El arte de vivir sin soñar

EL ARTE DE VIVIR SIN SOÑAR

EDUARDO CABALLERO CALDERÓN

La novela el Arte de vivir sin soñar del escritor colombiano Eduardo Caballero Calderón, nos transporta a dos mundos diametralmente opuestos, dos épocas completamente distintas, separadas por el tiempo y el espacio, y en cada una de ellas no solamente nos muestra los elementos más sobresalientes de cada cultura  sino que hace énfasis en la forma como el protagonista, el Príncipe Amín, también llamado el Melancólico, y Ahmed, el Mendigo analizan y sacan sus propias conclusiones al comparar la manera de vivir de los habitantes de estos dos culturas.

El escritor a través de esta obra nos muestra como el deseo de Amín de cambiar su forma de vida, las ansias de convertir sus sueños en realidad se realizan al tomar un conjuro que lo hace dormir durante mil años y despertar en un mundo donde las situaciones que se le presentan lo hacen madurar y ver la vida de otra forma.

Caballero Calderón en su obra combina el ayer y el hoy, la enseñanza y el aprendizaje, nos muestra cual es el camino perfecto para alcanzar la felicidad, algo tan anhelado por el ser humano en cualquier tiempo y espacio.

En la primera parte de la novela se narra lo acontecido en el viejo Salem (Oriente), el príncipe Amín procede de este mundo en el que crece hasta los quince años. En este entorno su vida transcurre tratando de buscar la forma de convertir sus sueños en realidad; en la segunda parte, en el nuevo Salem (Occidente) Amín regresa después de un sueño de mil años y le toca enfrentar un mundo completamente desconocido y difícil de comprender tanto para el como para su compañero de viaje Ahmed. Despiertan en Salem, Oregón (USA), en el año 1941 y delante de ellos se abre un mundo extraño y maravilloso al mismo tiempo y es entonces donde el príncipe comienza a practicar su habilidad para ver y comienza su aprendizaje haciendo miles de preguntas sobre todo lo que se encuentra a su alrededor.

Para Amín este mundo es frio y vacío, es un mundo donde las palabras han perdido su magia y solo se les da valor a las cosas materiales y al poder. El hombre aquí ha perdido su horizonte y el sentido de su existencia.

En el Salem de occidente Amín y Ahmed se ven envueltos casi sin darse cuenta en una vida de lujos, anuncios publicitarios, fama y hasta dinero, pero es un mundo incomprensible para ellos ya que no alcanzan a entender porque si el hombre occidental tiene lo necesario para vivir porque desea más.

Pero esta vida efímera no dura mucho, pronto entraran en el anonimato ya que los occidentales se dan cuenta que ellos no traen ninguna revelación ni verdad, y que de igual forma ellos continuaran sumidos en las tinieblas.

A el príncipe Amín todavía le falta mucho por ver y oír para su completo aprendizaje, pero si comprende que los hombres, mujeres y jóvenes de este mundo son seres inconformes consigo mismos y con la sociedad, andan en busca de algo que está dentro de ellos mismos, y por ello sufren pues son incapaces de mirar dentro de sí.

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