Salud En Colombia

La salud en nuestro país.

Desde hace muchos años ha sido evidente la falla de nuestro sistema de salud, existe una gran deficiencia que no han podido solucionar, no todas las personas tienen la capacidad de estar protegidos por una seguridad social o al menos en una que les proteja todos sus gastos mientras se encuentran hospitalizados.

Vivimos en un mundo donde prima la corrupción, este problema no es sólo de Colombia, acá por lo menos las personas con menos capacidades económicas poseen el Sisben, que bien o mal les ayuda para algo, pues saben que les puede faltar todo menos su Ibuprofeno y su Acetaminofén los medicamentos que según el gobierno burocrático y capitalista sirven desde una gripe hasta los síntomas de un cáncer en estado terminal. Así es posible apreciar lo que nuestro gobierno un tantico corrupto desviado más por intereses particulares que por los sociales, aquí prima el bien particular donde se ve a kilómetros de distancia la inequidad, la avaricia, esas ganas de hacer dinero acosta de los demás.

Preocupa mucho ésta situación, pero también vemos que al pasar el tiempo se ha producido un gran avance, pero el problema no radica en que tan diferentes sean las condiciones sino si se cumple el objetivo de brindar un servicio adecuado y de calidad. Pero acaso debe hacernos sentir un poco mejor saber que Los Estados Unidos a pesar de que tienen un enorme capital, casi 50 millones de estadounidenses no cuentan con servicio de salud, es lamentable e inexplicable como un país con tanto dinero, con tantos avances no ofrezca una excelente cobertura a su población.

Es necesario aprender a tomar conciencia, y ayudar aquellas que no poseen esa virtud de ver más allá de unas lindas palabras que solamente compran nuestra percepción, debemos salir de esta inequidad, donde el derecho a la vida y a la salud solo esta para unos pocos, nadie tiene hoy esperanzas muy claras y razonables, el sistema político funciona a medias, con una población que todavía elije a sus gobernantes con apatía y luego sienten remordimiento, sienten que no son dignos de confianza ni de apoyo. En la vida social, la desconfianza ha remplazado muchas cosas, muchos valores, pues antes se basaba en una fe mutua y ya para cada acto se necesitan testigos, abogados y documentos.

En Colombia, para cambiar esta situación se debería tener unos factores determinantes como el nivel de educación, la disponibilidad de agua potable, vivienda y un empleo digno, aspectos que como se pueden observar, no los que predominan en nuestro país.

La salud se volvió un banco, un ámbito deshumanizado para la acumulación de ganancias, falta presupuesto a la hora de prestar un servicio de salud donde prima el que tenga más recursos para pagar y algunas influencias, éste es el que puede acceder sin ningún problema a éstos servicios. Pero que se puede hacer, cuando toca padecer largas esperas, meses, para acceder una cita con un especialista.

También se puede ver, como los trabajadores de la salud han ido deshumanizando los servicios, pues pasó de dar un trato integro al paciente, de brindarle alegría, compresión, humildad, responsabilidad, todos esos valores que deberían tener estos servidores, a un trabajo mecánico, se debe tener claro que no solo es tener una profesión, también es ser persona, es estar educado con principios que lo beneficien y a la vez a la sociedad que esté sometido para que así sigan brindando un sincero interés por el paciente, valorándolos por igual y considerándose la razón de ser.

Pero ¿Qué podemos hacer para cambiar la salud en Colombia? Pues no mucho realmente debido a las condiciones en las que vivimos, en un país donde tiene más privilegio el Presidente de la Republica que cualquier otro ciudadano, porque todavía las personas tienen miedo de protestar por sus derechos, de quitarse ese yugo que nos colocaron al nacer, nos pintaron un país libre, pero dependemos del sistema, ese que hace lo que a los bolsillos más le convenga.

Empecemos educando más a la sociedad, a invertirle más a la educación, a la cultura, a la salud, a la vivienda, a la recreación y al trabajo, encaminémonos a un desarrollo sostenible, donde no se le invierta tanto dinero a la guerra, a las armas, a la diplomacia entre países, cuando es más importante ver las condiciones tan precarias que muchos ciudadanos tienen que soportar, la carga de una familia, la lucha del día a día por un pedazo de pan, que se les ha arrebatado por la politiquería y la burocracia.

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