ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EXAMEN DE ORTOGRAFIA


Enviado por   •  22 de Abril de 2014  •  1.406 Palabras (6 Páginas)  •  432 Visitas

Página 1 de 6

EXAMEN PARA CONCURSO DE ORTOGRAFÍA

NOMBRE: ________________________¬¬¬¬¬¬¬¬_________________________________________________

INSTRUCCIONES:

 ESCUCHA CON ATENCIÓN A LA LECTURA QUE DARA LA PROFESORA.

 OBSERVA QUE FALTAN ALGUNAS PALABRAS.

 AL MOMENTO DE QUE ESCUCHES CUAL ES LA PALABRA EN LA LECTURA POR PARTE DE LA PROFESORA, ESCRIBELA CORRECTAMENTE.

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se _______________ a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que _______________ un bosque de higuerones donde caía una _______________ tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de suciedad de _______________. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, _______________ 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un _______________ de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una _______________ muy bien ganada de interprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había _______________ ningún _______________ aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros _______________ con árboles que él le había contado en las mañanas que _______________ a su muerte.

Tampoco Santiago Nasar reconoció el _______________. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y _______________ con dolor de cabeza y con un _______________ de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta _______________ de la media noche. Más _______________: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6.05 hasta que fue _______________ como un cerdo una hora después, lo _______________ un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy _______________. Nadie estaba seguro de si se _______________ al estado del tiempo. Muchos _______________ en el recuerdo de que era una mañana radiante con una _______________ de mar que llegaba _______________de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella _______________. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo _______________, con un cielo _______________ y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el _______________ de la desgracia estaba _______________ una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el _______________ del sueño. Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el _______________ apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas si desperté con el _______________ de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las _______________ soltado en honor del obispo.

Santiago Nasar se puso un _______________ y una camisa de lino blanco, ambas piezas sin _______________, iguales a las que se había puesto el día anterior para la boda. Era un atuendo de _______________. De no haber sido por la llegada del obispo se habría puesto el _______________ de caqui y las botas de montar con que se iba los lunes a El Divino Rostro, la _______________ de ganado que heredó de su padre, y que él _______________ con muy buen juicio aunque sin mucha fortuna. En el monte llevaba al cinto una 357 Magnum, cuyas balas blindadas, _______________ él decía, podían partir un caballo por la cintura. En época de perdices llevaba también sus aperos de cetrería. En el armario tenía _______________ un rifle 30.06 Mannlicher-Schönauer, un rifle 300 Holland Magnum, un 22 Hornet con mira _______________ de dos poderes, y una Winchester de _______________. Siempre dormía como durmió su padre, con el arma escondida dentro de la funda de la _______________, pero antes de _______________ la casa aquel día le sacó los _______________ y la puso en la gaveta de la mesa de noche. «Nunca la dejaba cargada», me dijo su madre. Yo lo sabía, y sabía además que _______________ las armas en un lugar y -escondía la _______________ en otro lugar muy apartado, de modo que nadie _______________ ni por casualidad a la tentación de cargarlas dentro de la casa. Era una _______________ sabia impuesta por su padre desde una mañana en que una _______________ sacudió

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.6 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com