El Lenguaje

Uno de los principales objetivos que tiene la escuela al enseñar la lengua, es que los alumnos aprendan a expresarse de forma oral y escrita, así como la comprensión e interpretación de distintos tipos de mensajes orales, sin embargo, no es sólo en la escuela en donde el niño desarrolla dichas habilidades, ya que desde antes de ingresar a la educación escolar, conviven con la familia y las personas que lo rodean logrando de esta manera adquirir experiencias sociales que le permitan conocer lo que es el lenguaje; las relaciones establecidas durante ese lapso del tiempo son bases para mejorar su expresión durante la formación académica.

Cabe mencionar que, en la escuela se focalizan más en desarrollar el aprendizaje formal de la lengua escrita que a diferencia de los agentes sociales en los que el alumno se desenvuelve se aprende con mayor frecuencia el lenguaje informal. Los saberes más comunes adquiridos fuera del contexto escolar a través de los intercambios lingüísticos con el medio son; que el pequeño reconoce que el lenguaje tiene diversos propósitos, como el de satisfacer las necesidades humanas, manifestar su propio yo, sirve como herramienta para relacionarse con su entorno, compartir sus experiencias y conocimientos, aprende modales, sabe que tiene que guardar respeto a sus mayores, modifica su lenguaje según el contexto en que se encuentre y percibe el impacto que tiene el grado de tonalidad que se imponga en cada frase para darle énfasis a lo que se quiere dar a entender. En la lengua escrita aprende a identificar y construir distintos tipos de textos orales, como cuentos, adivinanzas, rimas, canciones etc.

En ocasiones influye de gran manera el entorno sociocultural en que se desarrolle el niño, a causa de que los niños aprenden sobre lo que observan y si su entorno, no propicia el buen uso del lenguaje el niño presentará dificultades para utilizar el lenguaje de manera adecuada. Es muy importante que la familia inculque a los más pequeños la importancia que tienen los modales lingüísticos para expresarse oralmente, ya que en el hogar es donde el niño refuerza, utiliza y práctica el lenguaje durante más tiempo que en la escuela. Por ejemplo, con frecuencia en las zonas urbanas o rurales, no es relevante para las personas el uso del lenguaje formal, ocasionando que los niños que apenas están comprendiendo lo que es el habla imiten lo que observan, obteniendo como consecuencia la disminución de oportunidades de conocer un lenguaje más apropiado, claro que esto no sucede en todos los casos, porque depende de cada persona la construcción de su propio habla.

El papel que debe tomar el maestro ante las dificultades que pudieran presentarse para fomentar en los niños el uso formal y adecuado del lenguaje, no es el de juzgar a sus alumnos por la ausencia de vocabulario sino, el de analizar cuáles son los aspectos en que se presentan problemas para que posteriormente diseñe actividades

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