ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Contra La Gistoria Oficial


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  2.120 Palabras (9 Páginas)  •  233 Visitas

Página 1 de 9

LAS ¿TRAMPAS? DE LA HISTORIA: LAS OBSESIONES FALLIDAS DE JOSÉ ANTONIO CRESPO

Bertha Hernández

Obsesiones, imaginarios e imaginerías colectivas circulan en la vida pública con respecto al pasado y a nuestra idea de historia nacional. Vinculado estrechamente a la cultura política de una sociedad, el conocimiento del pasado suele ser tema de polémicas, de desacuerdos, de incredulidades, de desconfianzas, y sobre esos mismos hechos puestos en tela de juicio, convergen fenómenos de fe, mitificaciones, exaltaciones y sueños. Pero la razón también sueña, y se sabe, cuando sueña, engendra monstruos. Mayores o menores, pero monstruos al fin. Algunos de ellos pueblan el libro del politólogo José Antonio Crespo, Contra la historia oficial.

Publicado en enero de 2009, la obra asume, de entrada, una posición provocadora[1]: al usar como portada una versión modificada de La Patria, óleo pintado en 1962, por el artista plástico Jorge González Camarena, para ilustrar las portadas de los libros de texto gratuitos, y que, al correr de los años se ha vuelto un símbolo de la educación pública. Crespo inicia su argumentación en contra de los contenidos que, en materia de Historia, se imparten en el sistema de educación básica del Estado mexicano, que son esos y no otros los que comparte, y el suponer que por ignorar la verdadera historia de su país los mexicanos serán mejores ciudadanos equivale a pensar que los niños se convertirán en mejores adultos si jamás se les desengaña sobre la verdadera identidad de los Reyes Magos.

La historia oficial es la que nos han contado de manera obligatoria desde la primaria. En ésta se crean imágenes ejemplares de los héroes nacionales para justificar una supuesta preservación del nacionalismo, pero su sustento es la mutilación deliberada de la verdad por parte de las elites gobernantes, con la intención de tener el control político y ejercer una manipulación ideológica. Contra la historia oficial es un llamado imperioso a cuestionar los más arraigados dogmas y fundamentos sobre los cuales se ha levantado un régimen anquilosado y poco democrático.

El desarrollo de México exige, entre otras cosas, un proceso de revisión de nuestra historia y un auténtico afán por conocer el lado oscuro de nuestro pasado. El propósito de esta obra es rescatar episodios y sucesos generalmente distorsionados que van desde la Conquista hasta la Revolución: difundir una visión crítica de la epopeya nacional bajo el supuesto de que así será posible asumir una postura más realista respecto de nuestro despliegue histórico. La pregunta de fondo que desea plantearse en este libro es si, para el surgimiento de un nuevo México, más democrático y justo, hace falta una nueva visión de la historia que refleje lo que en verdad hemos sido —con todos nuestros vicios y virtudes— más que lo que hubiéramos querido ser.

La historia de bronce o historia oficial es el paraguas que abarca algunos héroes y villanos mexicanos que nos han sido presentados desde pequeños, de Cortés hasta Madero, pasando por Moctezuma y Cuauhtémoc, Santa Ana y Juárez, entre otros; y la influencia indiscutible de actores externos como Estados Unidos de América. La historia nacional nos ha sido presentada en blanco y negro, buenos y malos, amor y odio, escrita siempre por los vencedores. El autor desmenuza algunos pasajes de la historia oficial, escenas que tenemos presentes cuando emitimos opiniones, cuando aplaudimos y abucheamos, cuando hacemos frente a nuestra realidad nacional, cuando nos pensamos como mexicanos.

Cuando leo sobre mi país, me doy cuenta que la ignorancia colectiva, de la que también soy victima, ha hecho que no seamos capaces de entendernos como país, como latinoamericanos, como mestizos, como mexicanos. De construir nuestros propios modelos, de asumir las diferencias y de anteponer las coincidencias, pero sobre todo de poner a México por encima del yo. Tenemos un modelo de vida nacional basado en el yo, eso implica que conmigo o contra mi, y por consecuencia las decisiones que favorecen o perjudican al país recaen en la vulnerabilidad humana de una persona y no en las instituciones, que sin lugar a dudas brindan mayor certeza y contribuyen a la democratización de la sociedad.

Crespo propone aprender del pasado, enseñar con visión propositiva la historia nacional a las nuevas generaciones y con un sentido definido, que enaltezca los valores de la paz, la legalidad, la negociación y la tolerancia, que a través de ella se consolide un sistema democrático basado en la justicia. Además estudiar a las figuras nacionales desde la justa dimensión de personas, con aciertos y errores. Asumir nuestra historia.

El análisis critico, en ocasiones ácido de José Antonio Crespo ha sido constante en los libros que ha publicado. Este año presentó uno que genera polémica, que sacude creencias, mitos, información registrada conciente e inconscientemente en nuestro cerebro, y que hace valorar el espíritu crítico en tiempos donde el exceso de información y la vulnerabilidad a la desinformación y la manipulación es determinante.

El libro se convierte en un sembrador de dudas que puede tener consecuencias irreversibles, como la necesidad de leer más, de conocer más a nuestro país, de analizar más, de pensar más... así que a nadie le hará daño leerlo.

Este es un llamado imperioso a cuestionar los más arraigados dogmas sobre los cuales se levanta un régimen anquilosado y poco democrático. El desarrollo de México requiere un proceso de revisión de nuestra historia que ilumine su lado oscuro. El propósito de esta obra es rescatar episodios y sucesos generalmente distorsionados que van desde la Conquista hasta la Revolución: difundir una visión crítica de la epopeya nacional bajo el supuesto de que así será posible asumir una postura más realista respecto de nuestro despliegue histórico. El planteamiento de este libro es que, para la construcción de un país más democrático y justo, hace falta una visión de la historia que refleje lo que hemos sido, y no lo que hubiéramos querido ser.

Eso de que la Historia la escriben los vencedores siempre me ha parecido una frase hecha que no debemos aceptar acrítica ni resignadamente. Yo creo que lo que los vencedores escriben es una versión parcial de la Historia, pero los vencidos tienen la obligación de escribir su versión (también parcial necesariamente) y que siempre existirá la posibilidad de acudir a las fuentes históricas para conciliar y completar ambas versiones y tener una versión más acabada, aunque no completa (y a eso sí nos tenemos que resignar), de la Historia.

En el ensayo "Contra la Historia Oficial" José Antonio Crespo presenta

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.1 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com