El príncipe . Cuenta la leyenda que había en un castillo un joven príncipe que era muy holgazán

El príncipe

Cuenta la leyenda que había en un castillo un joven príncipe que era muy holgazán, solo quería jugar, sus padres los reyes intentaron de todo para convencerlo en hacerse cargo de sus responsabilidades pero este joven berrinchudo no hacía caso, una de las noches que se hartó de estar escuchando sermones, pidió y pidió ser mayor para así poder hacer lo que él quisiera.

A la mañana siguiente se levantó y despertó como un adulto, pero se encontró una bobina de oro, se acercó para inspeccionarla detenidamente y esta le hablo.

-bobina: cuídame bien, mediante que pase el tiempo,

El hilo que representa tu vida se irá soltando.

-príncipe: claro que si te cuidare.

El joven príncipe tuvo tanta curiosidad de cómo serían sus hijos y su esposa y como serian ellos al crecer y así poco a poco fue tirando del hilo hasta que se observó en el espejo y se vio viejo y rápidamente intento enrollar el hilo, pero el tiempo que le quedaba ya era casi exclusivo para su muerte; la bobina entonces se dispuso a hablarle nuevamente diciéndole.

-bobina: gastaste tu vida queriendo ser grande, el tiempo que jalaste, no los podrás recuperar deberás sufrir el castigo.

-príncipe: ¡nooooooooooooooooooooooo!

El príncipe desesperado hiso una lista de cosas que no había echo y una de esas cosas la más importante era tener una princesa muy bella, de largo pelo rubio y ojos azules.

En la mañana siguiente el príncipe fue a un evento que había organizado su familia, pero el príncipe no quería salir porque estaba lleno de arugas y muchas canas. El príncipe de su alcoba mira por la ventana y mira una hermosa dama como la que describía en sus cosas pendientes de hacer.

El príncipe tuvo que salir con una máscara de chango que se había encontrado en las cosas tiradas del  hijo de la sirvienta.

Salió el príncipe  desesperado buscando a la mujer bella. Pero no la encuentra y el príncipe no  se rinde y sigue buscando y buscando.

Como al príncipe no le quedaba tanto tiempo y ya estaba viejo ya no podía caminar, batallaba al respirar. Se detuvo en un árbol  gigante que estaba afuera del castillo a descansar.

El príncipe poco a poco fue serrando los ojos porque ya no podía más.

Pero de repente sintió un aroma a flores frescas y despertó sorprendido porque a su lado estaba la mujer bella pidiéndole ayuda porque le había picado un insecto muy venenoso. El príncipe no podía mover ni un solo dedo de lo tan débil que estaba.

La mujer bella fue desmayándose por que el veneno del animal ya estaba en todo su cuerpo, la mujer se recargo con el príncipe  que ya estaba moribundo y poco apoco los dos empezaron a serrar los ojos

Al tiempo los dos estaban muertos,  el príncipe cumplió lo que quería.

¡Colorín colorado este cuento se a acabado!

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