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ZINC


Enviado por   •  18 de Febrero de 2014  •  Exámen  •  2.417 Palabras (10 Páginas)  •  340 Visitas

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ZINC

Deficiencia

Los signos de deficiencia de zinc son consecuencia de la disminución de una o varias de sus funciones biológicas. Se trata de una deficiencia nutricional de tipo II, en la que la primera respuesta es una reducción del crecimiento sin aparente disminución de las concentraciones tisulares. La respuesta más sensible a la reducción del aporte nutricional de zinc parece ser una disminución de la ingesta alimentaria. Son bien conocidas tanto la anorexia como la ingesta cíclica de alimentos de los animales (pollos y ratas) sometidos a dietas deficitarias del metal.

En los niños con deficiencia de zinc, una de las manifestaciones clínicas es el escaso apetito. El mecanismo de la anorexia relacionada con zinc es complejo. Entre los posibles factores implicados se encuentra la liberación de opiáceos, de colecistocinina o de neuropéptido y con lugares de acción en el encéfalo (posiblemente el hipotálamo) o en el intestino.

La función de la reducción de ingesta podría ser adaptativa ya que, al limitar el crecimiento, se conservan los niveles hísticos de zinc necesarios para las funciones esenciales.

Tanto en el hombre como en los animales, se han descrito los signos evidentes de la deficiencia de zinc. En los animales consiste en retraso del crecimiento, disminución de la función inmunitaria, lesiones cutáneas, pérdida del apetito, alteraciones esqueléticas y afectación de la capacidad reproductiva. En los estudios clásicos sobre deficiencia humana de zinc se observaron reducción del crecimiento (hasta el punto de provocar enanismo) e inmadurez sexual; en el cerdo se encontraron graves lesiones cutáneas (llamas paraqueratosis). No obstante, la definición clara de la deficiencia humana de zinc ha constituido un desafío.

La deficiencia congénita de zinc causada por malabsorción del elemento fue descrita como acrodermatitis enteropática en el hombre y como enfermedad adema en las vacas lecheras.

La acrodermatitis enteropática se asocia a infecciones por Candida albicans, mientras que la enfermedad adema produce atrofia timica. Estas alteraciones hereditarias revelan la relación entre a deficiencia de zinc y la función inmunitaria en los animales y en el hombre.

Un caso similar a la acrodermatitis enteropatica observado en el hombre podría deberse a una baja concentración de zinc en la leche materna, situación tal vez similar a un cuadro congénito del ratón (leche letal), en el que la cantidad de zinc aportada por la leche materna es insuficiente, lo que provoca una deficiencia terminal de zinc en las crías.

Los niños con deficiencia aguda de zinc pueden sufrir convulsiones, mientras que los individuos con genotipo de acrodermatitis enteropática presentan alteraciones del comportamiento. La etiología de dichas alteraciones no es clara pero existen determinadas regiones del encéfalo asociadas a la actividad neural y a la memoria que son muy ricas en zinc.

Nuestros conocimientos actuales sobre la deficiencia humana de zinc gran parte de la cual podría ser marginal, se basa en las respuestas a los suplementos del metal observadas. Un ejemplo de ello es el intento de aumentar la inmunocompetencia de los ancianos sin signos de deficiencia de zinc.

Exceso y Toxicidad

Los aspectos nutricionales de los efectos tóxicos del zinc han sido objeto de buenas revisiones. La toxicidad aguda por zinc provoca malestar gástrico, mareos y náuseas, complicando así los estudios sobre suplementos de zinc ya que el efecto emético aparece al superar los 1500 mg/día. Se han descrito casos de muerte con grandes dosis de zinc en las NPT.

La toxicidad crónica da lugar a problemas gástricos. Entre otros efectos crónicos se encuentra descenso de la función inmunitaria y del colesterol asociado a lipoproteína de alta densidad cuando los suplementos son muy elevados (300 mg/día).

El suplemento de 150 mg/día administrado a mujer produjo una disminución de la lipoproteína de baja densidad y de la actividad de ceruloplasmina ferroxidasa sérica, sin alteraciones significativas de la HDL.

Una ingesta elevada produce en gallinas una pausa en la producción de huevos y pérdida de las plumas, secundarias a la rápida disminución de la ingesta alimentaria.

La administración de 100 mg/kg con la dieta a pollos produjo alteraciones de la función exocrina de las células pancreáticas.

La hipocupremia observada cuando se administraron 150 mg de zinc/día a pacientes con anemia drepanocitica se debió a una deficiencia de cobre inducida por el zinc.

En conjunto, el zinc debe ser considerado como un micronutriente relativamente atoxico cuando los suplementos se administran en cantidades moderadas.

¿Cuánto zinc necesito?

La cantidad diaria de zinc que necesita depende de su edad. Las cantidades promedio diarias de zinc, expresadas en miligramos (mg), que se recomiendan para las personas de diferentes edades son las siguientes:

Etapa de la vida Cantidad recomendada

Bebés hasta los 6 meses de edad 2 mg

Bebés de 7 a 12 meses de edad 3 mg

Niños de 1 a 3 años de edad 3 mg

Niños de 4 a 8 años de edad 5 mg

Niños de 9 a 13 años de edad 8 mg

Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad 11 mg

Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad 9 mg

Adultos (hombres) 11 mg

Adultos (mujeres) 8 mg

Adolescentes embarazadas 12 mg

Mujeres embarazadas 11 mg

Adolescentes en período de lactancia 13 mg

Mujeres en período de lactancia 12 mg

¿Qué alimentos son fuente de zinc?

El zinc se encuentra presente en muchos alimentos. Puede obtener las cantidades recomendadas de zinc mediante el consumo de una variedad de alimentos, entre ellos:

ostras, que son la mejor fuente de zinc;

carnes rojas, carnes de ave, mariscos como cangrejo y langosta, y cereales para el desayuno fortificados, que son fuentes buenas de zinc; y

frijoles, frutos secos, cereales integrales y productos lácteos, que también aportan el zinc.

¿Qué tipos de suplementos

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