Autoestima Del Venezolano

La autoestima es la percepción que tiene cada persona de sí mismo, cada individuo de este mundo tiene una autoestima, sin importar algún tipo mujer, hombre, joven, blanco, negro, etc., en fin, la autoestima está presente siempre, bien sea baja o alta, pero está. Sin embargo está ha sido, desarraigada por ciertos factores, dentro de los cuales la marginalidad se destaca en gran manera, este término no está presente en una clase social específica, realmente, está en cada venezolano. “La marginalidad es el que, ajeno a sí mismo, se margina por sus experiencias de abandono y de maltrato, el que no cree en sí, ni tiene conciencia de sí, de sus contextos y mucho menos del país”. (Barroso M. 1998).

Del mismo modo, todos los seres humanos se acuestan y se levantan cada día sin escucharse a sí mismo, con todas sus necesidades, aspiraciones, sueños y posibilidades en la puerta de la vida, pidiendo a gritos que alguien le escuche. Viven en la marginalidad en su manera de pensar, de sentir, de ser y de existir, porque esta les niega el derecho fundamental de ser escuchados.

Existe una gran necesidad desde la niñez y es el simple hecho de querer ser escuchados, más existe un gran problema y es el no querer escuchar, todos quieren ex-catedra decir lo que le pasa al país, dictar clase magistrales en cinco minutos de programas aburridos.

El venezolano está acostumbrado primeramente a tener una forma de pensar mediocre, que por el simple hecho de verse limitado por su condición económica creen que no pueden llegar a superarse, además están esperando que aparezca la solución del norte, del sur, de arriba , de abajo, de todos lados menos de él mismo.

Venezuela está en crisis desde su nacimiento. Bolívar pensó que su más grande hazaña no era libertar a su pueblo, sino conducirlo hasta el desempeño de su libertad y para que esto se plasmara en la historia tuvo que correr mucha sangre, sin embargo el pueblo sigue siendo pobre, ignorante, engañado y desesperanzado, la cual es la principal razón de la crisis que atraviesa el territorio venezolano. Existen otros factores implicados en la crisis, algunos dicen que la crisis es política y otros que son económicos y no se descarta el hecho de que hay otros factores determinantes. El venezolano no está claro de sus necesidades, no tiene contextos definidos, ha perdido la capacidad de mirarse a sí mismo, de tomar conciencia de lo que está sucediendo consigo, de allí deriva la verdadera causa que atraviesa Venezuela.

“Lunes Negro”. En la UCV encapuchados, bandera roja, enemigos del gobierno, mil muertos. Los comercios saqueados: Cada, Central Madeirense, Supermercados Victorias, colas por todas partes, no hay gasolina. Lo que paso en la tarde del 27 de febrero de 1989 fue una metáfora de la violencia que todo venezolano ha padecido durante treinta y ocho años. Se registraron 257 muertos, según cifras oficiales, pero en treinta años de democracia las cifras de todas las muertes y torturas y maltratos se catalogarían en millones y nadie ha dicho nada.

Los ideólogos buscaran en las dinámicas de los cambios sociales las causas del 27 de febrero, sabiendo, que son los síntomas de una sociedad en descomposición, y determinaran las causas de las crisis.

Sin embargo, el venezolano sabe de qué se trata y sabe que tiene que hacer para tratar de enderezar la crisis. Pero todos padecen la enfermedad de la importancia creyendo que todo depende de “Él mismo”, así que morirán todos perdidos en el individualismo realmente lo que tienen que preguntarse es “¿Quién soy y qué quiero como persona y como miembro de una comunidad que aún tenemos que formar? Lo vivido el 27 de febrero fue un espejismo de lo que el venezolano ha querido hacer, entonces la pregunta es ¿Qué quiero yo ofrecerle a Venezuela para salir de la marginalidad?

Después de este acontecimiento ocurrido, Venezuela ha vivido un alboroto.

“La marginalidad está en todas las clases sociales, en todas las posiciones de jerarquías, en el manejo de la administración pública y privada, en la casa y en la calle. Solo la marginalidad pudo haber convertido esta belleza de país en el desastre que presenciamos. El venezolano, aunque tenga dinero y títulos académicos, es un marginal, un ausente de sí mismo, un destriangulado con mapas de abandono, de irresponsabilidad y mala administración”

(Barroso M. 1998 Pág. 6)

La marginalidad no distingue las clases sociales, ya que estas son raíces de la crianza de cada individuo, la marginalidad es una gran paradoja. “Somos ricos para ser pobres, tenemos todo para no tener nada” (Barroso M. 1998 Pág. 6).

Venezuela ha sido un país que tiene un largo historial de decepciones pero esto es a raíz del mismo venezolano que se ha encargado de que el país tenga el rumbo que tiene. Desde el comienzo de los tiempos el venezolano ha adquirido tres culturas con las cuales se han casado y no las ha querido soltar, no siendo poco aplican esta cultura de abandono, maltrato e ignorancia sobre sus hijos los cuales van creciendo y repitiendo la misma historia convirtiéndose en una cadena interminable.

“El 80 por ciento de los venezolanos, independientemente de su estrato social, carece de una conciencia definida de sí mismo, como persona. Ignora sus necesidades, las niega, no les da importancia, las deja en manos ajenas, las evade” (Barroso M. 1998 Pág. 42). Con esa cifra se puede observar la falta de conciencia y el problema que existe tan grande a consecuencia de esta. Para que el venezolano tome conciencia de sus necesidades, deben asumir que ellas existen y que él tenga derecho de atenderlas y buscar los medios para satisfacerlas, estas son definiciones básicas que orientan para poder conocer la carencia de la autoestima y la supremacía de la marginalidad en la mente de los venezolanos. No obstante, existen otros contextos que se juegan un papel esencial como lo son: tiempo, los mapas, el otro; “El venezolano no cree en sí mismo, mucho menos lo podría hacer con el otro. Lo utiliza cuando le conviene. El otro no tiene derechos, no importa” (Barroso M. 1998 Pág.63), los recursos, las opciones, los valores y las normas. Los objetivos son importantes porque definen o marcan una trayectoria de lo que se es a lo que se quiere llegar hacer, esto se conseguirá no solo con objetivos personales sino también con el amor y el respeto por los objetivos nacionales, lo más conveniente es siempre apoyar al país con el positivismo y dejando las opiniones que empobrecen al país.

Esta sociedad está en formación y los males que ocurren se han atribuido a la ausencia de la experiencia familiar. El venezolano, como persona, carece de una experiencia familiar estructurada y, sobre todo, de triángulos familiares.

Toda

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