Concepciones pedagógicas latinoamericanas y Venezolanas del siglo XVII al siglo XIX
adrianjrop8 de Julio de 2013
680 Palabras (3 Páginas)531 Visitas
Concepciones pedagógicas latinoamericanas y Venezolanas del siglo XVII al siglo XIX
En América latina, en los ultimos años de la colonia y en los primeros de la independencia, las ideas nuevas del materialismo de los siglos XVII y XIX y las racionalistas y enciclopedistas del siglo "de las luces", tuvieron eco en numerosos extraordinarios espíritus, que se les ha denominado, justicieramente, los precursores. Sus rasgos son bastantes similares de un extremo a otro. Viven en los finales de la época colonial y los que alcanzan a sobrepasarla, ingresan en la era de la independencia, por la que lucharon con sus siembras de ideas, conductas y actividades.
Como formación cultural, generalmente, son más hijos de su propio esfuerzo que de lo que les proveyera la colonia, remisa en ideas nuevas. Provienen como filosofía y moral, de las mejores vertientes del humanismo colonial, que les sirve de base y recogen las ideas de renovación y progreso de la burguesía liberal, nutrida de racionalismo, de ciencia y experiencia de los siglos XVII y XIX. Desde el punto de vista cultural, son panegiristas de la educación como palanca capaz de transformar "por sí sola" la sociedad, como lo fue todo siglo XVIII, por cuya razón luchan por sustraerla del dominio de la Iglesia y combaten el escolasticismo en todos sus reductos; tratan de hacerla científica y por extenderla al pueblo; en una palabra, se preocupan para que la educación sea el instrumento por excelencia para la transformación de la sociedad desde el individuo hacia afuera.
Con los precursores, por tanto, viene a América todo concepto moderno, toda voz nueva, todo hecho fundamental, que en Europa hubiera alcanzado repercusión. En unos países a menudo antes que en otros, según la calidad y fatiga de estos geniales intermediarios y la oportunidad que brindaran las condiciones sociales en general. Su prédica se hace en instituciones criollas, esas sociedades, de distinta índole, que en América cumplieran importante misión en su proceso histórico, y otras veces desde las propias tribunas de los organismos coloniales, con todos los riesgos que su audacia da cuenta. Por cuya razón, muchos de ellos acabaron sus días en cárceles o destierros.
Así, por ejemplo de norte a sur del continente, hay que citar en Cuba, a los sarcedotes José Agustín Caballero (1771-1835), llamado el "maestro de todas las ciencias " defensor del esclavo, adelantado de la cultura, y su sucesor Félix Varela (1787-1835), en la cátedra de filosofía y en la vida social. En Honduras, José Cecilio del Valle (segunda mitad del siglo XVIII, 1834), tal vez el mejor ensayista centroamericano de entonces. Enn Colombia, la pléyade que tuvo por centro y maestro al no superado José Celestino Mutis (1732-1808), revelador de la entraña de América. En Venezuela, el genial caraqueño Francisco de Miranda (1750-1816) muerto en prisión por su lucha por América; Simón Rodríguez (1771-1854), maestro de Bolívar, primer socialista de América. En Perú Hipólito Unanue (1755-1833), naturalista, reformador de la educación y sociología.; y el luminoso secretario de la Junta de Mayo de 1810, Mariano Moreno (1778-1811), traductor de El contrato social de Rousseau. También el mexicano José Mora (1794-1851), y el casi contemporáneo José Martí (1852-1895). Y muchos otros.
Entre todos éstos, algunos se ocuparon más concretamente que otros sobre la materia educación. Plantearon problemas educativos en forma adelantada a sus tiempos; advirtieron la poderosa influencia de la educación en la vida de sus pueblos; consagraron parte de sus vidas al magisterio y legaron ideas, llenas de originalidad y acierto.
La educación está tan difundida que no falta en ninguna sociedad ni en ningún momento de la historia. En toda sociedad por primitiva que sea, encontramos que el hombre se educa.
Los pueblos primitivos carecían
...