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Bibliografia Basica


Enviado por   •  2 de Enero de 2012  •  3.254 Palabras (14 Páginas)  •  608 Visitas

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LIBERACIÓN FEMENIL

La liberación femenina es un movimiento que se inició desde el principio de la historia y que continua hasta nuestros días, por medio de muchas voces y un clamor de basta que se fue haciendo cada vez más fuerte por un grupo de mujeres.

Sobre todo en los países desarrollados y debido a los cambios políticos, económicos y sociales que se suscitaron; surgió según los historiadores la "Segunda Revolución Industrial" iniciada en la década de 1870, provocando una clara aceleración del movimiento feminista en el último tercio del siglo XIX.

En Inglaterra, surgió el llamado movimiento de la "Liberación Femenina" formado por un grupo de mujeres que tuvo la audacia, en aquella época, de protestar en contra de la discriminación de la mujer en cuanto al sufragio; exigían el voto femenino para elegir a los gobernantes. Este movimiento pasó rápidamente a los Estados Unidos y las llamaban "sufragistas".

Es en 1837, cuando emerge en la lengua francesa, la expresión feminisme, la cual intenta apoyar públicamente los derechos del género femenino en dicha sociedad. Desde el surgimiento de esta doctrina, las mujeres han llevado a cabo luchas incansables para defender sus derechos y su papel en la esfera de la vida pública. Pero es en los últimos años, donde esta teoría feminista ha forjado conceptos nuevos, evolucionando para un mejor análisis al respecto.

Pero la historia de las mujeres no es sólo la historia de su represión, sino también la historia no menos ocultada hasta hoy de su resistencia en el curso de los siglos a esta represión y a su encierro. La discriminación de la mujer ha sido constante a lo largo de muchas etapas de la historia de la humanidad, en base a una supuesta inferioridad del llamado “sexo débil”.

En Francia del siglo XVIII, las salonniéres triunfan: cada una se especializa en un espacio en la protección de uno o varios escritores del Siglo de las Luces. La Marquesa de Lambert expresa ideas feministas, Madame de Epinay protege al abad Galiani, Madame de Chátelet, a Voltarie Mademoiselle de Espínasse, D’Alembert, etc. Es aquí donde Hijas o mujeres de banqueros comienzan a desempeñar un papel importante. Por ejemplo, Madame Necker y su hija Germanine de Stáel, abrieron su salón a los liberales. La primera de ellas era enemiga encarnizada del misógino Napoleón, la cual dirigió una cadena periódicos. En su salón, Madame de Condorcet y su marido se volvieron propagandistas de la igualdad de los sexos y de los derechos de las mujeres trabajadoras.

En este periodo las mujeres de los medios populares desempeñaron un papel considerable de preparación y de apoyo a la lucha revolucionaria, tanto en París como en la provincia. En Bergerac, de 1770 a 1789, las mujeres participaron muy activamente en los motines a favor de la tasación del trigo. Por su parte, en Grenoble (1788), las mujeres dirigen una petición al rey; escriben una lista de sus quejas y denuncian la condición femenina: «Las hijas del tercer estado nacen, casi todas, sin fortuna. Su educación es muy viciosa o muy descuidada». Reclaman su franquicia, el derecho de votar y de ser representadas por ellas mismas, «puesto que los representantes deben tener absolutamente los mismos intereses que los representados, las mujeres no pueden estar representadas sino por mujeres». En 1789, las pequeñas comerciantes, las vendedoras de pescado, las lavanderas, las jornaleras, actrices, costureras, desempleadas, cantantes alrededor de 4.000 se dirigen a Versalles, de donde volverán junto con la familia real y con el decreto sobre el precio del trigo.

Las mujeres de las clases medias fundaron clubes para sostener la Revolución, algunos exclusivamente femeninos. Olympie de Gouge publicó la Declaración de los Derechos de las Mujeres, cuyo artículo afirma: «La mujer tiene el derecho de subir al cadalso, debe tener igualmente el derecho de subir a la tribuna». Condorcet habló ante la Asamblea Nacional a favor de la emancipación de las mujeres, era el mismo que había escrito en 1788: «El derecho de ocuparse directamente, o por representantes, en los asuntos de su país, es un derecho que los hombres tienen no por su sexos sino por su cualidad de seres racionales, que le es común con las mujeres.

Otro elemento clave lo constituyó la incorporación de la mujer al trabajo durante la Primera Guerra Mundial para sustituir a los hombres que habían marchado al frente. La consciencia de su valor social alentó sus demandas del derecho de sufragio.

La mentalidad femenina comenzó a cambiar a inicios de la década de 1920, las mujeres de entonces comienzan a transformarse, la ultra femenina y sumisa ama de casa adopta un estilo más masculino, usa ropa más sencilla para trabajar; algunas se cortan el pelo, fuman, usan pantalones, practican deportes varoniles, conducen automóviles, viajan con independencia.

La segunda oleada feminista se da en la década de 1960, con el auge de la rebelión hippie y la liberación sexual que impulsa abiertamente la promiscuidad sexual y el amor libre.

Los principales objetivos del movimiento feminista, siguen siendo los mismos: el derecho de voto, la mejora de la educación, la capacitación profesional, la apertura de nuevos horizontes laborales, la igualdad de sexos en la familia como medio de evitar la subordinación de la mujer y el que ella pueda tener un mayor control sobre su sexualidad, entre otros.

En algunos países incluso es aceptada no sólo por las mujeres, sino que cada vez más frecuentemente y a pesar suyo, son los hombres los que la promueven y educan a sus hijas e hijos dentro de sus propuestas, y aunque hay todavía muchos pueblos y sociedades que aún no la conocen; es probablemente el hecho revolucionario del siglo XX que mayores repercusiones ha tenido en la vida social, política y personal de millones de personas.

Sin embargo por un lado el feminismo radical de los años 70 la llevó a un lamentable estado de alienación y distorsión de su identidad, proponiendo una "lucha contra su propia fertilidad", afirmando que la mujer debe huir de "la trampa de la maternidad" si quiere conquistar el terreno profesional del varón y por otro lado el conflicto con los hombres que han vivido y se han desarrollado en una sociedad machista, por lo que no la aceptan.

La lucha por la igualdad y la dignidad de las mujeres, se evidencia hoy en las protestas llevadas a cabo por las mismas como movimientos de liberación. Estas surgen en el Renacimiento, cuando los ideales de emancipación del individuo comienzan a urgirse desde los nuevos estratos sociales. En cambio, hoy estas protestas tienen lugar primordialmente en aquellos lugares en donde la situación de la mujer ha mejorado considerablemente,

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