El Payaso Triste

EL PAYASO TRISTE

Erase una vez en un pueblo muy lejano llamado Acapulco se encontraba una humilde casa, donde vivía un joven llamado Alexander, el era una persona muy triste, desde el fallecimiento de sus padres, ya que le toco vivir solo desde que tenía tan solo 9 años, y ahora tiene 15 años de edad, además su tristeza se hacía más grande ya que nadie era capaz de acercarse a él para brindarle amor, cariño y su amistad, todos lo discriminaban porque era de apariencia muy fea. Pero en su pueblo nadie sabía que su sueño era ser un gran payaso, además tenía las capacidades y todas las ganas para hacerlo, porque a él le gustaba mucho hacer reír a niños y adultos, y que estuviesen felices, aunque él no lo estuviese, a el no le importaba llegar a ser un gran payaso y mostrar una cara feliz a todos, mientras que en su corazón lo abarque la tristeza.

Un día Alexander decidió ir a buscar algo que comer porque su pancita estaba muy triste, y estaba haciendo mucho ruido, o a ver si quizás encontraba a alguien que lo ayudara, y a la vez tenía mucha esperanza de encontrar un árbol de manzana, o quizás unas fresas, o unas peras, ya que tenía varios días sin probar un solo bocado. Cuando Alexander pasaba, todos los niños salían corriendo hacia sus casas a esconderse, cerraban puertas, y ventanas, algunos de ellos se asomaban cuidadosamente para observarlo y Alexander al ver esto se sentía muy triste y aun mas solo.

En cierto instante logro ver a lo lejos un árbol de manzanas muy bonitas, e intento acercarse a tomar algunas de ellas para calmar el hambre, pero de pronto apareció un hombre muy grande, de una apariencia muy fea, era moreno, tenia dientes grandes y ojos de fuego, lo cual lo hiso detenerse muy atemorizado.

El señor le dice -- ¿tu para dónde vas?

A lo que el joven respondió – Voy a para el árbol de manzana a recoger algunas de ellas, porque mi pancita tiene hambre… hambre…. Hambre…

El señor le responde --- ¡Tú! Lárgate de aquí, no tienes nada que hacer en estas tierras, estas son de mi propiedad y no pienso dejarte coger ni una sola manzana-- ¡vallase!...

Al escuchar Alexander estas palabras se sintió aun más triste, no le quedo otra alternativa que dar la vuelta y regresarse nuevamente para su casa.

Cuando el volvió a su casa, pasaron unos funcionarios del bienestar y se dirigieron hacia el exclamando ¡se ve muy triste y sucio!

Al acercarse a él todo la gente egoísta del pueblo empezó a gritarles -- ¡¡No se acerquen a él, no se dan cuenta lo horrible que esta, todo sucio y despeinado-- no se dan cuenta que es un demonio de lo feo que es!!

A lo que el personal del bienestar les respondió

--Porque son tan egoístas? – no tienen corazón? Porque se portan así con él? En vez de rechazarlo y despreciarlo, deberían ser amable con él, brindarle cariño y afecto, no se dan cuenta que es un niño huérfano, que esta falta de afecto, cariño y amor, debido a la partida de sus padres. No lo discriminen, a ustedes como madres les gustaría que les pasara a sus hijos, lo que le pasa a este joven?

Todos quedaron en silencio debido a esas palabras dichas por los funcionarios, todos se miraban entre si, alguno ahí presente bajaron la cabeza y lloraron al darse cuenta lo injustos que estaban siendo con ese niño.

El personal del bienestar entro a la humilde casa de Alexander y se dieron cuenta de que su situación no era la mejor, y le dijeron permítenos ayudarte, a lo que el niño respondió exclamado ¡ustedes me van a ayudar a mí!! Si desde la muerte de mis padres he estado solo, todos aquí en el pueblo me rechazan así como lo pudieron observar hace unos minutos.

--Nos dimos cuenta de todo y por eso rechazamos sus palabras, ya que nos habían contado parte de tu historia, sabíamos que no eras así como ellos lo decían, por eso decidimos llegar y brindarte nuestra ayuda, ahora cuéntanos – ¿qué sueños y metas tienes para tu vida?

A lo que el joven con lágrimas en sus ojos respondió

¡Ser un gran payaso!.. Me gusta ver a otros niños felices y contentos, pero si en algún día me llego a convertir en el gran payaso mi nombre será “Payaso Triste”

Los funcionarios del bienestar sorprendidos y asombrados con su respuesta le preguntaron ¿porque ese nombre? Si los payasos nos hacen reír y animan muchos eventos, ¿no te gustaría un nombre artístico más alegre?

¡No! Respondió el

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