El Ecosistema Acuatico

ECOSISTEMAS ACUÁTICOS DE

LA PROVINCIA DE FORMOSA

El agua dulce es indispensable para la vida y el bienestar de las personas. La sociedad utiliza grandes cantidades de agua de los ríos, las lagunas, los lagos y los acuíferos subterráneos para abastecer sus necesidades, las de las ciudades, el campo y la industria. Nuestra necesidad de agua dulce a veces nos hace pasar por alto los beneficios -igualmente vitales- de mantener los ecosistemas de agua dulce saludables. Sin embargo últimamente, hay un reconocimiento creciente de que los ecosistemas de agua dulce funcionalmente intactos y biológicamente complejos proveen muchas materias primas de valor económico y muchos servicios a la sociedad.

Los ecosistemas acuáticos se hallan entre los más productivos y de mayor importancia ecológica del planeta. Esto se debe a que poseen una elevada productividad y que desempeñan un importante papel funcional en numerosos fenómenos y procesos de la naturaleza, además albergan una biota particularmente rica y abundante tanto en especies vegetales como animales dando sustento a una de las concentraciones de especies silvestres más grandes del mundo.

Además de su importancia por la diversidad biológica que tienen, poseen muchos otros valores y funciones importantes como la de intervenir en el control de las inundaciones, “reteniendo” las precipitaciones fuertes, evitando posibles anegamientos aguas abajo, almacenando el agua en el suelo o reteniéndola en la superficie de lagunas, esteros, etc.

La vegetación de estos ecosistemas desempeña una función en la reducción de la velocidad de circulación de las aguas de crecida, esto es beneficioso aguas abajo, donde los sedimentos depositados pueden obstruir cursos de agua, también juegan un papel muy importante en la depuración del agua eliminando eficazmente altas concentraciones de nutrientes tales como el nitrógeno y el fósforo asociados comúnmente al desarrollo agrícola, importante para prevenir la eutrofización, proceso que trae consigo un rápido crecimiento de plantas y algas, seguido del agotamiento del oxígeno, lo que afecta a otras especies y como si todo esto fuera poco desempeñan por lo menos dos funciones críticas en la mitigación de los efectos del cambio climático: una en el manejo de los gases de efecto invernadero (sobre todo dióxido de carbono) y la otra de amortiguación física de los impactos del cambio climático, sumémosles su singular belleza paisajística lo que hace de estos sitios atractivos turísticos relevantes.

Las diversas categorías de humedales que existen pueden ser agrupadas en 7 grandes unidades del paisaje, entre las que se destaca las planicies aluviales o llanuras de inundación de los ríos, ecosistema con una alta representatividad en toda la Provincia. En realidad las clasificaciones siempre estarán sujetas a la escala temporal como a la espacial en la que trabajemos y así tendremos clasificaciones más detalladas o específicas o más generales.

Ahora una salvedad, si bien los sistemas fluvio - lacustres son muy abundantes en la región no son el único tipo de humedales que podemos encontrar.

Es una buena pregunta, se puede decir que a grandes rasgos sí, aunque existen sutiles diferencias, el término humedal es mucho más amplio y ambiguo, en pocas palabras “todos los ecosistemas acuáticos pueden ser considerados humedales pero no todos los humedales son considerados ecosistemas acuáticos” existe una idea bastante arraigada y más equivocada que correcta que los humedales son áreas de transición ecológica (ecotonos) entre el agua y la tierra, cuando en realidad los grandes humedales como los bañados (un ejemplo es el Bañado La

Estrella en Formosa) y las planicies de inundación (como los valles de inundación de los ríos Paraguay, Pilcomayo y Bermejo para citar algunos son reconocibles como mosaicos de ecosistemas altamente dinámicos, de límites indefinidos y frágiles, donde su estructura y biodiversidad están sujetas fundamentalmente a la hidrología y los flujos de materia y energía, o sea que poseen una identidad propia.

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