Derecho Y Moral

DERECHO Y LA MORAL.

Junto a las normas jurídicas existen otras normas, las cuales de igual manera regulan el comportamiento humano a estas normas se le conocen como normas sociales, las cuales se relacionan con el concepto de la moral y la ética, la ética como la disciplina encargada de su conocimiento y descripción ya que la justicia es una exigencia de la moral, la relación que se establece entre derecho y moral es una relación de derecho y justicia.

Se ha tratado de hacer una diferencia entre la moral y el derecho, afirmando que la moral regula las conductas internas, mientras que el derecho regula las conductas externas pero esta distinción resulta insuficiente ya que los dos determinan ambos tupos de conducta, no obstante si se puede reconocer una distinción entre ellas, y la distinción está en la forma en cómo estas obligan o prohíben una determinada conducta pues el derecho establece sanciones para aquella conducta que es opuesta a lo que establece la norma, mientras que la moral reduce las sanciones a la aprobación o desaprobación de la conducta del individuo que se considere inapropiada. Kelsen consideraba separar el derecho de la moral pues según él una justificación del derecho por parte de la moral es inaceptable debido a que no existe una moral absoluta si no numerosos sistemas de morales los cuales muchas veces son contradictorios, y es por ello que la ciencia jurídica solo tiene que conocer y describir el derecho no tiene porque justificarlo ni con una moral absoluta ni con una moral relativa.

DERECHO Y CIENCIA.

Para kelsen el objeto de las ciencias de derecho son las normas jurídicas y el comportamiento humano ya que esta se encuentra contenida en dichas normas. La ciencia del derecho es considerada como una ciencia social pues su objeto de estudio el derecho constituye un fenómeno social, pero por ser esta una ciencia social no tiene que estar sujeta al principio de causalidad propio de la ciencia natural, si no que el derecho está sujeto a un principio de imputación el cual afirma la libertad de la voluntad del hombre, ya que el hombre deja de estar sujeto al principio de causalidad y puede hacerse responsable por sus actos

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