Competencias comunicativas - Actividad: Comprensión y producción del discurso narrativo

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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

ESCUELA DE INGENIERÍA AMBIENTAL

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS - ACTIVIDAD:

COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DEL DISCURSO NARRATIVO

PRESENTADO A:

 CAROLINA HERRERA 

ELABORADO POR:

CARLOS ALBERTO TRUJILLO BALLESTEROS

ID: 13.379.022

CÓDIGO DEL CURSO: 90003A_471

Mosquera, febrero 27 DE 2018

INTRODUCCIÓN

Con el siguiente taller se podrá identificar, comprender e interpretar textos. El Discurso Narrativos en sus tres formas o géneros. Me ayudará a ser Competitivo en la compresión y producción de Discurso Narrativo.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

1. Recopile un texto por cada forma narrativa (un texto fáctico, uno cotidiano y uno ficticio)

• RTA. Textos fácticos o de hechos reales. Los encontramos en escritos como: historias, noticias, biografías y autobiografías.

FÁCTICO - AUTOBIOGRAFÍA

Mi nombre es Carlos Alberto Trujillo Ballesteros, nací el día XX noviembre de XXXX a las 5 de la mañana en el Corregimiento el “Guamal” del Municipio de Convención, Norte de Santander.

Mis padres biológicos son Angelia Rosa Ballesteros y Juan Alberto Trujillo. Mis padres de crianza son Carmelina Quintero Guevara (Abuela) y Miguel Antonio Trujillo (Tío).

A los pocos meses de nacido, por las adversidades de la vida y las necesidades económicas, mis padres biológicos se separaron y m entregaron a mi Abuela Paterna y a un Tío. Para esos días mis condiciones de salud no pintaban nada bien; presentaba un cuadro asmático complicado y una patología de desnutrición con cierto grado de seriedad. Después de varios años, y ya superados los problemas de salud empecé a disfrutar del ambiente propio de la niñez. Con casi 10 años de edad empecé a asistir a la escuela y adaptarme a todo ese nuevo mundo y maravilloso entorno. Afortunadamente los buenos cuidados de crianza y la paciencia de mis Padres y mis Tías en mi formación académica en casa, lograron que la adaptación a la escuela fuera exitosa. Comparado con la educación regular que recibieron mis amigos y primos, la mía estaba por encima de los estándares normales (modestia aparte). En dos años finalice la primarias y a los 13 años inicié el bachillerato con altas calificaciones durante el proceso, que valieron la postulación para una beca de Ecopetrol. Faltando dos años para terminar el bachillerato lamentablemente fallece mi Mamá (Abuela). La mayor tristeza y vacío que se puede sentir en el corazón y en la memoria de los buenos recuerdos. Sentí que mi mundo se vino abajo y me quería ir con ella en ese viaje largo de no retorno. Todo cambió… Esa vida alegre y desbordado espíritu de adolecente desapareció. El estado de ánimo cambio; el colegio ya no me interesaba.

Para esa época Mi Papá (Tío) ya estaba radicado en la capital hacía más de 10 años. Él siempre quiso que me fuera a vivir a la capital, pero jamás dejaría sola a Mi Viejita, porque a ella no le gustaba la ciudad.

Con casi 20 años de edad, decidí que era el momento tomar la maleta y coger camino y buscar un futuro en la capital al lado de mi Papá.

Abandone el campo y la tierra que me vio crecer para buscar un nuevo horizonte.

Al principio fue muy difícil adaptarme a las montañas de edificios, ríos de vehículos, nubes de polución y enjambres de personas que llevan una vida de afanes todo el tiempo.

En la capital termine el bachillerato y presté el servicio militar. Cuando ya estaba preparado para iniciar mi formación profesional, una situación con los negocios de mi Papá complica la economía familiar y no pude iniciar una carrera.

Tuve que empezar a trabajar para aportar en las necesidades del hogar. Siempre dije que solo me dedicaría a trabajar y no quería saber nada de estudiar.

Cuando cumplí 24 años, en la empresa donde laboraba conocí a la más hermosa y maravillosa mujer que pueda existir. Carolina Gamboa. En menos de un año de habernos conocido ya estábamos conviviendo y esperando la llegada de nuestro primer hijo. Lo llamamos Carlos Felipe. Carlitos nació con unas condiciones especiales. Tan especiales como los retos y enseñanzas que nos ha dejado la crianza y el convivir día a día con un Angelito tan lleno de amor en su corazón. El nacimiento de este Angelito fue el mayor momento de alegría, que ayudo a disipar la ausencia y el vacío que dejo la partida de mi Mamá. Este Angelito hoy tiene 14 años y juntos hemos aprendido a valorar la vida y a aceptar las cosas como Dios dispone.

Hace dos años llegó otra alegría a nuestras vidas; el nacimiento de Juan Camilo. Juanchito es otro mundo, pero los dos son tan perfectos como el mismo cielo.

1. Recopile un texto por cada forma narrativa (un texto fáctico, uno cotidiano y uno ficticio)

• RTA. Textos cotidianos, que los encontramos en escritos como: sucesos personales, anécdotas, rumores, chistes

COTIDIANO - ANÉCDOTA

Para el año de 1994, a la edad de 17 años me reuní con varios amigos de infancia y del colegio para celebrar las fiestas patronales del pueblo. Salimos rumbear toda la noche. Ya casi iba amanecer y decidimos irnos para la casa de un amigo. Moríamos de hambre y estábamos retirados de cualquier sitio de comidas. La casa de mi amigo tenía un solar o un patio trasero que daba otras casas donde criaban gallinas. Estas gallinas dormían en lo alto de los árboles. Un amigo propuso que robáramos una e hiciéramos un sancocho. Pues ni cortos, ni perezosos nos pareció muy fácil…. Con los efectos del alcohol en la cabeza nos fuimos al árbol donde estaban durmiendo las gallinas. Todavía estaba oscuro, y no podíamos llevar una linterna porque las luces nos podían delatar. En medio de la oscuridad uno de los presentes logró agarrar una gallina y salimos corriendo a escondernos en la casa. Muertos de la risa y del susto a la vez, nos fuimos para la cocina a montar el sancocho.

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