Noche Triste

Hernán Cortés Pizarro nació en el año de 1485 en Medellín, España, sus padres fueron Martín Cortés Monroy y Catalina Pizarro Altamirano. Se dice que fue un niño enfermizo, estudió dos años la carrera de Leyes, ya que prefirió emprender diversas aventuras que proseguir sus estudios. Se relata que fue herido por un marido ofendido motivo por el cual quedó lesionado quedando desde entonces cojo. Y en el año de 1504 pudo cumplir sus anhelos de aventuras.

Cortés emprendió la conquista de México, tierra adentro, el 13 de agosto de 1521 tomando definitivamente a la Gran Tenochtitlán la hermosa capital del poderoso Imperio Azteca, en la que se fundó la ciudad de México.

Hernán Cortés de inmediato comenzó a ejercer el mando en el nuevo reino, y por sus múltiples hazañas fue premiado concediéndole el supremo poder político, militar y judicial de la Nueva España al nombrarlo Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor.

Hernán Cortés inició su gobierno con decisión política, ordenando la reconstrucción de la ciudad de México-Tenochtitlán, la capital Azteca que había sido arrasada por sus tropas y por millares de indios aliados que ayudaron decisivamente a la conquista. Sin embargo el gobierno de Cortés fue marcado por escándalos, ya que había molestias entre sus soldados, quienes lo acusaban de robar el oro y la plata del botín arrebatado a Cuauhtémoc; y para probar que no era cierto y que el antiguo Tlatoani mantenía escondido el supuesto tesoro, ordenó que le quemaran los pies.

Por otra parte, ya como gobernante, Cortés alentó el desarrollo económico de la Nueva España. Mandó a traer animales de tiro y carga, así como vacunos, estableciendo las primeras ganaderías; fomentó la agricultura, promovió la creación de pequeñas industrias como carpinterías y herrerías. Solicitó a Carlos I, le enviaran religiosos y en respuesta llegaron a México 12 Franciscanos.

Se cuenta que en uno de los episodios de la Conquista, cuando los conquistadores entraron a la capital azteca Tenochtitlán, siendo recibidos por el Emperador Moctezuma, dándoles alojamiento, días más tarde los Aztecas decidieron que deberían de ser expulsados, ante esta situación Hernán Cortés Pizarro tomó prisionero al Emperador para poder mantenerse en el territorio. Pero Pedro de Alvarado ordenó la matanza de algunos nobles del imperio, aprovechando que se encontraban celebrando uno de los ritos religiosos, y como respuesta a estos acontecimientos, miles de indígenas en actitud amenazante hostilizaron a los españoles. Cortés obligó a Moctezuma a pacificar a su pueblo, fracasando este cometido, ya que lo consideraron traidor y muchas flechas hicieron impacto en su cuerpo hasta matarlo a pedradas. Y como es natural, Hernán Cortés emprendió la huida que fue descubierta donde murieron muchos de sus soldados.

Él logró escapar, y sentándose en una piedra al pie de un árbol de ahuehuete, ubicado en la calzada México-Tacuba, desde donde vio acercarse a sus tropas totalmente diezmadas y derrotadas, es ahí donde se dice que lloró amargamente su desventura, conociéndose a este pasaje histórico efectuado el 30 de junio de 1520 como “LA NOCHE TRISTE”.

Todo este acontecimiento fue muy triste para los invasores por su arrogancia militar y emotiva, y satisfactoria para los Aztecas, que demostraron valor para defender su dignidad y consagrar su patriotismo. Pero Cortés llenándose de valor y su tenacidad volvió a rehacer su ejército, suscitándose otras batallas cayendo ya en definitiva la gran Tenochtitlán. Hernán Cortés Pizarro se dice que falleció pobre, viejo y abandonado en Castilleja de la Cuesta cerca de Sevilla España el 2 de Septiembre de 1547

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