consecuencias más comunes de la contaminación antrópica por nutrientes (eutrofización). Este tipo de contaminación se ha convertido en la problemática más seria y extendida de los sistemas acuáticos tanto a nivel nacional, como mundial. La abundante biomasa producida por los organismos fotosintéticos puede descomponerse desoxigenando el agua, generando malos olores y causando la muerte masiva de peces. Este tipo de fenómenos afecta profundamente la calidad del agua, llegando a impedir la utilización del recurso para algunos fines (recreación, potabilización, etc.). Uno de los inconvenientes más serios asociados a la eutrofización es la toxicidad de ciertos metabolitos secundarios de las cianobacterias (cianotoxinas) que se desarrollan gracias a este proceso, representando un creciente peligro tanto para la salud humana como la ambiental (Goyenola, 2007).

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