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Muy probablemente habría carecido de sentido hablar de la manipulación genética en los siglos XVIII o XIX, pero los fenómenos de globalización y de la evolución de las tecnologías han traído al discurso nuevas situaciones. Tal vez en 1850 era irrelevante pensar la clonación de Dolly. Con el tiempo se volvió un tema de vanguardia y ahora la tendencia es movernos hacía el material genético humano. Sin embargo aquí es donde se presentan los mayores inconvenientes o donde hay mayor cantidad de conflicto por el choque que genera la tecnología científica moderna frente a los pensamientos naturalistas y de conservación del hombre como elemento esencial del mundo. Algunos pensaran que son simplemente un grupo de tradicionalistas tratando de frenar los avances científicos, pero me permito informar a todos quienes piensen en esto que tal aseveración no es cierta. No hay que tener un pensamiento tradicional ni conservador –uptight- para considerar la vida y al ser como elementos muchos mas importantes que el desarrollo de nuevos descubrimientos científicos. Es simple lógica y racionalidad. Pues mientras la actividad en desarrollo ponga en riesgo la integridad del ser humano estamos, entonces, frente a un grave error de conducta y dirección de los esfuerzos.

En Polonia, las leyes protegen a los animales frente al tema de uso de los mismos para experimentos científicos basados en un único pero contundente argumento: los animales no pueden expresar su autodeterminación ni tienen la capacidad para expresar sus pensamientos y decisiones al ser humano. Sin embargo, es libre de cada persona decidir si quieren ser parte de un experimento, siempre y cuando la decisión no se encuentre viciada de ninguna manera sino que se produzca de manera autónoma y consciente.

Países como los Estados Unidos de América han dedicado mayores esfuerzos a manipular genéticamente las especies. Pero si nos ponemos a hablar de casos concretos y de pros y contras de los mismos, muy probablemente tendríamos que escribir unos cuantos libros al respecto, ya que toda esa información es altamente difícil de sintetizar y clasificar. Entonces vayamos al caso concreto. Inicialmente se nos ha introducido dentro del mundo de la alteración genética sin que se nos haya sido consultado; es mas, el simple hecho de consumidor alimentos con preservantes ya nos hace unos patrocinadores oficiales de dicha actividad. Igual, es muy difícil abandonar dicha tendencia pues los productos cultivados que se encuentran por fuera de este grupo son muy pocos y además se consiguen a cambio de muy altas sumas de dinero. Esto quiere decir que tristemente estamos condenados a seguir en la cadena. Por ello debemos dedicar esfuerzos a tratar de salvar al ser humano desde otra óptica. ¿Cómo? Evitando que las tendencias de los científicos combinadas con el poder económico de algunos grupos sociales nos lleven a convertir a la especie humana en una mercancía.

El tema se centra en que hoy por hoy se analizan las posibilidades de generar clones o personas “perfectas’’, creadas a partir de ideales físicos, esencialmente. Esto es que podríamos ir a Walmart en unas cuantas décadas y conseguir los elementos suficientes para mandar a hacer una persona de medidas perfectas,

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