Didáctica De Los Medios De Comunicación*

(...)

El cine, la radio, la televisión, la historieta y la fotografía han modificado el paisaje cultural y los imaginarios colectivos de la humanidad, y como todo fenómeno social merece la pena su estudio. En la actualidad los medios nos proponen lenguajes y formas expresivas diversas con las que convivimos de tiempo completo y a las que menospreciamos no pocas veces con razón, sea por la vacuidad de sus mensajes o por la franca vulgaridad de sus formatos y programas. Pero al lado de una oferta de precaria calidad, se ha desarrollado también una gran producción cultural, científica y educativa que no podemos pasar por alto; sería tanto como cerrarle el acceso a los buenos libros a nuestra biblioteca o a los buenos productos a nuestra mesa, por culpa de los muchos malos libros existentes o por un alimento descompuesto; y es que nuestros hijos y nuestros alumnos la necesitan. Si no los inducimos hacia la apreciación estética, la imaginación creativa y la razón crítica, seguirán apareciendo redentores posmodernos de quienes adquieran baratijas camufladas de diversión y entretenimiento. En nuestras manos está formar individuos más completos, más satisfechos, capaces de atisbar el universo en una fotografía de Juan Rulfo o percibir las fuerzas compositivas de una pintura de Orozco, en fin, capaces de apreciar las cualidades de un buen programa de radio o de un video propositivo y asumir posiciones más críticas. La actividad educativa, no importando el lado del que nos encontremos, debe ser ante todo lúdica y gozosa. Eso lo sabe un buen maestro, sólo así los demás se comprometen y entusiasman; el miedo, la repetición y la memorización a ultranza son, al final, malas compañías para el proceso del conocimiento y los medios impresos y audiovisuales contemporáneos nos ofrecen esa posibilidad; si en algo se especializan es en hacerse atractivos e irresistibles, seductores.

¿Cómo convertir el periódico en una herramienta didáctica?

El uso del periódico en el salón de clases se orienta principalmente en dos direcciones: como fuente de información y material didáctico y como referencia para la realización del periódico escolar. En el primer caso, el periódico ofrece infinitas posibilidades para la enseñanza y tal vez el lector ya conoce algunas. Aquí únicamente señalamos algunas aplicaciones para las secciones que publican los diarios en función de las asignaturas.

Ciencias naturales. Se pueden actualizar los conocimientos adquiridos en libros de texto y enciclopedias, así como observar la variación y flexibilidad de algunos fenómenos naturales como climas, temperaturas o contaminación.

Geografía. Conviene recopilar información reciente sobre fenómenos relacionados con la geografía física o política, entre ellos inundaciones, erupciones volcánicas, problemas urbanos o transformación de fronteras políticas.

Historia. Los alumnos pueden hacer entrevistas como las que aparecen en los periódicos, pero dirigidas a personajes de la vida cotidiana; con ello acercarse a la historia oral y regional, reseñar y celebrar efemérides, aniversarios nacionales e internacionales, datos de calles y monumentos de la localidad y otros eventos.

Educación Cívica y Ética. El periódico proporciona información actualizada sobre el ejercicio de los gobiernos federal y estatales, los conflictos internacionales, las actividades laborales, políticas. Económicas, etcétera.

Lengua y literatura. Con el periódico se puede llegar a analizar el propio idioma y el lenguaje periodístico, la información cultural, las novedades bibliográficas, el análisis de la retórica publicitaria y otras informaciones.

Matemáticas. Se pueden ejercitar la lectura y construcción de gráficas, así como resolver problemas matemáticos a partir de la información actual de las relaciones cambiarias entre las monedas; problemas con fracciones a partir de recetas de cocina y ejercicios sobre la medida del tiempo con carteleras cinematográficas y televisivas, entre otras actividades posibles.

Finalmente el periódico permite integrar los conocimientos que el alumno aprende en el salón de clase. Así, por ejemplo, a partir de la sección de deportes, se puede interesar al niño y al joven para que realicen ejercicios de matemáticas (gráficas, porcentajes, fracciones, sumas, restas) con los goles de la semana; también es posible interpretar las metáforas que emplean los titulares de esta misma sección (“Chivas salvajes despluman águilas”, “Camoteros comen birria”, etc.), redactar creativamente, ejercitar la lectura con artículos de su interés y comparar el manejo de la misma noticia en varios periódicos y noticieros, con el fin de conocer mejor la política deportiva y su papel en la sociedad.

¿Cómo puede el maestro utilizar la historieta en el aula?

Dependiendo del objetivo que se plantee, la historieta puede motivar desde una lectura crítica y reflexiva hasta verdaderas creaciones originales. En el mercado actual de programas para computadora se venden paquetes para que los niños puedan diseñar e imprimir su propia historieta (Fine Artist, por ejemplo). No debe olvidarse que el niño comprende de un vistazo las imágenes, lo que un relato verbal haría complicado. En aquellas que tienen texto, el lenguaje es necesariamente simple.

Siguiendo el modelo de Piaget, se sugiere a continuación una serie de actividades didácticas con historietas, clasificadas de acuerdo con el periodo de operaciones formales, que corresponde aproximadamente al nivel de secundaria. (11/12 a 14/15 años)

Durante esta etapa las operaciones mentales amplían su radio de acción, no limitándose ya a la realidad, sino extendiéndose a lo posible y lo hipotético. Por otro lado, este explosivo desarrollo mental coincide con los procesos biopsicológicos de la adolescencia. La historieta puede ser un interesante vínculo de comunicación con el adolescente. No sólo para desarrollar sus procesos intelectuales, sino para explorar y construir su propia personalidad.

El adolescente es idealista y cuestiona ahora los principios abstractos: libertad, felicidad, igualdad, solidaridad... Esto sugiere infinidad de posibles actividades. En las historietas que manejan acciones violentas puede hablarse de derechos humanos. Las que tratan de médicos y hospitales pueden utilizarse para inculcar conceptos de higiene y salud. Los adolescentes pueden identificar estereotipos y conductas, pero no debe perderse de vista que la historieta transmite siempre al lector una visión particular del mundo que debe ser analizada.

El trabajo en equipos para diseñar o modificar historietas puede ser, además de muy divertido, un recurso excelente para reafirmar los contenidos

...