Damian

Demian

Demian es una obra alemana escrita por Hermann Hesse; premio Nobel de Literatura en 1946. Hesse es uno de los escritores de novela de formación más relevantes a nivel mundial, toda su obra es una búsqueda de autorrealización desde un punto de vista muy filosófico y espiritual.

“Demian” es la historia de la búsqueda personal y el camino hacia la madurez de Emil Sinclair, quien conoceremos desde la niñez hasta la adolescencia. Se trata de un personaje que ha vivido siempre conforme a la moral correcta y que cree que ser bueno es su único propósito, no conoce todavía la maldad del mundo. En su camino, aparecerá Max Demian, un personaje muy importante que da título a la novela y que obligará a Emil a cuestionarse todas las cosas que ocurren en su vida de forma filosófica y crítica. Es, digamos, una especie de guía que le llevará a interrogarse constantemente, a descubrir la cara oculta del mundo y a romper con todos aquellos paradigmas que le fueron inculcados.

La historia inicia cuando Sinclair tiene diez años, este describe en primera persona los diferentes mundos que han marcado su vida: Uno conformado por su entorno familiar, en que destacan sus padres y amigos que están dentro de la esfera del “bien”. Por otro lado, todas aquellas personas fuera del núcleo familiar, que pertenecen al “mal”, integrado por personas egoístas que solo buscan satisfacer sus intereses.

Un nuevo compañero ingresa a la escuela donde asiste Emil. Su nombre es Max Demian, quien es descrito por el protagonista como un joven inteligente y maduro, que ha logrado comprender y mantener una visión particular sobre el bien y el mal. Adaptando la historia bíblica de Caín y Abel en la que, según su criterio, Abel es el malo y Caín el bueno. Por otro lado, Demian ayudara a Emil a intervenir en la relación que tiene con un compañero que abusa de él: Kromer.

En el tercer capítulo, se analiza desde la perspectiva de Demian el relato bíblico del “ladrón bueno y el ladrón malo” que son crucificados junto a Jesucristo. La opinión de Demian es que el mal ladrón era el mejor, ya que no cambió de posición ante la cercanía de la muerte, lo que demuestra fuerza de carácter; mientras que el buen ladrón mostro debilidad al arrepentirse; este también expone su pensamiento, considerando que el bien y el mal están unidos y no tienen por qué separarse de la forma en que normalmente tiende le humano a hacerlo.

Emil Sinclair es enviado a un internado para mejorar sus calificaciones, siendo el resultado, completamente inverso. Empieza a frecuentar bares de mala muerte, en los cuales bebía licor hasta la saciedad, poniendo en peligro su estadía en el colegio. En una de sus salidas conoció a una linda chica, de quien se enamoró casi de inmediato y que, ante la ignorancia de su nombre, opta por llamarla Beatrice, como el nombre de la musa del protagonista de “La divina comedia”. Fue tan profundo el sentimiento, que Emil abandono todo vicio y se dedicó a hacer el bien. En medio del profundo amor que sentía por Beatrice decidió pintarla, pero no pudo encontrar en su mente un rostro claro de su amada. Al terminar, noto que la imagen del dibujo era muy parecida a su amigo Max Demian, aunque también alcanzaba a ver algunos rasgos de sí mismo. Termino por concluir que el dibujo mostraba a su amigo, su amada y a él mismo en un futuro. Decidió dormir un rato y tras un sueño extraño despertó para notar que la lluvia entraba por su ventana y había mojado su dibujo, que se había transformado completamente en amigo Demian. Sorprendido por el parecido entre su sueño y la realidad, decide pintar parte de su sueño; un ave de rapiña con una afilada y audaz cabeza de gavilán, con medio cuerpo dentro de lo que parecía como un huevo gigantesco, sobre un fondo azul. Y decidió enviar su obra a Demian.

Como respuesta al dibujo, Max le envió una carta en la que le explica que el pájaro pintado había subido hacia el nuevo Dios, cuyo nombre es Abraxas. Emil se sorprende aún más cuando, pensado en la respuesta de su amigo, el profesor de filosofía habla de Abraxas, a quien define como una deidad antigua en la que contenía en si misma el bien y el mal. En medio de una confusión, decidió salir a caminar. Al pasar por una iglesia fue atraído por la música del lugar; entre y permaneció en silencio escuchando al organista. Al salir el músico, Emil lo sigue hasta un bar, en el que hablaron de la melodía interpretada y de otras más. Emil le cuenta sobre Abraxas, por lo que el organista lo invita a su casa, donde hablaron a profundidad sobre esta deidad, a la cual también relacionaron con el fuego.

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