Caracter De Sancho Panza

Sancho Panza es el escudero de Don Quijote. Comparte con él el mérito de ser un protagonista central. Es la antítesis del hidalgo: bajito, grueso, a él le interesa estar alimentado y así ser feliz. Es un aldeano rústico, práctico, le interesa la realidad. Quiere sacarle provecho a cada situación. Sin embargo, resulta ser un servidor muy leal: en todo momento se preocupa por el bienestar de su amo, a quien protege y admira - Su condición de buena persona. Realmente Sancho Panza, tal cual se le conoce, no ha hecho nunca mal a nadie intencionadamente, siempre a mirado por el bien de todos y ha tratado con igual desparpajo a todo tipo de gente. Estos son, entre otros muchos, los motivos de los que me valgo para realizar la afirmación expuesta al principio ya que creo que ser "buena persona" consiste en no hacer daño a nadie (por supuesto), no reparar exclusivamente en el bien propio y ser coherente con los principios, las palabras y los hechos que realizamos ante cualquier situación que surja.

- Su "panza" (que "casualmente" tiene que ver su nombre), porque es comúnmente conocido que Sancho Panza es feliz siempre y cuando tenga algo que llevarse a la boca; ya que de lo contrario entraría en un estado de apatía nada común en él. Respecto al tipo de comida que le gusta, lo típico, cocido, ollas podridas (un poco de todo, todo junto), pollos, terneras, castañas... vamos cualquier cosa de sustancia.

- Sus refranes y su rucio. Son dos cosas inseparables en él. Su rucio es indispensable en la vida de Sancho Panza, incluso se preocupa más por él que por si mismo y, al igual que la comida, no podría vivir sin él. Los refranes en cambio afectan más a toda la familia que a Sancho sólo. Pero en él este detalle se eleva a la máxima potencia ya que aunque se le podría tiznar de simple, lo que pasa es que está lleno de la sabiduría popular hasta las médulas y lo demuestra a través de los refranes que suelta a diestro y siniestro en cualquier momento.

Para terminar podíamos decir que Sancho era miedoso y muy hablador (quizás demasiado para ser un escudero, como le recuerda a menudo don Quijote) pero cuyo mayor logro no ha sido el de ser vecino de Alonso Quijano.

...