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El Signo Para Pierce


Enviado por   •  2 de Febrero de 2014  •  14.703 Palabras (59 Páginas)  •  307 Visitas

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EL SIGNO

Las fuentes teóricas de la semiología: Saussure, Peirce, Morris

Juan Magariños de Morentin

(Buenos Aires: Edicial, 1983)

SEGUNDA PARTE

CHARLES SANDERS PEIRCE:

SUS APORTES

A LA PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA SEMIOLOGÍA

________________________________________

I. El Signo

En Teoría de los Signos, los conceptos y criterios clasificatorios de Charles Sanders Peirce resultan fundamentales para la organización sistemática de la semiología como disciplina científica y para la investigación empírica que de ella se deriva. Es imposible, en la brevedad de estas páginas, desarrollar la razón teórica que justifique plenamente tal afirmación. Se buscará cumplir un objetivo más humilde, consistente en la somera presentación de aquellas ideas básicas que son especialmente actualizables en el pensamiento de Peirce. Asimismo, se esbozarán algunas de tales ideas ya actualizadas, llamándose la atención respecto a la falta de un adecuado estudio sobre su teoría semiótica1, reservando, en cambio, para otro desarrollo ulterior, la exposición sobre los pasos de la derivación producida y su contraste crítico frente a otras teorías, como la de Ogden y Richards y, en especial, la de Ch. Morris, de las que también proceden abundantes pautas para la sistematización de una semiología [relativamente] formalizada.

"A sign, or representamen, is something which stands to somebody for something in some respect or capacity" ("Un signo, o representamen, es algo que está para alguien, por algo, en algún aspecto o disposición"2: parágrafo 2.228).

Esta definición constituye el gozne sobre el que gira la teoría de Peirce. Dice lo menos posible para poder construir sobre ella lo más posible. Es un enunciado que Jakobson calificaría de "afásico"3, ya que los lugares sintácticos que deberían estar ocupados por conceptos sustanciales, están mera mente señalados por esos pronombres: "algo", "alguien" y, de nuevo, "algo", así como por el adjetivo, tan propenso a pronominalizarse, "algún". Lo adjetivado por tal "algún" tampoco ofrece excesivo contenido, ya que, además de la traducción ofrecida ("aspecto o disposición"), puede aceptarse, más sintéticamente, "relación" (en su sentido amplio y no -al menos, no todavía- en ningún específico sentido lógico-matemático ). Cerrando la estructura de la definición, utiliza el verbo "to stand for". O sea, "estar en lugar de"; incluso es preferible "estar por", ya que éste es el sentido más vacío de la representación que es, en definitiva, lo que está en juego. Así, un poco más adelante, en el párrafo 2.273, el mismo Peirce se encarga de fijarle el sentido que le interesa: "To stand for, that is, to be in such a relation to another that for certain purposes it is treated by some mind as if it were that other" ("Estar en lugar de, es decir, situarse en una relación tal respecto a otro que, para ciertos fines, puede considerársele, en algún modo como si fuese ese otro"). Logra así que la definición inicial se armonice en un contexto isótopo con la libertad proporcionada por los pronombres que la constituyen. El verbo incluso podría haber quedado implícito, debido al vigor de las preposiciones " to", "for" e "in" ("para", "por" y "en") que articulan tal contexto. Reducido a una forma esquemática, tendríamos el siguiente modelo de signo:

(A)

El mismo parágrafo 2.228, citado anteriormente, continúa diciendo: " It addresses somebody, that is, creates in the mind of that person an equivalent sign, or perhaps a more developed sign. The sign which it creates, I Call the Interpretant of the first sign. The sign stands for something, its object. It stands for that object, not in all respects, but in reference to a sort of idea, which I have called the ground of the representamen" ("Ello se dirige a alguien, o sea, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o quizá un signo más desarrollado. A éste, que aquél crea, lo denomino elinterpretante del primer signo. El signo está por algo, su objeto. Este está por tal objeto, no en todo sentido, sino respecto a un tipo de idea que algunas veces he llamado el fundamento del representamen"). En principio, es la totalidad del signo, cuyo esquema gráfico antecede (A) la que se dirige a alguien y crea en él otro signo: el interpretante del primero. Se trata de un fenómeno característico del lenguaje (en cuanto duplicación semiótica) para cuya producción se requieren dos signos: el representamen y el interpretante; el primero en el emisor y el segundo en el receptor. De todas formas, es conveniente despersonalizar este proceso lingüístico, del cual la comunicación emisor-receptor es sólo un caso. El proceso del conocimiento es también una relación entre representamen e interpretante; en tal caso el representamen es el concepto o enunciado, por ejemplo, científico que se dirige a un sistema teórico donde, transformado en interpretante, o sea, en lugar lógico, recibe su valor significativo, el cual, posiblemente, incrementa el que tenía en cuanto propuesta o representamen. A partir del gráfico anterior, su complemento, conforme a lo que acaba de decirse, es:

(B)

ALGO (1, 2y 3)........................................interpretante:

que también es signo,

o sea, ALGO (1, 2 y 3)

En segundo lugar, todo aquel signo (A) es el sustituto de algo, a lo que denomina su objeto. Hasta aquí Peirce constituye al signo como capaz de sustituir a su objeto, del que sólo puede decir que es "algo". Coincide así con el concepto intuitivo, en semiología, de caos, en cuanto lo señalable (lógica mente) pero indecible. (El tema del caos en semiología, lo estudio desde diversos ángulos en mi trabajo "Del caos al lenguaje", Buenos Aires, Ed. Tres Tiempos, 1983.) No obstante, Peirce quiere decir algo más acerca de ese objeto y así afirma que la sustitución

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