Crítica sobre la paz en Colombia

¡PAZ!  Todos la anhelamos pero ¿cómo alcanzarla?, si en el camino por adquirirla solo hemos creado más violencia,  ¿cómo destruir algo que hace parte de nosotros?; si nosotros, violencia pura. Creemos que para ser escuchados  debemos insultar, golpear, amedrantar y hemos llegado al punto que matamos, y si hablo en plural es porque yo también he matado; cuando calló  por miedo, cuando permito una injustica. He matado en el momento que decidí  tomar aquel asiento de espectador, ese asiento donde puedo ver todo pero nada me toca, ese asiento donde ocupando los mejores lugares puedo observar el juego más cruel de todos; el juego de la vida donde se dividen dos grupos los maltratados y los maltratadores, algunos espectadores se han vuelto tan insensibles que deciden tomar partida en el juego para volverlo aun más doloroso, otros piensa que siendo más crueles que los maltratadores pueden lograr un cambio en el juego, otros sienten el dolor de ellos como propio y deciden ayudar a los pocos que quedan vivos a los pocos que aun tienen deseos y esperanzas de salir. Desafortunadamente muchos han muerto en el intento pero sus muertes no fueron en vano, sus muertes llevaron ese rayo de esperanza que necesitaban algunos espectadores y jugadores para cambiar un poco las reglas del juego. Han cambiado muchas cosas pero otra siguen igual, creo que hasta que no acabemos con la esencia misma del juego no haremos un cambio pero ¿cómo cambiar  algo que ya es parte de nosotros? ¡Cómo hacerlo!

Quisiera cambiar ese juego, pero; no sé si sea lo suficientemente fuerte como esos héroes y heroínas que lograron cambios abismales, no sé si pueda lograr llegar a la conciencia misma de los espectadores, no sé si pueda lograr que mi voz sea tan fuerte que retumbe en la mente de aquellos que solo ven el juego. Mejor dicho, no sé si logre algún día ser una heroína pero si sé que me hierve la sangre cada vez que veo una injusticia y no puedo hacer nada.

Sabía que nosotros los humanos a pesar de que nos decimos seres racionales no lo somos; porque no creo que un ser racional sea capaz de causar tanto daño, a veces creo que esa razón de la que pregonamos nos ha  hecho creernos seres superiores, ha hecho de nosotros seres ególatras y egoístas, pero jamás me alcance a imaginar que alguno de nosotros pasaría esa raya para convertirse en monstruos, si ,en monstruos ;porque solo los monstruos son capaces de masacrar a un pueblo completo, solo los monstruos pueden causar tanto dolor, solo los monstruos pueden marcar como tatuajes en la memoria de las personas la pena de perder a un ser querido, la pena e impotencia de no poder hacer que los criminales inhumanos paguen, solo los monstruos pueden dejar aquellas huellas que ni el tiempo sana, ese tiempo que a veces está a favor y a veces en contra;  pero, para estas madres, hermanas (os), tías (os), abuelas (os) y padres el tiempo lo único que hace es recordarles que nunca podrán volver a ver a sus seres querido, muchos han muerto de pena moral, por saber que sus seres queridos no volverán con ellos y que muchos de sus criminales están allí, sueltos disfrutando del mundo mientras ellos se ahogan en su dolor.

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