Características de los textos escritos

Cualidades de un texto escrito

Es innecesario explicar la importancia de un texto escrito, puesto que es inevitable e incluso imposible pasar de ellos; sin embargo, hay personas a quienes se les dificulta expresar lo que piensan o dicen por este medio, debido que el desarrollo o formación de estos, requieren de principios o fundamentos de los cuales hay que regirse para obtener un resultado agradable y que exteriorice la pretensión del texto.

A  la hora de desarrollar un texto escrito, un elemento clave para su escritura, es tener planteado el tema del cual queremos hablar y hacia qué tipo de público queremos proyectarlo; pero más importante que esto, es tener claro el propósito que mantendrá este. Lo anterior es la primera de las cinco propiedades que debe caracterizar a un texto escrito,  que es la intención que deseamos que tenga; lo segundo sin duda alguna es, el sentido completo que debe mantener, para que su información sea clara. La tercera propiedad es la unidad de la información, a lo que le sigue la coherencia del texto o secuencia; y por último, la quinta propiedad que se debe tener en cuenta cuando se escribe un texto, es la cohesión de los elementos que se encuentran plasmados en él. A continuación se explicaran cada uno de estos aspectos mencionados.

Como se ha dicho, todo texto escrito debe poseer un propósito comunicativo especifico, ya sea proporcionar una información, narrar algún hecho real o ficticio, convencer o persuadir a una audiencia, describir un objeto o un estado de las cosas, protestar o criticar acerca de una situación, denunciar, solicitar una información, etc.; y debe expresarse con la mayor claridad, independientemente de la extensión que posea, puesto que existen textos cortos que reflejan con claridad la intención comunicativa de su autor: “se prohíbe fumar”, “papa grave, urgen recursos”; estos son ejemplos de textos cortos que precisan la información y los cuales son sencillos de entender para el lector, mientras que la existencia de textos complejos y más extensos como los ensayos, códigos, conferencias, monografías, libros de investigación, etc., le exigen mayor esfuerzo al lector para identificar su propósito a comunicar.

Es preciso resaltar que los textos desarrollan una idea completa, por cual la interpretación de esta manifestación lingüística depende de manera fundamental de la información que esta proporcionada en él, e independientemente de que posea un sentido completo por sí mismo, tienden a remitirnos hacia otros textos preexistentes, lo cual es conocido como intertextualidad, que no es más que la relación entre textos de una misma cultura. Por consiguiente, el lector puede establecer vínculos entre textos que abordan la misma procedencia y desde luego, la interpretación percibida se enriquece de manera significativa.

Una vez que el texto contenga la información suficiente como para que el lector interprete de manera correcta el objetivo por el cual se llevó a cabo, se infiere que dicho texto posee sentido completo, y su nivel de complejidad depende indiscutiblemente de la extensión que tenga.

Al referimos de la cantidad de información que ha de aparecer en el texto, hablamos de la unidad, en la cual se tienen en cuenta criterios normativos en el nivel textual, que consisten primero, en solidificar las ideas manifestadas de manera completa con el fin de que puedan sustentarse por sí mismas, es decir, que las premisas puedan sostener la conclusión; y segundo, ser cuidadosos de suministrar información irrelevante en el texto, es decir, mantener el margen del tema del cual se escribe sin salirse de este al intentar ampliarlo.

Cuando se trata de un discurso oral, es más propenso que el locutor se desvié un poco de la unidad temática inicial, aun mas cuando hablamos de discursos espontáneos; sin embargo, en un texto escrito, un requisito inapelable es mantener una unidad, ya que la falta de este es evidente.

Otro factor a tener en cuenta en la producción de un texto escrito es la coherencia que en él se presenta. Esta característica precisa la relación lógica que hay entre términos asistentes en cada oración y el nexo presente entre cada oración; y sobretodo, deben mantener una secuencia lógica, las cuales deben conservar las siguientes condiciones:

• El orden de las oraciones de un texto deben estructurarse de manera que las ideas armonicen logrando expresar el objetivo comunicativo.

• Cada concepto e ideas deben aparecer organizados en su respectivo orden gramático, es decir, cada oración y párrafo debe presentar una consecuencia de lo expresado en oraciones y párrafos anteriores.

• Es necesario que los hechos percibidos sean apropiados, haciendo uso de conectivos causales, tales como: porque, puesto que, de modo que, por ende, por lo tanto, etc.

• Las circunstancias deben encontrase ligadas entre sí para que el texto sea coherente. Un ejemplo de una contradicción sobre esta idea es la siguiente:

“Los dos perros se tranzaron en un combate. Uno resulto con las orejas rotas; el otro era un pequeño pequinés.”

• La conclusión general debe ser aceptada por un auditorio, de este modo podemos denominarlo como un principio para apoyar nuestros respectivos argumentos.

• Además de las premisas expuestas, existen otras premisas implícitas las cuales expresan conocimientos acerca del mundo, el  cual deben compartir tanto el locutor como su auditorio. Estas premisas suelen ser fácilmente captables por un lector con diversa experiencia acumulada sobre el mundo, sin embargo, para un inexperto el texto incluso puede parecer incoherente.

Y por último, encontramos un elemento indispensable en los textos, la cohesión, artilugio que nos permite establecer conexiones entre una oración, párrafo o frase con algún otro elemento señalado anticipadamente en otra oración, párrafo o frase, permitiéndonos no realizar repeticiones innecesarias que confundirían al receptor, puesto que es inevitable reiterar ciertas ideas o términos que son sustanciales para fundamentar el tema tratado en sí. Para ello, solemos utilizar sinónimos de palabras escritas anteriormente, metáforas e incluso conectores, los cuales nos ayudan a entablar un texto atractivo gramáticamente.

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