EL AMOR Y EL MIEDO A SUFRIR

EL AMOR Y EL MIEDO A SUFRIR

INTRODUCCIÓN

No es para sorprenderse que uno de los más grandes miedos sea el miedo al sufrir por amor ya que las relaciones de pareja constituyen una parte muy importante en nuestra vida personal y nos vemos obligados a interactuar con el sexo opuesto. A nuestro miedo se le suma nuestros sentimientos, nuestros recuerdos del pasado, nuestras percepciones de la realidad y muchas cosas más. Por esa razón, si vivimos todo el tiempo con el miedo al amor es muy probable que vivamos arrepentidos de no habernos enamorados como debíamos haberlo hecho. Para el desarrollo de nuestro ensayo, veremos que es el amor? ¿Definiremos el miedo a sufrir? ¿Y cuáles son las partes para dejar de sufrir?

DESARROLLO

Según Pierrakos & Saly (2015). El amor es el poder más grande del universo. Todas las enseñanzas y filosofías espirituales, las religiones e incluso la psicología moderna proclaman esta verdad. Con amor eres poderoso, fuerte y estás seguro. Sin él eres pobre, estás aislado, recluido y temeroso. El concepto correcto del amor incluye la posibilidad de amar independientemente de que la otra persona te ame o no. Semejante al amor eres incondicional. Pero si todavía no estás preparado para eso, es inútil forzarte para lograrlo. La compulsión y la incapacidad para alcanzarlo aumentarían tus sentimientos de fracaso y culpabilidad. Y esto te llevaría hacia una tendencia auto-destructiva. Pero aun el deseo de amor ideal y no egoísta podría fácilmente distorsionarse con base en un deseo de sufrir enfermizo. Así que, si por el momento no eres amado y te parece imposible el amar, simplemente reconócelo sin culpa. Ése es el primer paso hacia la transformación.

El miedo al amor es, en realidad, miedo a sufrir. El “Miedo a sufrir por amor”. No es tanto miedo al amor, sino miedo a abrir tu corazón para dejar que alguien lo habite dentro; pero desafortunado o desafortunada es aquel o aquella que deja pasar a alguien que no tiene intenciones buenas, a alguien que se aprovechará de él o ella y se olvidará al poco tiempo.

Es eso lo que verdaderamente nos provoca miedo. O en el caso de que se haya visto demasiadas parejas problemáticas que hayan tenido un final devastador como quizás lo fue con tus padres o con alguna pareja que haya influido bastante en tu niñez. No importa cuál haya sido el pasado, no importa cuáles hayan sido las experiencias en cuanto a la palabra “amor”, lo que ahora se detesta es que ese miedo afecte el día a día. Quizás no se puede conectar con las personas a un nivel mucho más emocional que el plano superficial. Quizás se tenga un grado de desconfianza a tal punto de alejar a las demás de manera casi inmediata. (Goicochea, 2012, p.45)

Ciertamente el estado del sufrimiento puede ser uno de los menos deseables a lo largo de nuestra vida, del que lamentablemente pocos se escapan. Sin embargo, un estado que podríamos considerar peor que el sufrimiento viene dado por el miedo a atravesar cualquier tipo de sufrimiento.

Según Goicochea(2012) El miedo tiene como característica principal castrar y limitar, cuando se trata de sentir miedo al sufrimiento nos vemos forzados a suprimir nuestros sentimientos, a evitar experiencias que potencialmente podrían ser fuente de dolor, en caso de que algo distinto a lo que queremos pasase, intentamos no encariñarnos o vincularnos demasiado a nuestros afectos e intentamos encerrar nuestro corazón, nuestros sueños e ilusiones en una cámara de protección donde nada pueda afectarles.

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