ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Origen Del Castellano

mari_anto26 de Enero de 2015

12.781 Palabras (52 Páginas)321 Visitas

Página 1 de 52

INDICE

Introducción.

1. Formación y evolución de las lenguas hispánicas.

1.1. Etapa prerromana.

1.2. El caso vasco.

1.3. La romanización.

1.4. Influencias germánicas.

1.5. El superestrato árabe.

2. El castellano.

1.1. Los dialectos “históricos”: Astur¬leonés y Aragonés.

1.2. Etapas en la formación del castellano actual (rasgos fonológicos, morfosintácticos y léxico-semánticos):

Época medieval y etapa alfonsí. ¬ El español de transición Nebrija y el castellano clásico. ¬ El español moderno: el Diccionario de Autoridades y las Academias.

3. El catalán. ¬Breve visión histórica, rasgos lingüísticos y dialectos.

4. El gallego. ¬Breve visión histórica, rasgos lingüísticos y dialectos.

5. El euskera. Breve visión histórica, rasgos lingüísticos y dialectos.

6. Variedades dialectales del castellano.

6.1. El español septentrional.

6.2. Las hablas “de tránsito”: el extremeño y el murciano.

6.3. El español meridional: rasgos comunes¬ ¬

La modalidad lingüística canaria: principales influencias; Rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxicos.

Conclusión.

BIBLIOGRAFÍA.

INTRODUCCIÓN.

La Constitución española en su artículo tercero establece que “el castellano es la lengua española oficial del Estado”, sin embargo, como también queda recogido en este mismo documento, España es una nación plurilingüe: dentro de su territorio conviven cuatro lenguas y no menos de quince dialectos derivados de las mismas. A lo largo del desarrollo de este tema intentaremos explicar cómo surgen, se desarrollan y consolidan las diferentes lenguas y dialectos que se hablan en España, en un proceso cambiante que se prolongará a lo largo de los siglos hasta llegar a la actualidad. Para ello, partiremos del estudio de las lenguas prerrománicas y constataremos su labor de sustrato del latín vulgar.

A continuación, nos centraremos en las distintas etapas evolutivas del castellano hasta alcanzar su configuración actual y analizaremos las tres lenguas restantes que se hablan en el territorio español: el catalán, el gallego y el euskera.

Para finalizar esta exposición se hará referencia a los dialectos del castellano, centrándonos, como no podía ser de otro modo, en la variedad lingüística canaria.

1. FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS LENGUAS HISPÁNICAS.

1.1. ETAPA PRERROMANA. La época anterior a la romanización es bastante oscura, pero la arqueología y la historia han ido aportando datos sobre los pueblos que habitaron la Península . Podemos afirmar que la Península presentaba dos grandes zonas a la llegada de los romanos:

1º La franja del sureste, desde la Andalucía Oriental hasta Valencia y Cataluña y penetrando por el Valle del Ebro hasta casi su nacimiento, constituía la zona ibérica. Se cree que los iberos procedían del Norte de África y no se sabe si hablaban una sola lengua o varias, aunque de la misma familia. El ibero es la lengua mejor documentada de todas aquellas que podemos llamar lenguas paleo hispánicas: han llegado hasta nosotros más de mil inscripciones de naturaleza y longitud muy diferentes, así como abundante onomástica ibérica latinizada. Al sur, aproximadamente en el bajo Guadalquivir, baja Andalucía y sur de Portugal, se extendían los tartesios o turdetanos, cuya lengua, aún siéndonos prácticamente desconocida, no se cree que fuera de tipo ibérico.

2º.¬ La zona indoeuropea se extendía por el centro y N.O. de la Península. El pueblo representativo es el celta, que llega a España procedente del S. de Alemania, después de pasar por la Galia. Dominaron Galicia, gran parte de Portugal, la Meseta Castellana, con territorios en el País Vasco, Navarra y S.O. de Aragón. En esta última zona se mezclaron con los iberos constituyendo la Celtiberia.

Aunque el número de inscripciones celtibéricas aparecidas hasta el presente es muy inferior a las ibéricas, sin embargo la lengua es bastante mejor conocida, dado su origen indoeuropeo. Además, la documentación onomástica latinizada es muy superior. En esta misma zona, en el centro y noroeste se encontraban también los ligures, que procedían del centro de Europa. Por otra parte estaban las colonias orientales en las costas del Sur y en Levante, siendo las más antiguas las fenicias. Los griegos se instalaron en la franja costera de Levante, hoy Valencia y Cataluña. Los otros grupos lingüísticos eran más variados, así son hoy casi desconocidos los grupos lingüísticos en que incluimos a cántabros, astures o lusitanos, ya que de ellos no tenemos prácticamente ninguna muestra lingüística directa.

3. La única lengua prerrománica que ha llegado hasta nuestros días es el vasco, pero, dada su gran importancia, se tratará en este tema en un epígrafe aparte. Todas esta lenguas, a excepción del vasco, desaparecieron con la romanización y latinización de la Península, pero no sin antes dejar su huella en las distintas lenguas romances. Así, al sustrato lingüístico prerromano celta podemos atribuir fenómenos como la sonorización de las oclusivas sordas intervocálicas latinas y la evolución del grupo latino kt hasta llegar a it o ch, y al sustrato ibérico sería atribuible el sistema vocálico de cinco vocales con tres grados de abertura, que comparte con el vasco. Además, desde el punto de vista morfológico, encontramos una serie de sufijos que podemos considerar de origen prerromano: los despectivos ¬arro, ¬orro, -urro (baturro, machorro…) y los prefijos –ieco, ¬ueco, ¬asco, ¬iego(muñeco, peñasco, mujeriego…).

1.2. EL CASO VASCO.

La lengua vasca es la única lengua paleohispánica que sobrevivió al proceso de romanización de la Península Ibérica. Con la llegada de la lengua latina a Hispania, los hablantes de las diferentes lenguas hispánicas prerromanas cambiaron su código lingüístico a favor del latín, a excepción del espacio lingüísticamente vasco que, si bien adoptó el latín parcialmente, no llegó a perder su lengua originaria que se ha mantenido hasta el día de hoy. El vasco es una lengua de origen no indoeuropeo. Hoy ya no se admite que el vasco sea una lengua ibérica y, mucho menos, que sea la antigua lengua ibérica común a toda la Península; pero sí son evidentes muchos rasgos comunes entre ambos grupos, debido probablemente a una base común primitiva a la que se añadieron elementos posteriores muy diferentes. En cualquier caso, los problemas son muchos porque el vasco careció durante siglos de toda literatura escrita; solo desde el S.X aparecen frases y palabras sueltas y hasta el S. XVI no posee textos extensos. La influencia del vasco en la evolución del latín hasta llegar a la formación del dialecto castellano actual fue muy importante. Así, dentro de los fenómenos fonéticos atribuibles al sustrato vasco, cabría destacar la alteración de la /f/ inicial latina, que pasó en castellano a [h] aspirada y que más tarde desaparece; la ausencia de /v/ labiodental en la mayor partede España y un sistema vocálico que consta solo de cinco vocales con tres grados de abertura. Además, el léxico castellano se enriquece con abundantes vasquismos como pizarra, izquierdo, boina, cencerro, chatarra, aquelarre…

1.3. LA ROMANIZACIÓN.

El desembarco de los romanos en Ampurias en el año 218 a.C. señala el comienzo de la romanización de la Península Ibérica. La romanización constituyó un proceso de simbiosis y asimilación progresivas de las estructuras socio¬económicas, culturales y jurídico¬ políticas del mundo romano, por parte de los indígenas. Consecuencia de la romanización fue la latinización de la Península, constituyéndose el latín en el principal sustrato del castellano. El proceso de romanización y latinización de la Península no fue homogéneo. Así, dentro incluso de regiones más o menos delimitadas geográficamente , hubo zonas muy romanizadas al lado de otras que lo fueron menos: la romanización de la Bética fue mucho más profunda que la del Norte, donde astures, cántabros y vascones se resistían a ser romanizados. Además también fue diferente la forma en que la romanización afectó a los distintos grupos sociales. Esta fue más rápida e intensa en las clases sociales indígenas más elevadas, no solo porque al someterse al nuevo gobierno mantenían sus privilegios, sino también porque eran conscientes de integrarse con ello en una cultura superior, y la escuela, factor de romanización de gran importancia, afectó exclusivamente a la clase dirigente autóctona. Los pueblos más pobres y menos civilizados, como eran los del Norte, se mostraron más reacios a la asimilación. A estos factores hay que añadir

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (69 Kb)
Leer 51 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com