Transmisión De Infecciones Bacterianas Y Parasitarias Por Transfusiones De Sangre Y Sus Componentes
kavi24 de Noviembre de 2012
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Transmisión de infecciones bacterianas y parasitarias por transfusiones de sangre y sus componentes
Transmission of bacterial and parasitic infections by blood transfusions and their components
DrC. René A. Rivero Jiménez
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RESUMEN
Aunque las infecciones causadas por agentes virales tienen una gran significación entre las infecciones transmitidas por transfusión (ITT), no se puede desconocer el peligro que representan las bacterias y algunos protozoos. Se ofrecen datos sobre la trascendencia de la transmisión por Treponema pallidum, causante de la sífilis y sobre otras bacterias que pueden contaminar las bolsas de sangre o de componentes, en particular los concentrados de plaquetas, y se hace hincapié en la importancia de las medidas higiénico-sanitarias en los centros de colecta de sangre, sean fijos o móviles. Además, se mencionan los principales parásitos, como el Trypanosomas cruzi, causante de la tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas, y el género Plasmodium causantes de la malaria, responsables del mayor número de ITT en la América Latina, y que se consideran enfermedades infecciosas exóticas para Cuba, lo que nos obliga a adoptar medidas epidemiológicas para mantener la seguridad de la sangre que se transfunde en el país.
Palabras clave: transfusión, VDRL, sífilis, infecciones, malaria, Chagas.
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ABSTRACT
Although the infections caused by viral agents are very important among the transfusion-borne diseases, the danger represented by bacteria and some protozoa cannot be ignored. Data on the transcendence of the transmission by Treponema pallidum, causative of syphilis, and on some other bacteria that may contaminate the blood bags or their components, particularly the platelet concentrates, are given. Emphasis is made on the importance of the hygienic and sanitary measures that should be taken in the fixed or mobile blood collection centres. Moreover, the main parasites such as Tripanosomas cruzi, causing American tripasonomiasis or Chagas' disease, and the genus Plasmodium producing malaria, which are responsible for the highest number of transfusion-borne infections in Latin America, are mentioned. These infectious diseases that are exotic for Cuba make us adopt epidemiological measures to maintain the safety of the blood that is transfused in the country.
Key words: Transfusion, VDRL, syphilis, infections, malaria, Chagas.
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INTRODUCCIÓN
Según estudios internacionales, la seguridad en el suministro de sangre ocupa el 50 % del gasto que un sistema de salud debe emplear para mantener un programa de sangre, tomando en cuenta los costos del proceso de selección de los donantes, la donación propiamente dicha, las pruebas de pesquisaje y confirmación a que se someten todas las unidades de sangre colectadas, así como el procesamiento correcto y aséptico de las donaciones y los gastos debidos a la calificación del personal necesario para hacer funcionar el programa.1
Muchas medidas que se toman para garantizar la seguridad de la sangre son consideradas altamente inefectivas por su fácil vulnerabilidad, por ejemplo, la selección de donantes; o muy efectivas pero extremadamente costosas, y por lo tanto, con un bajo valor costo-beneficio, como la aplicación de las técnicas moleculares o de ácidos nucleicos (NAT) en el pesquisaje de donantes.1
La aparición de enfermedades emergentes transmitidas por animales salvajes o criados en granjas, o por vectores como mosquitos, garrapatas, chinchas, y otros, se ha convertido en un problema internacional debido a la globalización de la economía mundial y a las migraciones de poblaciones de unas regiones más desfavorecidas a otras. Como resultado de estos fenómenos, la seguridad de la sangre se ha convertido en un reto global que requiere de la cooperación concertada entre países desarrollados y en vías de desarrollo.
La transfusión de sangre se considera un sostén fundamental para muchos procederes clínico-quirúrgicos y por ende, la seguridad de la sangre se ha elevado con la aplicación de tecnologías muy modernas, siendo hoy más segura que nunca. Sin embargo, el riesgo para un receptor de adquirir una infección transmitida por transfusión (ITT) todavía existe y es un problema de salud.1
TRANSMISIÓN DE INFECCIONES BACTERIANAS POR VÍA TRANSFUSIONAL
Dada la impresionante reducción que han tenido las infecciones virales transmitidas por las transfusiones, las infecciones bacterianas han pasado a ocupar uno de los factores de riesgo más importantes. Las fuentes de contaminación bacterianas se derivan del brazo del donante; la bacteriemia en el donante, equipos de colecta contaminados y la contaminación que se adquiere durante el procesamiento y el almacenamiento de la sangre o de los hemoderivados.2
La sífilis
Su agente etiológico es el Treponema pallidum, es una espiroqueta que se distingue fácilmente de otros microorganismos, tanto por su morfología como por su manera de desplazarse. Se trata de células alargadas en forma de espiral que se desplazan por rotación alrededor de su eje y fue la primera enfermedad descrita como transmisible por vía transfusional. Las pruebas serológicas se han realizado habitualmente en donantes de sangre por más de 50 años.3 En la actualidad, la transmisión de sífilis por esta vía es excepcional y no se han publicado casos desde 1969.3-5 Este hecho se debe a varios factores, que incluyen la mejoría en la selección de los donantes, la aplicación uniforme de ensayos serológicos y la refrigeración de los componentes, lo que ocasiona la muerte del microorganismo dentro de las primeras 72 horas.3 No obstante, el almacenamiento de las plaquetas a temperatura ambiente presenta un entorno más favorable para la sobrevida y crecimiento del T. pallidum.
En 1995, el Instituto Nacional de la Salud de los EE.UU. (NIH) llegó a la conclusión de mantener el pesquisaje de donantes para sífilis, principalmente por la capacidad potencial de las pruebas de servir como marcador alternativo de otras infecciones, especialmente de la causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).6 Se demostró que en poblaciones de riesgo, como pacientes tratados por enfermedades de transmisión sexual, la prevalencia de sífilis era mayor que en la población control.7 Lo mismo ocurre con drogadictos por vía endovenosa y homosexuales y también en donantes de sangre con marcadores para VIH o virus de la hepatitis B (VHB). A pesar de esto, existen estudios consistentes que indican que los ensayos para sífilis tendrían muy poco valor como marcador alternativo, ya que identificarían menos de una donación en período de ventana para VIH, y el valor predictivo para infecciones por VHB, virus de la hepatitis C (VHC) y virus linfotrópico para la célula T humana (HTLV), sería también muy bajo.3 La utilización en la actualidad de técnicas moleculares para la detección de ácidos nucleicos (NAT), disminuye aún más el valor de esta prueba como alternativa.
Por lo tanto, en poblaciones de donantes de baja prevalencia para VIH, VHB y VHC, es difícil de justificar el valor alternativo de una prueba para sífilis, mientras que en poblaciones de mayor prevalencia la realización de este pesquisaje estaría justificada; como la prevalencia de esta enfermedad también es mayor en estas poblaciones, el valor del pesquisaje para prevenir la transmisión de la enfermedad por vía transfusional sería más evidente y, además, ventajoso para la salud pública, aunque en un estudio piloto preliminar, no se pudo detectar ADN de T. pallidum en 100 muestras de donantes con serología positiva para sífilis.8
Pruebas serológicas para sífilis
Para el diagnóstico serológico de la sífilis se utilizan tanto pruebas no treponémicas como treponémicas. Estas pruebas se diferencian en los antígenos utilizados y en el tipo de anticuerpo que se determina.9-11
Pruebas no treponémicas: determinan anticuerpos reagínicos que se detectan con un antígeno cardiolipina-lecitina altamente purificado. A pesar de que las pruebas no treponémicas son relativamente específicas, no son exclusivas para la sífilis.10
Las pruebas no treponémicas que se usan en la actualidad se dividen en 2 grupos, según la forma en que se detecten los complejos antígenos-anticuerpos; existen pruebas no treponémicas de fijación del complemento y pruebas no treponémicas de floculación. Estas últimas resultan más fáciles de realizar y se usan más cada día en los EE.UU. y en otras partes del mundo, 11 entre ellas la del Venereal Disease Research Laboratory (VDRL) y las pruebas de reaginas rápidas o Rapid plasma reagin (RPR).
La prueba serológica no treponémica más utilizada es la VDRL. Se trata de una prueba bien controlada, fácil de realizar y que se puede cuantificar con exactitud. Es una técnica que utiliza el antígeno de cardiolipina para detectar anticuerpos anti-treponémicos inespecíficos producidos por el individuo ante una infección sifilítica. Se practica normalmente en lámina de cristal, en la que se mezcla el suero del paciente (previamente calentado para inactivar el complemento), con una suspensión fresca de antígeno de cardiolipina; esta mezcla se agita de forma rotatoria y al cabo de pocos minutos se puede observar la floculación utilizando un microscopio de bajo aumento; sus resultados se pueden expresar tanto cualitativa como cuantitativamente, como positivos o reactivos, débil reactivo y negativas o no reactivas.12-14
Las pruebas de RPR se desarrollaron para detectar la enfermedad en estudios de campo.
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