El Abuelo Wiliams

La Leyenda Del Abuelo Williams

Mi abuelo cuando era chico quería ir a la Guerra, se llamaba William, pero su madre que se llamaba Isabel, no lo dejaba ir, porque su padre Había muerto en Batalla, y ella tenía miedo de que el tuviera el mismo destino, pero un día su madre enfermo y se estaba muriendo, entonces le dijo a su hijo que si quería ir a la Guerra que fuera, y que no se preocupara por ella, en ese momento el chico escucho a su madre, y se fue a la Guerra.

Cuando termino la Guerra Él se volvió un Héroe Nacional y volvió a la casa donde vivía con su madre, llevaba muchas medallas y cuando toco la puerta de su casa esperando a que su madre le abriera la puerta, un vecino que él conocía salió y le dijo que su madre había muerto, cuando se enteró que su madre había muerto, fue para donde la habían enterrado, lloro durante muchos días desconsoladamente, pensando en cuanto su madre lo había cuidado y protegido y sin embargo él la había abandonado en su enfermedad. Pasando los años, conoció una bella mujer que se llamaba Sofía, se casaron tuvieron dos hijos uno que se llamaba Ñelo y el otro Alfredo, Ñelo era el mayor y Alfredo era el menor, sus hijos crecieron, tuvo bastantes nietos, después de un tiempo Sofía enfermo, y le dijo que en su funeral no llorara, y así fue, cuando ella murió, el no lloro en su funeral, a pesar del dolor tan grande que sentía por la pérdida de su amada esposa, pero su mujer se lo había pedido y él le cumplió.

Después de la muerte de su mujer el sintió el mismo despecho que cuando murió su madre, él sabía que pronto iba a morir también por lo tanto decidió comprarse un caballo y cuando estaba buscando uno vio una hermosa yegua paso fino que lo cautivo así que la compro y la llamo Anabel, todos los días alimentaba a Anabel y montaba con ella, después de unos años el andaba montando con Anabel por la sabana, hasta que una serpiente cascabel, salió de la nada, y le mordió la pata, él y Anabel cayeron, cuando él se levantó vio que Anabel no se movía y que no se podía levantar, él le dijo que se relajara que pronto todo iba a terminar, y después de unas horas ya Anabel había muerto.

Cuando vio que Anabel había muerto el no lloro, le dijo a todos que Anabel era muy fuerte, el veneno de la serpiente era letal y ella no pudo soportar ese veneno, pero como Anabel estaba embarazada había dejado un hermoso potro que se volvió su compañero al que le puso por nombre Rucio Moro, Un día le dijo a sus hijos y nietos que el había sido muy feliz y sabía que su madre, su mujer y su yegua lo esperaban en la otra vida, que había ido a la guerra a defender su nación, que había formado una bella familia y que tuvo dos grandes amigos, Anabel y Rucio Moro, que él sabía que ellos serían felices y no lo necesitaban así que había llegado la hora de reunirse con sus seres amados; luego se fue al

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