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Apreniendo a volar


Enviado por   •  24 de Junio de 2017  •  Ensayos  •  1.196 Palabras (5 Páginas)  •  129 Visitas

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Aprendiendo a volar.


—Algún día aprenderás a leer y te gustara tanto que lo harás siempre, la lectura será el pan de cada día

—Porque tendría que gustarme tanto leer aburridas palabras que no dicen nada interesante.

—Ojala algún día lo entiendas, son palabras, palabras que te llevan a otro mundo y que te hacen volar hacia allí.

—Mamá las personas no pueden volar.
—Claro que pueden, lo sabrías si leyeras un poco.

Recuerdo esta conversación con mi madre, yo estaba muy pequeña, pero desde ese día los libros me parecieron mágicos, tenía tanta curiosidad de saber que se sentía leer y poder volar, entonces  me molestaba conmigo por no saber leer aún, quería aprender a leer cuanto antes porque pensé que si lo hacía, podía aprender a volar también. Ese pensamiento nunca me dejo en paz, me sentía mal porque no sabía comprender ni una sola palabra de los libros, ni mucho menos escribir y por consecuencia tampoco sabía ‘’volar’’.
Los adultos siempre tienen un argumento para hacerte sentir mal, sin embargo me deje llevar, crecí y aprendí a leer, a escribir, pero jamás volé. Me decepcione porque por más que intentaba volar no podía, fue una de mis peores decepciones de la infancia, hasta que un día acepte que por más intentos, jamás volaría.

Crecí con ese pequeño pero doloroso recuerdo, hasta que un día de escuela mí mejor amigo de nombre Gerardo me regalo un libro.

— ¿Tu sabes cómo volar con un libro?—Le pregunte.

— ¿A qué te refieres?-dijo burlonamente— ¿Volar con un libro?
Le conté por primera vez a alguien la dolorosa historia de mi infancia, me dijo que leyera el libro que me había regalado, que al leerlo sintiera cada una de las palabras, que las apreciara como si yo fuera la que las decía, que las bebiera y las pasara; le di las gracias y salí corriendo.

Saliendo de la escuela me fui rápidamente a mi casa, entre en mi cuarto, me encerré en él, saque el libro de poesía que me había dado, puse ‘’Für Elise-Bethoven’’, abrí el libro en una poesía llamada ‘’muere lentamente’’...Leí una y otra vez cada una de las palabras, me parecían nombres que no llevaban un mensaje; hasta que recordé lo que me había dicho Gerardo, empecé a acercarme a cada una de las palabras, apreciándolas, sintiéndolas...Bebiéndolas.—Muere lentamente—En realidad la poesía no habla de una muerte literal, habla de algo más metafórica—Morir— No gozar de las pequeñas cosas de la vida, y vivir sin motivo alguno, quejándonos de todo, a eso se refiere.—Morir lentamente— Estar respirando y creer que estamos viviendo, cuando no sabemos que el verbo ‘’vivir’’ requiere así mismo de otros verbos; no disfrutar de la vida, encerrarnos en nuestra zona de confort, sin apreciar lo esencial y lo puro como por ejemplo: el café que nos tomamos por la mañana, ver el sol salir, la lluvia cuando cae sobre nosotros, la sonrisa que nos regalan nuestros seres queridos, un buen libro antes de ir a dormir, la buena música de antes y no las canciones antiestéticas de ahora, ver el hermoso paisaje, pero sobre todo no disfrutamos de lo práctico, de lo esencial y siempre nos quejamos diciendo que la vida es mala o cruel, intentando buscar más sin disfrutar lo que ya tenemos, pero la vida no es mala, nosotros nos llenamos de avaricia o ambición y queremos todo lo que realmente  no necesitamos, la vida será más fácil cuando queramos lo que de verdad necesitamos, cuando entendamos que la vida son los momentos que pasan mientras nosotros intentamos hacer muchas cosas, menos ser felices, y no detenernos un momento para darnos cuenta que es lo que está pasando, para reflexionar del porque queremos tanto conseguir algo y si eso de verdad es lo que nos hará felices, eso es morir lentamente, y lo peor es que ni nos damos cuenta.
Esa tarde volé muy lejos, por fin esa conversación con mi madre cuando era pequeña ya no me pareció dolorosa, ya jamás volví a pensar que mi madre era fría conmigo, mi madre tenía razón y era la persona más increíble del mundo y agradecí tanto por tener a las mejores personas en mi vida, por tener a mi mejor amigo, y también por las personas que escribieron las mejores poesías y los mejores libros. Volé tan alto que cuando caí me di cuenta que al abrir un libro, abres tu mente, abres tu imaginación, y supe que Leer era lo más maravilloso del mundo, que leer era todo lo que quería y leer era todo lo que necesitaba hacer.                                                                                                                                                                                                                                                    
[pic 1]                                                                                   Diana Patricia Romero Flores.

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