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El Trueque Y Los Primeros Dineros

darkhole586 de Septiembre de 2011

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El trueque y los primeros dineros

Los primeros intercambios comerciales que se realizaron en la historia fueron trueques. Es decir, se intercambiaba un bien por otro, sin hacer uso del dinero.

Así, la demanda de un bien no estaba relacionada con el deseo de consumirlo, se fundamento en el bien más líquido – dinero- esto es en el conocimiento que esté permitía de forma fácil, realizar el trueque por los demás bienes.

En sus orígenes el dinero facilitó enormemente los intercambios, permitió una mayor prosperidad, pero no creó, ni represento riqueza su aumento- Si crear riqueza fuera directamente proporcional al crear dinero, en situaciones de gran carestía – en épocas de guerra- se solucionaría la escasez

El oro trasciende

Todo un sinfín de bienes fueron, en un tiempo de la historia, en un lugar del mundo, dinero: conchas, pequeños discos de cobre o bronce o hierro, plumas de garza, finalmente, en el mercado se prefirió el oro.

Un bien líquido podía intercambiarse - ser dinero-, cuando cumplía ciertos requisitos:

1- Transportable, esto es, un alto valor respecto de su peso, para poder intercambiarlo en lugares lejanos.

2- Divisible, para facilitar las transacciones menores.

3- Homogeneidad, al fraccionarlo todas las partes en que se divide sea similar

4- Durabilidad, para que conserve su valor en el tiempo que se comercialice – al transportarlo, almacenarlo.

5- Difícil de falsificar.

Ningún bien cumplió todas estas condiciones como el oro.

El señoreaje

El valor de la moneda en el mercado venía determinado por el valor que el mercado reconocía - otorgaba al metal en que estaba fabricada.

La inflación

Lo que antes se podía comprar con cierto número de monedas de oro, ahora se compraba con un número superior de monedas porque cada una de las nuevas monedas contenía menos oro. Y, por lo que hemos visto antes, lo que importaba al comprador era la cantidad de oro que acababa en su caja de caudales, no el número de retratos.

Los soberanos vanamente pretendieron mediante leyes que las monedas valiesen más con la efigie del rey de turno. A medida que en el mercado se iban dando cuenta de lo poco que valía realmente cada una de esas monedas, los vendedores pedían más monedas, o sea, subían el precio de sus bienes. El resultado era que todos los precios expresados en esa moneda se encarecían. A esto se llamó inflación.

El papel moneda

Al imponerse la costumbre de pagar con unas notas de papel que otorgaban al portador la posesión de cierta cantidad de oro depositada en cierto lugar. Eran los billetes, poseerlos equivalía a ser propietario del oro depositado en algún lugar - bancos comerciales de todo el mundo- quienes emitían este tipo de notas de papel.

El patrón oro decimonónico

El oro ha sido al detal –polvo, pepitas- dinero y, por tanto, ha constituido varios patrones oro, cuando se habla de “el” se hace referencia a la forma en que se organizaba el sistema financiero internacional en el siglo XIX. Esto es consistía simplemente definir una divisa en términos de oro. Ejemplo, el dólar americano y la libra esterlina estaban definidas como una veinteava y veinticincoava parte de una onza de oro. Esto es, tener un dólar equivalía a tener un “1/20 y 1/25 onzas de oro”.

Puesto que la definición de cada divisa en términos de oro era fija, bien podríamos decir que existía una moneda única mundial, que era el oro.

Por motivos de comodidad la gente usaba billetes de papel para hacer las comprar y ventas. Luego, uno podía ir al banco a que le cambiaran el papel por su equivalente en oro. La confianza en el oro se consolido a través de la historia, sustituyo a todos los bienes que se emplearon como dinero.

* Aunque los billetes de papel más antiguos parecen ser un invento chino, una vez más, el desarrollo de esta novedad se produjo sobre todo en Occidente.

Cuando los bancos emitían billetes, para recibir oro, determinaban que a partir de ese momento podrían sus cliente exigir la correspondiente cantidad de oro en cualquier momento, por ende, comprensiblemente, se abstenían el emitir dinero indiscriminadamente; esto es, disciplina para emitir.

Los bancos emitían dinero para el mercado al ritmo del incremento de los depósitos de oro esto conducía a la confianza.

El dinero que mantiene su valor estable a través del tiempo tiene como consecuencia:

Estabilidad en los precios, esto es, la inflación es insignificante.

Tipos de cambio estables, es decir, no se requiere mantener paridad fija artificial lo cual hace competitivas las exportaciones

Lo anterior fue la situación financiera mundial del siglo XIX, -Guerras Napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial-.

Reservas vs la guerra

Dado que la cantidad de dinero a emitir por el sistema estaba condicionado al monto de reservas de oro, lo anterior determinaba que los gobiernos, no podían financiar gastos extraordinarios vía emisión, como lo fue la guerra, por ende, solo se presentaban dos alternativas: se encaminaban todos los esfuerzos para finalizarla a fin de evitar que el sistema entrara en apuros; la alternativa no era otra que suspender temporalmente la paridad de la moneda respecto del oro. Dado lo anterior cualquiera de las dos alternativas en la postguerra el balance era insuficiencia de reservas para convertir billetes, por ende, se redefinía -baja la divisa en términos de oro-, esto es, se devaluaba, que conducía a una costosa reconstrucción se compraba menos bienes y servicios en el exterior.

Al mantenerse la convertibilidad existía la posibilidad de perder las reservas muy rápidamente, todo lo anterior demostró que la guerra, era una insensatez,- no obstante existiese la alternativa del triunfo- por eso hubo muy pocas en el siglo XIX.

Pronto se populariza entre los economistas la teoría que pretendía explicar los fenómenos monetarios. Del análisis respecto a la liquidez del dinero, se paso a las variaciones en su cantidad. Irving Fisher lo expresa: M • V = P • Q

Donde M es la cantidad de dinero (oferta monetaria), V es la velocidad de circulación -como gira el dinero en el mercado-, P es el nivel general de precios y Q es la producción nacional de bienes y servicios.

Dado lo anterior se dio paso a divisas no respaldadas por oro en absoluto, esto es, divisas cuyo valor se basaría en la confianza del mercado sustentada en una muy buena gestión de la banca central, Estas divisas no respaldadas se conocerían como “moneda fiduciaria”.

La teoría cuantitativa sostiene que el valor del oro, acuñado o no, no es independiente de su cantidad respecto de la demanda mundial para fines monetarios y de consumo.

La triple pirámide invertida de la Isla de Jekyll

El primer banco central de la historia fue el Banco de Inglaterra -1694-, adquirió su actual forma en 1844 con la Peel Act. Entre tanto en Estados Unidos se realizo noviembre de 1910 cuando un grupo de banqueros, reunidos secretamente en la Isla de Jekyll, decidieron crear el Sistema de la Reserva Federal, esto es, el banco central americano y entra en funcionamiento en diciembre de 1913y consistió en la coordinación de doce bancos, emitía billetes respaldándolos con sus reservas de oro. Puesto que se emitían más billetes que sus tenencias de oro, podría hablarse de que el sistema consistía en una pirámide invertida: muchos billetes que se sostienen sobre una cantidad de oro inferior.

Los bancos nacionales podían entonces ofrecer depósitos a sus clientes respaldándolos con los billetes de la Reserva, dado que aquí tampoco había paridad unitaria, así como la existencia de varios bancos nacionales, se presenta una serie de nuevas pirámides invertidas soportadas sobre la primera. Finalmente, todos los bancos estatales podían ofrecer crédito respaldado por los depósitos de los bancos nacionales, es decir, una nueva fila de pirámides invertidas.

La triple pirámide invertida de la Conferencia de Génova

Inglaterra, que hasta entonces había sido la gran potencia hegemónica y que acababa de salir victoriosa de la Gran Guerra, no estaba dispuesta a rebajarse y regresó al patrón oro en 1926 sin devaluar la libra. (Es decir, los ingleses podrían importar a bajo coste, pero les sería dificilísimo exportar sus productos.)

En la Conferencia de Génova de 1922: los ingleses convencen al resto del mundo respecto a que Estados Unidos, permanecería en el patrón oro, por ende el oro respalda sus dólares, los cuales a su vez lo hacen con las libras esterlinas y finalmente las libras las demás divisas. Esto era una nueva triple pirámide invertida: los dólares se sostenían sobre una cantidad de oro inferior. Sobre estos dólares se apoyaban las libras, con lo que se formaba una segunda pirámide sobre la primera. Y, finalmente, todas las demás divisas se apoyaban sobre la libra.

Ahora, el Banco de Inglaterra podía emitir tantas libras como quisiera porque, en vez de tener que cambiarlas por oro, podía cambiarlas por dólares. Sólo se trataba de convencer a los americanos de que imprimiesen dólares indiscriminadamente, por ende, se sientan las bases del sistema

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