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Enviado por   •  14 de Abril de 2015  •  10.443 Palabras (42 Páginas)  •  174 Visitas

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TENDENCIAS

UNIDAD TEMÁTICA I. Prospectivas del Crecimiento y del Desarrollo Económico

1.1. Prospectiva, concepto, generalidades y características.

Cuando hablamos del futuro podemos fácilmente caer en la idea de que éste se encuentra ya predeterminado lo que en muchos casos nos lleva a resignarnos y por lo tanto a simplemente esperar que es lo que pueda pasar, sin embargo, la realidad es otra, el futuro es algo que esta definitivamente en nuestras manos por lo que debemos de estar dispuestos no a resignarnos sino a construir el futuro, en base a como queramos que este sea. Basta darnos cuenta que el pasado esta en la memoria y es muy útil considerarlo para no repetir errores, mientras que el futuro se encuentra en el ámbito de la voluntad.

En la economía la teoría prevaleciente habla de una tendencia natural al equilibrio por lo que niega que se pueda construir el futuro económico de una manera dirigida suponiendo que la libertad económica y la preponderancia del mercado conducirán a un funcionamiento económico que lleve a la igualdad de oportunidades, supuesto que en la realidad no se cumple. La economía como ciencia social se encuentra en constante cambio por la propia dinámica social y es esta dinámica la que modifica el sistema económico por lo que la economía debe utilizar la prospectiva para construir una mejor distribución de la riqueza en el futuro.

La prospectiva parte del futuro para acceder al futuro; concentra la atención sobre el porvenir, imaginándolo a partir del futuro mismo y no del presente. Pretende construir el futuro a partir de la realidad, siempre en función de la selección de aquellos futuros que hemos diseñado y calificado como posibles y deseables.

La prospectiva ha demostrado ser un enfoque novedoso para la construcción de futuros deseables, que involucran el estudio de casos o problemas complejos, donde grupos de personas proponen una serie de ideas y estrategias, basados en un completo entendimiento de la problemática presentada. Miklos y Tello, en su libro Planeación Prospectiva, aclaran que la "prospectiva no busca adivinar el futuro, sino que pretende construirlo”.

El término “prospectiva” se ha venido utilizando mucho en los últimos años en referencia a una serie de métodos destinados a mejorar el proceso de toma de decisiones; estos métodos implican una reflexión sobre las oportunidades y los retos que están por venir, sobre las tendencias observadas y sus puntos de inflexión. La prospectiva supone poner en contacto a los protagonistas del cambio con diversas fuentes de conocimientos, a fin de desarrollar visiones estratégicas y desarrollar conocimiento para anticiparse al futuro. Igualmente importante es la frecuente intención explícita de establecer redes de agentes bien informados. Los principales actores de la prospectiva pueden ser empresas, gobiernos, sectores empresariales, entidades sin ánimo de lucro, movimientos sociales y expertos técnicos.

Comparada con los análisis de futuros y las técnicas de planificación a largo plazo más convencionales, la prospectiva presenta dos características novedosas. En primer lugar, incorpora el conocimiento de los retos y oportunidades existentes a largo plazo en el proceso de toma de decisiones inmediatas. En segundo lugar, su análisis del largo plazo no es abstracto, sino que está relacionado con la realidad presente y los actuales procesos de decisión.

La prospectiva tiene un sentido muy preciso: “es la ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él” (Gastón Berger).

Prospectiva quiere decir:

• Imaginar el futuro de una situación concreta a un largo plazo.

• Buscar los medios.

• Orientar los recursos.

• Definir los procedimientos.

• Establecer los pasos intermedios, para conseguir el futuro que se desea.

Las 5 ideas claves de la prospectiva:

•El mundo cambia pero los problemas permanecen

•Los actores clave en el punto de bifurcación

•Un alto a la complicación de lo complejo

•Plantearse las buenas preguntas y desconfiar de las ideas heredadas

•De la anticipación a la acción a través de la apropiación

Elementos Básicos de la prospectiva:

· Visión Holística: Induce a mirar sistemáticamente cada elemento con sus propiedades y el rol que desempeñan en el marco del todo. Se debe ver la relación entre las partes y los procesos y sus interdependencias, así como la influencia del medio ambiente.

· Creatividad: Es el poder de la fantasía que trasciende a la realidad, descubriendo relaciones entre las cosas, sensibilizando la percepción y generando cierto grado de inquietud y anticonformismo, lo cual genera las bases para crear hipótesis; en general es la audacia para emprender nuevos caminos.

· Participación y cohesión: Facilitan el intercambio de ideas creándose la oportunidad para solucionar conflictos y corregir interpretaciones erróneas y llevar a un acuerdo sobre el objetivo común para la acción decisión, promoviendo de esta forma la cohesión.

· Preeminencia del proceso sobre el producto: El proceso se da en el momento de diseñar el futuro, con una base axiológica, por lo que tiene necesariamente una carga valorativa sobre el producto de la planeación prospectiva.

· Convergencia - Divergencia: El diseño del futuro brinda la oportunidad para que quienes sostienen valores diferentes, discutan sus respectivos puntos de vista. Convergencia: Acuerdo en el nivel estratégico de los ideales. La convergencia y divergencia constituye un proceso iterativo en la planeación prospectiva.

La prospectiva constituye aquella disciplina que, a través de una investigación metódica, mediante el uso de técnicas y métodos científicos, permite el estudio sistemático del pasado, presente y futuro con la finalidad de estructurar escenarios a largo plazo, a partir de los cuales se puedan planificar las acciones en el presente que permitan anticiparse a los cambios y tomar las medidas que sean necesarias.

Partiendo del hecho de que el futuro es variado y múltiple, el método prospectivo permitirá ir cerrando el abanico de futuros que se deben considerar. Inicialmente, será preciso determinar cuáles son los futuros posibles. Posteriormente, habrá que definir cuáles de aquellos considerados posibles, son los más probables, y finalmente, de entre los probables, se deberá identificar aquél que constituya el futuro deseable.

El análisis de los distintos futuros - los posibles, los probables y los deseables – mediante técnicas de Prospectiva que estudian cualitativa y cuantitativamente las variables que configurarán los diferentes futuros en un horizonte temporal determinado (entre tres y veinte años), sus características, las interdependencias entre ellas, sus límites y cuantas circunstancias influyan en la identificación de esos futuros. Es decir, se elaboran conjuntos de hipótesis sobre panoramas de futuros que tienen las siguientes características:

 Se considera que no existe un único futuro sino que pueden darse múltiples futuros.

 El enfoque del análisis es global, cualitativo más que cuantitativo, estructural y sistémico: cada variable tiene importancia en tanto en cuanto se relacione (influya y/o dependa) con otras variables.

 Se estudia la evolución probable de las variables-clave: carácter dinámico.

 Los proyectos, objetivos, comportamientos, fuerzas y medios de los actores (agentes que intervienen y/o influyen en el sistema estudiado) son esenciales para evaluar las alternativas: análisis del juego de actores.

 Las combinaciones de hipótesis que se elaboran han de ser explicativas, coherentes y facilitadoras de los procesos reflexión-decisión-acción

1.2. Keynesianismo, crecimiento, desarrollo económico y fracaso del modelo de Estado Benefactor.

La gran depresión iniciada en 1929 ha resultado ser un punto de inflexión para la ciencia económica debido a que significo un desengaño de la teoría económica prevaleciente impulsada por los neoclásicos, quienes al igual que la corriente clásica creían en el equilibrio automático de la economía a través de la libertad del mercado. Por otro lado, ese suceso genero el surgimiento de nuevas teorías económicas que intentaban esencialmente rescatar al modo de producción capitalista de su aparente debacle. En ese marco es donde cobra importancia la figura de John Maynard Keynes, economista ingles que intento explicar las causas de la caída del sistema económico, esto lo llevo a establecer que la economía no tendía a la autorregulación por lo que era necesaria la intervención por parte del gobierno para reanimarla. Keynes entonces planteaba una intervención por parte del gobierno pero dejando intactas la propiedad privada y la toma de decisiones privadas, por lo que el sistema capitalista permanecería a salvo.

La gran depresión puso en tela de juicio las ideas de los economistas clásicos, quienes habían predicho que las fuerzas normales del mercado evitarían un desempleo a gran escala del tipo que se sufrió en los años treinta. Los hechos cuestionaron los supuestos económicos básicos de la época. Keynes se considera el padre de la macroeconomía al proponer un nuevo marco teórico para explicar la gran depresión (así como las fluctuaciones económicas menores), y al sugerir políticas gubernamentales específicas para contrarrestar la depresión.

Keynes realizó grandes aportes más allá de su teoría económica sintetizada en su Teoría General de la Ocupación en interés y el Dinero, publicado en 1936. Fue pieza clave para crear el Fondo Monetario Internacional y el sistema monetario internacional posterior a la segunda guerra mundial.

La afirmación central de Keynes fue que las economías de mercado no se autorregulan sin obstáculo, esto es, no garantizan bajos niveles de desempleo y altos niveles de producción en forma regular. Por el contrario, según Keynes, las economías están sujetas a grandes fluctuaciones que se deben, al menos en parte, a los altibajos entre optimismo y pesimismo que afectan los niveles generales de inversión de las empresas. Un vuelco hacia el pesimismo en la comunidad empresarial provoca una drástica caída en la inversión, lo que a su vez puede originar una caída general de la producción y un aumento del desempleo.

Una vez que comienza un derrumbe económico profundo, decía Keynes, las fuerzas de mercado no pueden eliminarla con rapidez por sí solas. En parte, esto se debe a que ciertos precios clave de la economía, particularmente el nivel medio de los salarios, no son muy flexibles y no responden con celeridad frente a impactos adversos en la economía. Keynes sugería que se necesita hacer importantes ajustes en las políticas macroeconómicas, especialmente en el gasto, los impuestos y la política monetaria, para contrarrestar la caída y estabilizar la economía. Su argumento de que los gobiernos pueden implementar políticas estabilizadoras para prevenir o contrarrestar las declinaciones económicas fue tan aceptado, que sus ideas fueron bautizadas como la revolución keynesiana.

Durante los primeros veinticinco años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, las recomendaciones de política de Keynes predominaron en todo el mundo. Había una creciente confianza en que los gobiernos serían capaces de prevenir una recesión mediante la manipulación activa de la política fiscal y monetaria. La mayoría de las economías del mundo crecieron vigorosamente, sin caídas económicas serias y sin tener una alta inflación. Los hechos parecían confirmar la llegada de una nueva era de estabilidad macroeconómica y la teoría keynesiana se imponía triunfante. Pero entonces en la década de 1970, el panorama económico se oscureció y la confianza en las ideas de Keynes comenzó a mermar. Gran parte del mundo cayo en estanflación, que quiere decir inflación con estancamiento por lo tanto altas tasas de desempleo y fuertes devaluaciones.

Crecimiento y Desarrollo económicos

Es importante recordar que la economía es una ciencia que busca la correcta asignación de los recursos escasos en una sociedad por lo que su principal objetivo en un sentido macroeconómico debe ser el buscar el desarrollo económico considerando que sintetiza sus tres objetivos clásicos (el incremento de la producción, tener bajo desempleo y estabilizar los precios). Por lo anterior, vale la pena distinguir entre dos conceptos muy relevantes, el crecimiento y el desarrollo económicos.

Crecimiento Económico.- Fenómeno objetivo, por lo que puede ser observable y medible. Significa el incremento de las actividades económicas de un país, y en él se manifiesta la expansión de las fuerzas productivas; es decir, de la fuerza de trabajo, del capital, de la producción, de las ventas y del comercio.

-Crecimiento es un concepto que permite entender en términos cuantitativos el desenvolvimiento de la economía. Se trata de una medición que puede abarcar periodos específicos con el objeto de hacer comparaciones.

-Las manifestaciones o formas de medir el crecimiento económico y social de un país son los incrementos en las principales variables económicas, como:

• La producción total del país, medida con el PIB.

• La producción por sectores (agropecuario, industrial y de servicios)

• La producción por ramas económicas seleccionadas (agrícola, ganadera, petrolera, etc.)

• Los ingresos generados en el país, medidos por el Ingreso Nacional.

• El ingreso per cápita.

• La productividad de la economía, medida en forma general, por sectores o por ramas de actividad.

• El nivel de empleo.

• El nivel de ahorro e inversión, ya sea pública, privada o externa.

• La infraestructura.

• El volumen de ventas.

Desarrollo Económico.- Proceso mediante el cual los países pasan de un estado atrasado de su economía a un estado avanzado. Este ascenso que alcanza el desarrollo representa mejores niveles de vida día con día para la población en su conjunto, e implica numerosos cambios cualitativos y cuantitativos.

-Las manifestaciones y formas de medir el desarrollo económico y social de un país son más difíciles de precisar, dado que implican cambios cuantitativos y cualitativos; entre estas manifestaciones destacan:

• Aumento de la producción per cápita.

• Aumento de la productividad per cápita, que resulta de dividir la producción de cada trabajador entre el tiempo empleado.

• Aumento de los salarios reales y nominales.

• Disminución del analfabetismo.

• Mejoramiento en la cantidad y calidad de alimentos ingeridos por persona.

• Incremento en el número de viviendas y mejoras en las condiciones de las ya existentes.

• Disminución de enfermedades infecciosas.

• Aumento de la esperanza de vida.

• La principal manifestación del desarrollo económico es la elevación del nivel de vida de la población en su conjunto.

-Para que exista desarrollo se requiere que el crecimiento económico sea superior al crecimiento de la población y que se mejoren los niveles de vida en su conjunto, para lo cual es necesario distribuir el ingreso de manera más equitativa entre los distintos miembros de la sociedad, y no destruir el ambiente físico.

1.2.1. El “New Deal” y su expansión en el mundo.

Se le conoce como New Deal (nuevo trato) a una serie de políticas implementadas por el presidente estadounidense de 1933 a 1945 Franklin Delano Roosevelt y que implicaban la búsqueda de un verdadero desarrollo económico ante la crisis que se había suscitado tras la gran depresión de 1929. Al contrario de lo que aconteció en Europa tras la crisis donde muchos países se precipitaron hacia el totalitarismo, en Estados Unidos se implemento del New Deal que dio paso a una proliferación de nuevos organismos públicos e iniciativas federales orientados a reinyectar confianza en la decaída economía estadounidense.

El New Deal implicaba una activa participación del Estado para mejorar el nivel de vida de la población mediante programas sociales orientados sobre todo a generar empleos como subvenciones a los agricultores, reformas a los bancos, programas de asistencia social urgente, inversiones y créditos del gobierno, programas para vivienda, reconocimiento de sindicatos, regulación del mercado para hacerlo competitivo, entre otras. Todo lo anterior apoyado en la creación de diversos organismos que perseguían objetivos de corte social.

El New Deal fue una respuesta obligada por parte del gobierno estadounidense ante el fracaso del modelo económico clásico manifestado en la gran depresión que llevó pobreza e incertidumbre a esa nación en los años siguientes, caso contrario a lo ocurrido en la Unión Soviética donde gracias a su economía planificada no habían sentido ni cosquillas ante la crisis del 29. Esto empezaba a inquietar a algunos intelectuales estadounidenses con ideas comunistas, por lo que era necesario recuperar la confianza de la población en el sistema económico capitalista.

Las políticas derivadas del New Deal tenían un innegable olor keynesiano y resultaron tan efectivas en los Estados Unidos que no tardaron en extenderse en buena parte del mundo capitalista y que en muchos casos se conocieron como Estado de Bienestar, donde el gobierno busca activamente disminuir las desigualdades sociales mediante políticas de corte social.

Esta expansión de las ideas keynesianas trajo Estados muy participativos en cuestiones de orden social y económica, en el caso de América Latina en la década de 1940 surge el estructuralismo que es una teoría económica que plantea la necesidad de modificar la estructura económica a partir de la orquestación planificada por parte del estado. Para estos estructuralistas era preponderante terminar con la dependencia de países desarrollados a partir de una industrialización que permitiera sustituir importaciones y terminar con el modelo primario exportador. Para lograr esto se debía garantizar una demanda fuerte lo que se lograba con programas sociales y buenos salarios.

1.2.2. Abandono del Patrón Oro y Crisis del Petróleo.

El patrón oro fue adoptado por todos los países económicamente importantes en 1870 aunque tuvo sus orígenes a principios del siglo XVIII. El sistema adoptado en ese momento se conoció como “patrón oro puro” y su aplicación como tal prevaleció hasta la primera guerra mundial aunque no desapareció hasta el término de la segunda guerra. Las características del patrón oro puro fueron las siguientes:

• La moneda de cada país estaba definida en términos de una cantidad fija de oro.

• Las autoridades monetarias de cada país estaban obligadas a comprar y vender oro en cantidades ilimitadas y al precio fijado, a fin de asegurar que los billetes que emitían estuvieran respaldados 100% en oro, aunque procuraban que no se presentara una excesiva demanda por convertir billetes en oro.

• Había libre acuñación de oro metálico y libre fundición de monedas de oro.

• El oro circulaba libremente dentro y fuera del país, en monedas o en barras.

Bajo el patrón oro, el banco central fija el precio del oro en términos de la moneda nacional, de modo que asigna un precio nominal fijo a la onza de oro, expresado en la moneda local. El banco central utiliza luego sus reservas de oro para estabilizar el precio del metal, comprando o vendiendo oro al precio establecido. Entre los países con patrón oro, los tipos de cambio se determinaban de acuerdo con el contenido relativo de oro de sus respectivas divisas y los países se comprometían a convertir sus divisas en oro al precio establecido.

Bajo el régimen del patrón oro, la oferta monetaria y el nivel de precios de cada país participante dependen de la oferta mundial del oro. Cuando se encontraba un nuevo yacimiento de oro los precios se incrementaban, mientras que cuando transcurre un periodo largo en el que se descubren muy pocos yacimientos de oro, los precios mundiales tienden a permanecer estables o a caer.

Bajo un sistema exclusivo de patrón oro, el banco central mantiene una cantidad de reservas de oro equivalente en valor al papel moneda que emite. El acervo de papel moneda varía únicamente cuando el banco central compra o vende reservas de oro. El oro también puede circular directamente en forma de monedas de oro, y así el acervo de dinero de la economía es igual al oro monetario del país, el cual se define como la suma de las reservas de oro del banco central más las monedas de oro en circulación.

El buen funcionamiento, por algún tiempo, del patrón oro puro se debió sobre todo al auge del capitalismo en esos años, a la falta de conflictos bélicos importantes y de desajustes económicos importantes. Vale la pena mencionar que ese sistema estuvo centrado en Londres debido a la importancia económica de Inglaterra en aquellos años. Esto implicó que las transacciones internacionales se realizaran generalmente no en oro sino en letras de cambio giradas a cargo de Londres, esto es, promesas de pago preparadas por el acreedor y dirigidas a un deudor (el banco de Inglaterra), requiriéndole pagar una suma especificada de dinero en determinada fecha. Así, la característica esencial del sistema monetario del siglo XIX y hasta 1914, fue la gradual sustitución de la moneda mercancía (oro y plata), por la moneda crédito (billetes de banco, depósitos bancarios, letras de cambio).

Al iniciar la Primera Guerra Mundial (1914), EEUU y el Reino Unido suspendieron la libre circulación de oro a través de las fronteras nacionales, con lo cual, de hecho, abandonaron el patrón oro puro. Esto debido a que para pagar los gastos bélicos y la reconstrucción de la posguerra fue necesario incrementar la cantidad de dinero en los diferentes países. Concluida la guerra, se realizaron intentos para retornar al patrón oro, pero adoptando alguna de las siguientes modalidades con el fin de “economizar” oro.

• Patrón lingote oro.- A diferencia del patrón oro puro, suprimió la circulación de monedas de oro, concentró este metal en los bancos centrales y limitó su venta a fines específicos y en cantidades mínimas. Los billetes no tenían ya un respaldo oro 100%.

• Patrón cambio oro.- Los países que carecían de suficiente oro, incluyeron en sus reservas la divisa del país con el que mantenían la mayor parte de sus relaciones económicas y fijaron el tipo de cambio de la moneda nacional en términos de esa divisa que lógicamente era convertible en oro. Esto implicaba supeditación, pérdida de soberanía nacional y dependencia del país centro.

Como se ha mencionado anteriormente en 1929 se presentó la gran depresión con consecuencias desastrosas para la economía. El impacto de la gran depresión, el colapso en los mercados de valores y la severa contracción del comercio internacional, acabaron con las ideas que habían regido hasta entonces en el campo monetario y tuvieron lugar varios acontecimientos que hicieron que la mayoría de los países adoptaron patrones de papel moneda inconvertible, manejados por las autoridades monetarias de acuerdo con las políticas económicas de cada nación.

El Sistema de Bretton Woods

Durante la Segunda Guerra Mundial, nuevamente el financiamiento de los gastos bélicos y de la reconstrucción posterior, hizo crecer excesivamente la circulación monetaria en todos los países, provocando agudos problemas. Por esta razón, aún antes de que terminara la guerra se empezaron a hacer planes para organizar el Sistema Monetario Internacional. La Conferencia de Bretton Woods (julio de 1944), dio nacimiento a un sistema basado en tipos de cambio fijos que podían expresarse tanto en oro como en dólares estadounidenses, que pasaron a formar gran parte de las reservas monetarias de prácticamente todos los países. El dólar era convertible en oro en proporción de 35 dólares por onza troy de oro. Es precisamente en Bretton Woods donde se crea el FMI como núcleo del sistema monetario mundial, teniendo como propósitos fundamentales la creación y el control de la liquidez internacional y el mantenimiento de un sistema de tipos de cambio estables pero ajustables, ayudando a los países con dificultades transitorias en la balanza de pagos.

El sistema Bretton Woods trajo como consecuencia que el dólar se convirtió gradualmente en moneda internacional debido a que tanto países como personas comenzaron a acumular en dólares sus reservas, esto estableció las bases para la existencia en la práctica de un patrón cambio dólar que fortaleció a Estados unidos en el ámbito político y económico.

En los primeros años de la posguerra el patrón cambio dólar funcionó de manera aceptable. Pero gradualmente las cosas empezaron a cambiar: la reconstrucción económica de Europa permitió que estos países fueran aumentando sus reservas en oro y dólares; mientras tanto, la balanza de pagos de EEUU se fue tornando deficitaria. En esto influyeron los excesivos gastos bélicos de aquel país. La magnitud en que crecieron los dólares que los extranjeros poseían en obligaciones a corto plazo de EEUU hizo dudar de la capacidad de aquel país para canjearlos por oro. El déficit en la cuenta corriente que sufrió EEUU desde principios de los años 50´s trajo como consecuencia una fuerte reducción de las reservas en oro de ese país, si sumamos a esto el bajo precio del metal en ese entonces, tenemos como resultado una menor participación del oro en las reservas lo que hacía cuestionarse la capacidad de los EEUU de respaldar con oro la emisión de su moneda.

Ya para 1970 el dólar se estaba debilitando demasiado debido a un creciente déficit de pagos, entonces el 15 de agosto de 1971 el presidente Nixon anunció una “Nueva Política Económica” dirigido a estimular la economía estadounidense. Nixon decidió suspender la convertibilidad del dólar en oro, suspendiendo de manera unilateral el sistema monetario internacional surgido en Bretton Woods. Tal medida dejó al mundo inundado de dólares sin respaldo en oro, lo que desencadenó la inflación internacional. El 18 de septiembre de 1971 se realizó en Acuerdo Smithsoniano donde se reconoció oficialmente la devaluación del dólar y se revaluaron las divisas de las 10 monedas más importantes del mundo capitalista.

Tras la desarticulación del sistema de Bretton Woods, se inició un periodo de inestabilidad e improvisación que aún subsiste, púes se tomo un régimen de tipos de cambio flexibles que no dio los resultados esperados: fueron ilusorias las ideas de que los tipos de cambio flotantes provocarían ajustes automáticos de la balanza de pagos, de que los países ya no se verían afectados por los disturbios monetarios en el exterior y en suma, de que terminaría la inestabilidad cambiaria.

La crisis del petróleo

El 17 de octubre de 1973 la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mas Egipto y Siria tomaron la decisión de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur, que enfrentaba a Israel con Siria y Egipto. Esta medida incluía a Estados Unidos y a sus aliados de Europa Occidental.

Al mismo tiempo, los miembros de la OPEP acordaron utilizar su influencia sobre el mecanismo que fijaba el precio mundial del petróleo para cuadruplicar su precio, después de que fracasaran las tentativas previas de negociar con las "Siete Hermanas" que son las principales petroleras del mundo desarrollado.

El aumento del precio unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo de la OPEP, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados.

En 1979 se vuelve a presentar otra crisis petrolera ante la revolución iraní contra el Sha y la guerra entre Irán e Irak.

En 1976 se llevaron a cabo reuniones monetarias en Kingston, Jamaica para reformar el SMI donde se legalizaron los tipos de cambio flotantes. Aquí, las potencias financieras planearon el nuevo sistema teniendo en cuenta sus propios intereses económicos y haciendo a un lado las carencias y derechos de los subdesarrollados. Se asignaron Derechos Especiales de Giro en proporción a las cuotas del FMI; cada país podía tomar el tipo de cambio que más le convenga; se redujo el papel del oro, estrecha vigilancia del FMI.

1.2.3. Devaluaciones y crisis recurrentes.

El la década de 1970 la economía y su expansión entraron en franca decadencia debido a un proceso inflacionario en expansión, un creciente déficit público norteamericano que exportaba, vía el aumento de masa monetaria mundial, su carga inflacionaria al resto de la comunidad internacional; esto, aunado a la caída del sistema Bretton Woods y a la crisis petrolera de 1973 trajo consecuencias terribles para la economía mundial erosionando los salarios, el empleo, el crecimiento económico y desmantelando el Estado del Bienestar.

Tras la desarticulación del sistema de Bretton Woods, se inició un periodo de inestabilidad e improvisación que aún subsiste, pues el régimen de flotación generalizada que sucedió al de Bretton Woods no dio los resultados esperados: fueron ilusorias las ideas de que los tipos de cambio flotantes provocarían ajustes automáticos de la balanza de pagos, de que los países ya no se verían afectados por los disturbios monetarios en el exterior y en suma, de que terminaría la inestabilidad cambiaria.

A partir de 1973 el clima de inestabilidad económica caracterizado por la creciente inflación mundial y presentarse la crisis energética. Esta inestabilidad se materializo en devaluaciones de las monedas y en crisis económicas recurrentes que afectaron el nivel de vida de la población en prácticamente todo el mundo.

En 1982 comenzaron a desatarse en América Latina numerosas crisis debido a la poca capacidad de estos países para pagar sus deudas, México fue el primero en declararse sin capacidad de pagar siendo seguido por otros países latinoamericanos.

Las crisis recurrentes en todo el mundo capitalista proporcionaron el caldo de cultivo ideal para que emergiera un viejo pero “nuevo” sistema económico que combatía al Estado de bienestar al considerarlo la causa de todos los males económicos al fundamentar el establecimiento de Estados grandes y paternalistas.

1.3. El neoliberalismo y su expansión económica.

Como ya sabemos, el neoliberalismo es una teoría económica que retoma las principales ideas de los economistas clásicos y neoclásicos sobre todo en lo concerniente a la capacidad de la economía de autorregularse. Esto los llevó a plantear un modelo económico que esta en contra de un Estado activo que procure el desarrollo económico como lo había planteado anteriormente Keynes.

El neoliberalismo es una doctrina que ha sustentado una verdadera guerra económica contra la mayoría de la población que son los asalariados. Las políticas emanadas del neoliberalismo, decididas por los centros de poder financiero transnacional, y que han sido bautizadas como “de la globalización”, pretenden alcanzar la eficiencia económica, pero en la mayor parte del mundo han logrado precisamente todo lo contrario y las cifras están ahí para probarlo: una concentración sin precedente de la riqueza, el empobrecimiento y el desempleo o subempleo de la mayoría de la población económicamente activa y la condena a millones de personas a que la desnutrición los haga crecer con sus facultades físicas y mentales menoscabadas, y a no tener derecho a la salud, a la educación ni a la tierra: sentenciándolos a vivir en la injusticia y sin la posibilidad de un futuro digno. Y en lo político, el desmantelamiento de los Estados de bienestar y un crecimiento desmesurado del poder trasnacional.

El neoliberalismo surge teóricamente en contraposición de la teoría keynesiana prevaleciente hasta iniciada la década de 1970 y es precisamente por los sucesos acontecidos en esta década y ya mencionados anteriormente por lo que la teoría neoliberal comienza a tomar fuerza apuntalada por la influencia de los grandes poderes económicos, a quienes convenía la adopción de este modelo para potencializar su creciente poder tanto político como económico.

El problema del Estado se halla en el centro del debate de las políticas neoliberales, pues estas han tendido a reconvertir a los viejos Estados nacionales, sustentados en la tutela de los derechos sociales y las políticas de bienestar, en Estados subordinados a los centros de poder financiero internacional y funcionales a las nuevas políticas que tienden a la reducción del ser humano en función de los intereses económicos de las grandes corporaciones. El desmantelamiento del marco constitucional y jurídico de los países para suprimir de este los derechos de la Nación sobre el subsuelo y el espacio aéreo, las antiguas formas de tenencia de la tierra, las garantías de los trabajadores y de los sindicatos, los sistemas de seguridad social o las universidades públicas está teniendo efectos francamente devastadores.

El neoliberalismo es un totalitarismo, ya que pretende imponer un modelo único, pero es también un dogmatismo, pues sus principios oscuros y contradictorios se presentan como verdades incuestionables. El análisis de la teoría que sustenta el neoliberalismo contrastada con la realidad ha llevado a desmitificar muchos de sus conceptos y como botón de muestra podemos afirmar que evidentemente el libre mercado no lleva al equilibrio económico ni al pleno empleo, sino que por el contrario, facilita la formación de monopolios y por lo tanto la concentración de la riqueza favoreciendo a unos cuantos.

Ante las crisis recurrentes de los 70´s y la estanflación que se presento en muchos países en aquella década fue fácil encontrar un chivo expiatorio que cargara con todas estas culpas y en este caso fueron el keynesianismo y su Estado Benefactor quienes pagaron los platos rotos ante los embates de la corriente neoliberal que emergería como la gran solución económica a mediados de los mencionados años 70´s (teóricamente había surgido desde los 50´s). A partir de ese momento el modelo económico neoliberal comenzó a extenderse por el mundo cual derrame petrolero en el océano, primero se implanto en las grandes potencias como Estado Unidos e Inglaterra y después extendido por medios tan humanitarios como golpes de estado o condicionamiento de créditos por parte de los organismos financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial, quienes siguen siendo los que aplican la manita de puerco a países caídos en desgracia (basta ver lo que ocurre actualmente en varios países europeos).

1.3.1. La Escuela de Chicago, Ronald Reagan, Margaret Tatcher, la Caída del Muro de Berlín.

La Escuela de Chicago

El neoliberalismo tiene simbólicamente su base teórica en la escuela de Chicago, donde un grupo de economistas encabezados por Milton Friedman retomando los principios de la escuela clásica pugnaban por la liberalización de la economía, esto debido a que estos personajes le achacaban la mayoría de los problemas económicos al Estado mientras que el mercado era la solución al regularse de manera automática y de esta forma llevar a la economía a la competencia perfecta y al pleno empleo.

La escuela de chicago tiene un claro enfoque monetarista sustentado principalmente en la teoría cuantitativa del dinero, por lo que se concentran en la política monetaria para controlar la oferta de dinero y de esta forma procurar la estabilidad económica. Uno de los principales problemas con este enfoque, es que basa su metodología en el análisis estadístico y no en la economía real, por lo que suele ser buena en los aspectos matemáticos pero francamente muy mala en lo que a economía se refiere. Cabe aquí recordar que las teorías erróneas no solo nos llevan a respuestas erróneas, sino también a preguntas equivocadas.

Las teorías de esta escuela son la base del neoliberalismo y por lo tanto de las políticas económicas que se aplican prácticamente en todo el mundo como parte del proceso que se conoce como globalización, que no es más que la internacionalización de este modelo que se basa en el “libre mercado”. No es casual que los organismos financieros internacionales como el FMI, la OMC y el banco mundial estén plagados de economistas que enarbolan este pensamiento sumamente pragmático.

Como ya se menciono, esta corriente del pensamiento económico surge en contraposición de las ideas keynesianas sobre la participación del Estado en la economía, ya que según ellos el Estado solo debería garantizar la propiedad privada para que el mercado pudiera por si mismo regular la economía, en este sentido sus principales propuestas son:

• Reducción del papel del Estado en la economía.

• Privatización de empresas públicas.

• Disminución del gasto público, sobre todo del gasto social, incluyendo salud y educación.

• Libre comercio internacional.

• Desregulación financiera.

• Énfasis en la política monetaria para controlar el nivel de precios.

Todas esas medidas han sido aplicadas en muchos países, en unos con mayor intensidad y en otros con menos pero es una constante el hecho de que han traído más problemas que soluciones.

Reagonomics y Tatcherismo

Ya se han mencionado las condiciones que llevaron a la caída del keynesianismo como teoría económica imperante y por lo tanto al surgimiento del modelo económico neoliberal como sistema dominante. Dicho modelo antes de ser disgregado en todo el mundo como punta de lanza de la globalización fue ensayado primeramente en Chile mediante un golpe de Estado que impuso a Augusto Pinochet a la cabeza del gobierno chileno asesorado nada mas pero nada menos que por el mismísimo Milton Friedman y sus Chicago boys.

Tras los primeros experimentos con las ideas monetaristas estas fueron aplicadas en los Estados Unidos y la Gran Bretaña a través de los gobiernos de Ronald Reagan (1980 -1988) y Margaret Tatcher (1979 -1990) respectivamente aunque en ambos casos se mantuvieron políticas proteccionistas en sectores considerados como estratégicos.

Existen algunos estrechos paralelismos entre la historia del thatcherismo en el Reino Unido y el reagansimo en Estados Unidos

El gobierno de Thatcher, del 4 de mayo de 1979 - 28 de noviembre de 1990, pasó a la historia como un gobierno duro e inflexible, y la primera ministra como la “Dama de hierro”. Se tomaron decisiones que cambiaron la historia. En el ámbito de los países industrializados, es en Inglaterra donde se combatieron las ideas y las estructuras keynesianas, nacionalistas, laboristas y socialistas de manera firme y autoritaria hasta lograr desmantelarlas en una parte importante. Margaret Thatcher no tenía duda de cuáles eran los problemas, las causas y las soluciones; para ella, Inglaterra estaba enferma; este era su diagnóstico: en declive económico, productivo, desempleo, disminución del bienestar social, cultura anti empresarial, inflación de dos dígitos, sobre empleo, holgazanería, violencia, envidias, desesperación, discordia; Inglaterra era el “enfermo de Europa”. Las causas: el socialismo, la intervención del Estado, las doctrinas keynesianas, los sindicatos. Las soluciones: el conservadurismo, reducción del sector público, disciplina financiera, la privatización y la reforma sindical.

Las medidas fueron en tres niveles: la política fiscal, la política monetaria y la reforma de los sindicatos. Se “retrocedieron las fronteras del Estado” con la reducción del sector público, la disminución de gastos y la deuda pública, la congelación y disminución de la plantilla, la reducción de la tasa de crecimiento de los salarios públicos, la privatización de las empresas nacionalizadas, con el recorte de impuesto sobre la renta, la desregulación, el recorte de los subsidios industriales. Se dio prioridad al combate de la inflación por medio de la reducción y el control de la oferta monetaria, de la elevación de los tipos de interés, la eliminación del control de precios y del control de cambios; se combatió al socialismo y al laborismo con la restricción del poder de los sindicatos.

La elección de Ronald Reagan en noviembre de 1980 fortaleció la tendencia liberal y monetarista que era representada principalmente por Inglaterra, y en segundo lugar por Alemania con el gobierno de Helmut Schmidt. La economía de Estados Unidos se encontraba con tasas de inflación de dos dígitos, que se convirtió en la preocupación principal del gobierno de Carter y de la Reserva Federal (Fed.). Se adoptó en octubre de 1979 por parte de la Fed. una política monetaria restrictiva para frenar la inflación: se disminuyó la tasa de crecimiento de la oferta monetaria y por tanto se elevaron los tipos de interés, cayó la Bolsa de valores, disminuyó el crédito, se frenó el gasto de los consumidores y de las empresas, se contrajo la economía y se elevó el desempleo a tasas superiores al 10 por ciento en 1982, era la recesión. En 1981 el gobierno de Reagan sorprendió con un presupuesto público basado en la teoría del control de la oferta, que proponía la disminución de los impuestos, la reducción de la demanda nominal agregada, la reducción del gasto público, la disminución de la tasa de crecimiento del dinero; eran medidas para reducir la inflación y a la vez aumentar los incentivos en las empresas y los individuos, para que se elevara la producción y el empleo.

El gobierno de Reagan (1981-1988) se propuso reducir los impuestos en 275 mil millones de dólares en un período de tres años; las tasas marginales se redujeron en forma drástica para las familias de mayores ingresos y se aplicó la tasa máxima del 50 por ciento al ingreso; se eliminaron todos los impuestos a las nuevas inversiones y se eliminaron regulaciones para estimular la expansión de los negocios. A la vez la Fed. aplicó una política monetaria de dinero escaso que hizo subir las tasas de interés a niveles nunca antes vistas. Eran políticas que por un lado pretendían estimular la oferta productiva y por el otro la frenaban.

Con Reagan empezó la llamada revolución conservadora, que pretendía conservar al sistema capitalista, mediante la mayor transformación estructural y superestructual -socio institucional le dicen los evolucionistas- desde los años treinta. Es decir, destruir una gran parte de lo construido en muchos años, que ahora se consideraba ineficiente, derrochador e improductivo y que impedía que se desplegaran las capacidades y potencialidades de los empresarios y de los individuos. Visto así, y dependiendo de los resultados, la contradictoria revolución conservadora podía llegar a ser más revolución que conservadora.

El régimen de Reagan fue el repudio de un tipo de intervención estatal en la economía y en la sociedad y fue la negación de un tipo de política económica. Por primera vez, desde la gran depresión, los liberales -en su sentido clásico- desplazaban del gobierno a los liberales -en su sentido moderno-, para alejar al Estado de la economía y priorizar al mercado libre; se conjunto el monetarismo de Friedman y la economía ofertista: “los dos lados de la misma moneda, medidas compatibles y necesarias para reducir la inflación e incrementar el crecimiento económico” afirmaban los asesores del presidente.

Se abocaron a atacar a la estanflación como el problema principal a corto plazo; lo asociaron con un aumento excesivo de la tasa de crecimiento de la oferta monetaria, y esta a su vez con una mayor participación del gobierno en la economía, con ingresos y egresos que absorbían una parte creciente del ingreso nacional, y con opresivas regulaciones federales; y sin vacilación y sin animo alguno de justificar o encubrir al gobierno, sino todo lo contrario, le cargaron la mayor y la directa responsabilidad por la inflación y las altas tasas de interés a las políticas económicas.

La estanflación no era causada por los aumentos de precios del petróleo, o por fallidas cosechas agrícolas, o por los empresarios o sindicatos, como se había planteado en los gobiernos anteriores; la inflación de largo plazo era producida por la intervención gubernamental. La teoría monetarista se convertía con Reagan en política de Estado. Al igual que en otros países, principalmente Inglaterra, se lanzaba la mayor acometida contra el keynesianismo, dominante aún en la década de los setenta, y, por tanto, considerado como la teoría culpable de la estanflación y de la decadencia de Estados Unidos.

La primera gran transformación (superestructural) fue la adopción de la teoría y la política económica liberal, monetarista y ofertista. Se expresa en los siguientes puntos: a) primacía del mercado libre, b) la inflación como principal problema, c) el fomento de la producción. En el primer punto consideran al mercado inherentemente bastante estable y capaz de asignar mejor los recursos, mientras que al Estado lo consideran como parte del problema, no puede proporcionar o generar crecimiento económico y bienestar, puede solamente crear un ambiente favorable para la inversión privada. En el segundo punto, la inflación se debe al crecimiento de la oferta monetaria y por el gasto público excesivo, esto más las “expectativas inflacionarias” –a su vez- provoca el aumento de las tasas de interés; la variación de la política monetaria es causante de las fluctuaciones del ciclo económico: hay prosperidad con expansión monetaria y hay crisis con reducción de la tasa del crecimiento monetario; pero, la política fiscal no es efectiva para amortiguar las fluctuaciones -no funciona el fine-tuning, ni la política del stop-and-go, como tampoco el tradeoff de la curva de Phillips. Tercer punto, los impuestos excesivos desalientan el ahorro, el trabajo, la inversión y el crecimiento; distorsionan los precios relativos y las tasas relativas de retorno de capital. Con base a estas concepciones teóricas se propusieron en los años de la Reaganomics, reorientar la relación del Estado con la economía, acabar con la inflación y crear un ambiente de estabilidad para lograr el crecimiento.

Una segunda gran transformación que propusieron fue la reforma tributaria. Se determinó que el sistema fiscal era ineficiente y derrochador, que castigaba el esfuerzo individual, el ahorro y la inversión, y, que permitía el excesivo gasto estatal, derrochando el dinero de los contribuyentes y los recursos de la nación, por tanto creaba un déficit y una deuda pública, que reducían las oportunidades de los empresarios y la formación de capital. Se llevaron a cabo dos reformas tributarias, la de 1981 y la de 1986, que disminuyeron las tasas impositivas, eliminaron impuestos, exenciones, subsidios, redujeron las tasas marginales de impuestos, ajustaron los niveles impositivos a la inflación, aceleraron la depreciación en la inversión en planta y equipo, mejoraron y simplificaron el sistema fiscal.

Los llamados “fiscalistas del lado de la oferta” plantearon que este tipo de reforma impositiva, disminuiría los ingresos federales en una primera etapa, pero fomentaría la producción y el crecimiento de las ganancias y los ingresos, lo que provocaría un aumento en la recaudación fiscal. Este es el planteamiento de la famosa curva de Arthur Laffer, que se desprestigió porque la recaudación no aumentó como se había previsto, como tampoco disminuyó el déficit fiscal.

Caída del Muro de Berlín

La caída del muro de Berlín representa un simbolismo del ocaso del sistema comunista que hasta ese momento hacía de contrapeso al capitalismo. Como es bien sabido, después de la segunda guerra mundial el mundo se dividió geopolíticamente en dos bloques económicos, por un lado estaba el bloque capitalista encabezado por los Estados Unidos y por el otro el bloque comunista que lideraba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Estos dos países que habían sido los triunfadores de la segunda guerra se repartieron el pastel y comenzaron lo que se conoció como la guerra fría caracterizada por una fuerte propaganda de ambos países y una carrera armamentista, económica y tecnológica.

Al término de la segunda guerra cada bloque se quedo dominando una parte de la derrotada Alemania separándola en dos Estados la República Democrática Alemana (socialista) y la República Federal Alemana (capitalista), esto implicó la separación de la ciudad de Berlín en dos partes y cuando la guerra fría se intensificó el bloque comunista decidió construir un muro que separará ambos lados en 1961, a partir de ese momento el muro de Berlín se convirtió en un símbolo de esta guerra fría y de la separación de Alemania.

La guerra fría implicaba tácitamente la bipolaridad en lo que se refiere al orden económico mundial, tanto la URSS como los Estados Unidos trataban de extender su sistema económico a la mayor cantidad de países que fuera posible dando como resultado invasiones, golpes de estado, revoluciones y una constante tensión en el mundo.

En 1985 en la URSS fue elegido secretario general del partido comunista Mijaíl Gorbachov quien era conocido como un reformista debido a que pretendía llevar a cabo una serie de reformas que impulsaran el desarrollo de la URSS y terminaran con la extrema corrupción y el atraso de esa potencia que se encontraba en una crisis severa tanto alimenticia como política y social. Estas reformas comenzaron en 1987 y se dieron por dos vías; la parte económica se conoció como la Perestroika y la social como Glasnot. La Perestroika implicaba una serie de medidas dirigidas a reformar el socialismo mediante una mayor libertad económica, su objetivo era convertir el sistema de gestión centralizado en un sistema menos centralizado y adaptado al mercado moderno, para lo cual se permitió una cierta autonomía local, y desarrollar un programa especial para modernizar la industria de ingeniería y los modelos de gestión económicos, que habían sido descuidados. También se pretendía luchar contra la corrupción, con la reducción del alcoholismo y el absentismo laboral; la liberalización económica, permitiendo a las empresas tomar decisiones sin consultar a las autoridades y fomentando la empresa privada y las sociedades conjuntas con un número limitado de compañías extranjeras, impulsando así la inversión. La Glasnot por su parte implicaba una mayor democratización de la URSS con una mayor apertura de los medios de comunicación y el incremento de la participación ciudadana.

El resultado de estas reformas fue la separación de la URSS y el derrumbe del bloque socialista en 1991 cuando Boris Yeltsin apoyado por los altos cargos del Partido Comunista dieron un golpe de Estado y declararon la desaparición de la URSS y la creación de la Federación Rusa con un modo de producción capitalista. Como parte de sus reformas, Gorbachov ordeno que tiraran el muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y como se mencionó antes, esto represento simbólicamente la caída del socialismo.

El término de la guerra fría y el consecuente triunfo de los Estados Unidos dio paso a que este país se erigiera como la cabeza del poder hegemónico mundial y a partir de ese momento, también simbólicamente comenzó el proceso que hoy conocemos como la globalización, es decir, la internacionalización del modelo económico neoliberal incluyendo a los países europeos que conformaban el bloque socialista de la mano de los organismos financieros internacionales que ya desde entonces estaban a la orden de los intereses estadounidenses.

1.4. Estilos de vida en la globalización.

La “globalización” está en boca de todos; la palabra de moda se transforma rápidamente en un fetiche, un conjuro mágico, una llave destinada a abrir las puertas a todos los misterios presentes y futuros. Algunos consideran que la globalización es indispensable para la felicidad; otros, que es la causa de la infelicidad. Todos entienden que es el destino ineluctable del mundo, un proceso irreversible que afecta de la misma manera y en idéntica medida a la totalidad de las personas. Nos están “globalizando” a todos; y ser “globalizado” significa más o menos lo mismo para todos los que están sometidos a este proceso.

La globalización es entonces un proceso irreversible que afronta actualmente prácticamente toda la humanidad, el cual implica cambios no solamente del orden económico sino también político, social y cultural impactando en los modos de vida de los ciudadanos.

Para entender estos cambios en los estilos de vida dentro del proceso de la globalización, hay que tomar en cuenta que el punto de partida de este proceso es el económico apuntalado por el avance de las Tecnologías de Información y Comunicación. Es fundamentalmente económico tal y como esta establecido debido a que ha sido impulsado por los intereses económicos de los más poderosos del planeta, las grandes multinacionales y los grandes centros financieros internacionales. No hay que olvidar que la globalización es la expansión internacional del modelo económico neoliberal dictado desde el Consenso de Washington a través del FMI el Banco Mundial y la OMC. El mayor interés de esta oligarquía que controla el planeta es incrementar sus ganancias económicas para lo que promueve el consumo excesivo y sin sentido como medida de la felicidad a través de los medios masivos de comunicación que dictan estilos de vida y modos de comportamiento prácticamente uniformes para toda la sociedad.

La globalización es sumamente paradójica ya que por un lado supone una mayor diversificación en cuanto al acceso de productos provenientes de todo el mundo, además de culturas e información, pero la realidad es que se han generado monopolios y oligopolios que controlan el mercado e imponen sus productos en todo el mundo terminando con empresas pequeñas de otras latitudes, por otro lado se trata de imponer una “cultura” norteamericanizante a escala global debido a que esta se concentra en el consumo mientras que la información esta controlada por unas cuantas empresas de telecomunicaciones que forman parte de las multinacionales dominantes. Otra gran contradicción de la llamada globalización es la forma en la que aísla a las personas promoviendo el individualismo a través de infundir el miedo y de generar espacios virtuales donde las personas se sienten acompañadas pero en realidad están más solas.

Sin duda la globalización también tiene ventajas pero el problema es que quien la controla busca evidentemente sus propios intereses.

Con la globalización se han modificado patrones de conducta o estilos de vida de los individuos ya que se ha implantado una cultura del consumo e individualismo, lo que lleva generar personas eternamente insatisfechas y superficiales. A esto debemos sumar la nueva tecnología existente que ofrece aparatos que otorgan a los individuos una abstracción de la realidad y los encierra en sus propias burbujas.

1.4.1. La “Aldea Global”

Aldea Global es un término elaborado en 1968 por el canadiense Marshall McLuhan aduciendo que la evolución de los medios de comunicación llevaría a una mayor interconexión humana, lo que conduciría a esta a vivir como en una aldea pero con todos los habitantes del mundo. Esta categoría encaja ahora en el marco de la mentada globalización sin embargo, tiene sus asegunes ya que es evidente que este proceso a pesar de ir de la mano con un avance de las TIC’s no ha producido una comunicación multidireccional sino una unidireccional donde se trata de uniformizar no solamente los sistemas económicos sino también las formas de pensar y de cultura.

No obstante, es innegable que la globalización si ha llevado a una mayor comunicación entre ciudadanos de todo el mundo pero la verdadera utilidad de esto se ha expresado marginalmente debido al control que se tiene sobre los medios de comunicación. De tal manera que si podemos establecer que vivimos actualmente en una “aldea global” pero que esta regida por un régimen absolutista neoliberal que impide que el ideal planteado por McLuhan se materialice, sin embargo, las TIC’s se han utilizado también para que exista un flujo de información no necesariamente proveniente de los grandes centros de poder, un ejemplo de eso son los movimientos en contra del neoliberalismo que se han coordinado en muchas ciudades del mundo o la reciente “revolución” en Egipto que incluso fue bautizada como la “revolución del facebook” o inclusive el también reciente caso de Wikileaks.

1.4.2. Producción, comercio y consumo sin fronteras.

La globalización ha implicado en el sentido comercial y de mercado la eliminación de muchas fronteras entre los distintos países y esto ha sido aprovechado por las empresas multinacionales para buscar las mejores condiciones que garanticen el incremento de sus ganancias. De esta forma, estas grandes empresas buscan los mercados de trabajo donde se paguen los salarios más bajos y los gobiernos les ofrezcan las mejores condiciones. El esquema es muy sencillo, las grandes transnacionales producen en los países donde obtienen los factores productivos más baratos y encuentran mayores ventajas, después puede que ensamblen en otros países y las etiqueten en sus países de origen.

Los acuerdos comerciales a nivel regional y mundial también han sido una constante en la mentada globalización, esto permite a los bienes y servicios circular sin restricciones en gran parte del orbe lo que paradójicamente no ha llevado a tener una mayor disponibilidad de mercancías, sino por el contrario los productos de los grandes monopolios y oligopolios son los que prevalecen en beneficio de estas transnacionales.

Recordemos la teoría de las ventajas comparativas que implica que los países deben aprovechar los recursos con los que cuentan para incrustarse en la división internacional del trabajo, esto tomando en cuenta el papel de los demás países. Esta teoría es aplicable en parte, sin embargo ha demostrado que mantiene la desigualdad entre países y no provoca el crecimiento de los países subdesarrollados sino por el contrario ya que estos requieren también del desarrollo de sus propias industrias

La internacionalización del modelo neoliberal ha llevado a establecer un esquema de producción, distribución, circulación y consumo en beneficio de las grandes transnacionales y del sistema financiero que genera crédito de manera irresponsable para mantener los hábitos consumistas, esto en perjuicio de las propias personas e incluso del planeta, al que están consumiendo en su totalidad.

1.5. Desafíos en el inicio del siglo XXI.

Si algo le sobra a la economía en la actualidad son desafíos y probablemente se deba empezar por replantear los fundamentos básicos de esta ciencia, ya que en un sistema de mercado la economía deja de buscar la asignación más eficiente de los recursos escasos para satisfacer las necesidades sociales.

Uno de los problemas que enfrenta la sociedad en la actualidad en lo que se refiere a la economía es la excesiva concentración de la riqueza que se genera con el modelo económico vigente por lo que una de sus preocupaciones más apremiantes debiera ser una distribución equitativa de la riqueza partiendo de los mismos individuos y llegando hasta los propios países. El problema de la mala distribución de la riqueza radica en que en este esquema de sobreproducción la demanda queda terriblemente rezagada en comparación con la oferta. En este sentido las empresas debieran preocuparse por tener a sus trabajadores con un nivel de vida estable, cosa que no sucede con los esquemas del mercado laboral y los bajisismos salarios que actualmente se pagan.

Otra de las grandes preocupaciones de la economía en la actualidad es lo que atañe al famoso desarrollo sustentable el cual implica el mejorar los niveles de vida de la sociedad con una utilización racional de los recursos con los que se cuentan, en este mismo sentido se encuentra la preocupación por el medio ambiente que lejos de generar verdaderas estrategias que protejan nuestro entorno, ha convertido a la cuestión ambiental en otro negocio también en función de los intereses de las grandes corporaciones.

El sistema financiero es otro de los problemas a abordar en materia de economía internacional ya que este sector ha mostrado un preocupante desvinculamiento entre la economía financiera y la economía real, es decir, la productiva. El sistema financiero a generado mecanismos para reproducir el dinero de una manera más importante manteniéndolo únicamente en la esfera financiera por lo que nuca repercute en la economía real, es decir, no hay inversión ni generación de empleos. En este sentido, es imperativo regular el mercado de dinero a partir de lineamientos generales en el marco de un mundo globalizado aunque cada país deberá en funciones de sus propios intereses establecer un marco regulatorio adecuado que impulse un desarrollo económico a través de la producción.

Para lograr lo anterior, se hace necesario la democratización de las instituciones financieras internacionales ya que estas al ser controladas por uno o unos cuantos países obedecen únicamente a ciertos intereses en detrimento casi siempre de los países menos desarrollados, entonces instituciones como el FMI, la OMC o el Banco Mundial debieran convertirse en verdaderos foros de discusión entre los distintos países que reflejasen los intereses de la mayoría de la población ya que como están configuradas actualmente, dichas instituciones a todas luces no están cumpliendo con sus objetivos iniciales.

Como ya se ha establecido anteriormente el problema con la globalización radica fundamentalmente en por quien esta siendo orquestada y los intereses que persigue por lo que tenemos empresas globales que conforman oligopolios y monopolios que impiden el desarrollo de pequeñas empresas, en ese sentido se debe buscar un esquema donde se establezcan mercados competitivos. Esto tomando en cuenta que la competencia perfecta es algo ideal pero que no encaja en la realidad económica, sin embargo si se puede establecer un esquema en el que las empresas pequeñas y medianas puedan obtener su parte del pastel.

1.5.1. Economía internacional en el siglo XXI.

La configuración actual de la economía internacional parte de la hegemonía que ejerce los Estados Unidos en materia no solo económica sino también política, financiera e incluso militar. Esto le ha permitido imponer un modelo económico y social orientado a sus propios intereses. Estados Unidos promueve en el exterior como parte de la globalización, la libre circulación de las mercancías y de los capitales, apoyado teóricamente en el neoliberalismo, y posteriormente perfeccionado en lo que se ha conocido como el Consenso de Washington. En lo medular dicho Consenso se sintetiza en: la propiedad privada, Estado subsidiario y mercados libres a nivel nacional e internacional para las mercancías y para los capitales.

Estados Unidos, a la vez que promueve la liberalización en el comercio exterior, internamente continúa con niveles significativos de proteccionismo y de regulación. En relación a las importaciones establece regulaciones diferenciadas a través de sistemas especiales que contemplan, entre otros, aranceles, cuotas, prohibiciones y otros mecanismos. En relación a las exportaciones, promueve grandes subsidios, particularmente subsidios al sector agrícola.

La combinación del libre comercio en el exterior, del proteccionismo interior y del control del dólar como dinero mundial, significó para Estados Unidos el mejor de los mundos posibles, situación similar a la de Inglaterra a inicios del siglo XIX. La globalización de la economía mundial, promovida por los Estados Unidos ha posibilitado la reestructuración de su economía y la reconquista de la hegemonía que compartía con Europa y con Japón en la década de los ochenta. Esta hegemonía compartida en los ochenta por Estados Unidos, por Europa y por Japón, fue sintetizada y conocida como " La Tríada".

La reconquista de la hegemonía económica en la economía mundial por Estados Unidos, es el fundamento de la hegemonía política expresada en la Nueva Política de Seguridad Nacional. La Nueva Política de Seguridad Nacional se basa en la potencia económica de Estados Unidos y no en su debilidad. En el artículo de Monthly Review "Las Ambiciones Imperiales de Estados Unidos en Irak", se señala que la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos (New York Times, 20 de septiembre del 2002), establece tres principios claves de la política estratégica estadounidense:

Primero. Asegurar permanentemente el indisputado dominio global de Estados Unidos, de modo que a ninguna nación le será permitido rivalizar o amenazar a los Estados Unidos.

Segundo. La disposición permanente de Estados Unidos para desarrollar en forma rápida ataques militares preventivos contra Estados o fuerzas en cualquier parte del globo que sean considerados una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos, a sus fuerzas e instalaciones en el exterior, o a sus amigos o aliados.

Tercero. La inmunidad de ciudadanos norteamericanos frente a procesos en los Tribunales Criminales Internacionales.

No obstante lo anterior, estamos presenciando el surgimiento de nuevas potencias económicas que no tardarán en disputarle a los Estados Unidos su hegemonía. Quizá los casos que vale la pena mencionar es lo que se conoce actualmente como el BRIC, que es un acrónimo que hace mención de cuatro países que se están consolidando como economías fuertes y dinámicas. Brasil, Rusia, India y China son países que se están fortaleciendo enormemente a partir de un desarrollo de sus economías de manera interna aprovechando las ventajas que ofrece la propia globalización, estos países ricos en recursos y en capital humano comienzan a despuntar como futuros gigantes de la economía internacional en detrimento de los intereses de los Estados Unidos.

El caso de China es tan sobresaliente que hay incluso quien dice que la economía internacional a partir de la crisis del 2008 depende mucho de este país que ahora ya ha desbancado a Japón como la segunda economía más grande del mundo en lo que a producción se refiere.

1.5.2. El nuevo orden mundial.

El nuevo orden mundial se refiere al periodo histórico que se vive actualmente derivado de los cambios en cuanto a las ideologías políticas y el equilibrio de poderes entre las naciones inmersas en este proceso de globalización. En ese sentido podemos establecer que el nuevo orden mundial parte del Consenso de Washington y de la hegemonía económica que ejerce Estados Unidos, sin embargo hay que considerar a las economías que están emergiendo.

Desde que terminó la guerra fría, la humanidad está pasando por una crisis económica y social de una gravedad sin precedentes, que está llevando a grandes sectores de la población mundial a un rápido empobrecimiento. Una tras otra las economías nacionales se desploman y el desempleo abunda. Hambruna y miseria prevalecen en el África subsahariana, en el sur de Asia y en algunas partes de Latinoamérica. Esta “globalización de la pobreza”, que en gran medida ha revertido los logros de la descolonización, se inició en el tercer mundo al mismo tiempo que la crisis de la deuda de principios de los ochenta y la imposición de las letales reformas económicas del Fondo Monetario Internacional.

El Nuevo Orden Mundial se nutre de la pobreza y de la destrucción del medioambiente. Genera el apartheid social, alienta al racismo y las luchas étnicas, socava los derechos de las mujeres y con frecuencia lanza a los países a confrontaciones destructivas entre nacionalidades. A partir de 1990 ha extendido su dominio a las principales regiones del mundo: Norteamérica, Europa occidental, los países del antiguo bloque soviético y los países recién industrializados del sureste de Asia y del Lejano Oriente.

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