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Enviado por   •  10 de Junio de 2014  •  1.133 Palabras (5 Páginas)  •  128 Visitas

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CUENTO EL SUBMARINO HÍBRIDO

Yo tenía 16 años, cuando me presenté voluntario al ejército de mi país. Era el año 1946. Acababa de llegar de Caraz, el pueblo donde me crie y al estar en Lima, la capital del Perú, pude notar el cambio por el cual nosotros estábamos atravesando en lo económico y en lo cultural y se me hacía incomodo adaptarme.

Mi padre se esforzaba por darnos una vida mejor pero se le hacía difícil. Comprendiendo la situación por la que pasaba mi padre decidí ayudarlo. Trabajando de día y estudiando de noche. Para aquella época se nos presentaban, a todos los jóvenes que entraban voluntarios al servicio militar, becas para estudiar y servir en el ejército al mismo tiempo. Aprovechando esta oportunidad que se me presentaba entré al ejército y fui reclutado y enviado a las Escuelas Técnicas de la Armada. Allí estudié prácticas de tiro y disciplinas básicas militares. Estudie dibujo mecánico, motores diésel, motores radiales y motores de automóviles.

Así empezó mi conocimiento en reparación de motores diésel. Después me enviaron a la base naval del Callao para trabajar con los motores híbridos de los submarinos.

Un día el oficial de ingeniería me dijo; – “Dentro dos días viajaríamos por alta mar y haríamos prácticas de inmersión con el submarino R-2. Usted sargento, estará en el compartimento de los motores híbridos. En la torre de mando, el capitán nos dará órdenes a seguir según trazado en las cartas de navegación.

Hacía meses que estaba reparando los motores diésel y los conocía muy bien. Es tal vez por eso que me dio la responsabilidad de estar en el compartimento de motores. Estos submarinos cuando están en la superficie navegan con la fuerza de los motores diésel. A su vez, con un eje que sale del cigüeñal conectado al motor generador eléctrico va cargando las baterías que están en el siguiente compartimento. Al entrar en inmersión se apagan los motores diésel y se desembraga la unión y navegamos con los motores eléctricos.

El día indicado partimos hacia nuestro objetivo y empezamos a navegar a las diez de la mañana. Entramos en inmersión navegando a 100 metros de profundidad y a 20 nudos.

De pronto durante la navegación submarina, chocamos con algo que no podíamos describirlo. El golpe se dio en estribor derecho y en la sentina del compartimento de motores donde yo estaba. La pared se rajó y empezó a entrar agua.

El capitán al saber lo que estaba pasando me llamó por el “interpón”.

- Cierra el portalón que da al compartimento de las baterías y permanece en tu puesto. No podemos controlar la entrada de agua. Pero si podemos controlar el flujo y evitar que el agua entre en el compartimento de baterías. Esto sería mortal para nosotros. Dependemos de ti, para salvarnos. Vamos al dique seco y ahí todos podemos salvarnos – dijo el capitán – Ahora las aguas van ir subiendo llenando el compartimento y creando presión en el sistema de aire. No se desesperes, tu podrás resistir esa presión si sigues mis instrucciones –

El capitán se mantenía hablándome para evitar que yo entrara en pánico.

No sé cuánto tiempo estuvimos navegando y el agua iba llenando el compartimento y llegando hasta mis hombros.

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