Hábitos de vida no saludable

HABITOS DE VIDA NO SALUDABLE

Reconociendo que los estilos de vida han ido cambiando con el tiempo, debemos tener en cuenta que los saberes en cuanto a los hábitos no han cambiado de forma exagerada sobre todo en los jóvenes universitarios, que, aunque teniendo los conocimientos para llevar una vida sana, se les hace más fácil llevar una vida sedentaria y dejarse llevar por “el qué dirán” de la sociedad que los rodea si se comportan de manera totalmente diferente a lo que la mayoría considera como “normal”.

En relación a la alimentación, nos damos cuenta que se incurre demasiado a la ingesta de las llamadas comidas rápidas o chatarra, que no aportan lo que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento tal vez con la excusa de no contar con mucho tiempo para una buena alimentación; de igual manera que se abusa del alcohol y el tabaco para una mal llamada inhibición social con la tonta idea de que les permite conocer de mejor forma a otras personas, pero sin pensar en los contra a que esto lleva como las relaciones sexuales sin consentimiento y las infecciones de transmisión sexual entre otros.

Otro punto a tener en cuenta es la falta de actividad física que sumado a lo anterior de cierto modo nos da algo así como “menos tiempo de vida” que se ve reflejado en que el cuerpo y la mente se sientan cansados constantemente; de todo esto se desprende un tema que ha ido incrementando con los años y se trata de la seguridad vial porque si sumamos la mala alimentación, las pocas horas de sueño y el abundante consumo de alcohol, el tabaco y otras sustancias psicoactivas convierten a cualquier persona, en este caso hablando de los jóvenes universitarios en verdaderos monstruos detrás del volante creyéndose por el contrario en “súper conductores”, siendo los hombres los que presentan mayor afluencia en estos casos si se comparan con las mujeres.

Es para recapacitar en cuanto a los hábitos de vida que se ha venido llevando (obviamente sin generalizar) por la humanidad y que se dejará como herencia a futuras generaciones. Si ya tenemos conocimiento del problema y sabemos cuál es la solución, tenemos la obligación de infundir a los jóvenes y niños esas “cosas” buenas que aún pueden hacer creer en la humanidad y que ojalá trascienda en los anales del tiempo.

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