Juicio En El Granero

El juicio en el granero.

Una tarde una tortuga estaba comiendo apio dentro de un granero sin alguna pena o preocupación, en eso estaba cuando de repente sale una ardilla muy alterada gritaba eufóricamente:

Ardilla- ¡ladrona, ladrona!-

La tortuga sorprendida voltea a donde estaba la ardilla y le dice:

Tortuga - ¡yo no soy una ladrona!-

La ardilla reitera:

Ardilla- ¡claro que sí! Tú lo estás haciendo, ¡¡ladrona, ladrona!-

En eso entra un conejo saltarín a la escena y le dice a la ardilla:

Conejo- ¡Oye! Ella no es una ladrona, nosotros los animales no tenemos la culpa de que los humanos tomaran nuestra comida y la apilaran aquí.

Ardilla- ¡mentira, mentira! Esa comida es de los humanos.

La ardilla, la tortuga y el conejo empezaron a pelear. Hasta que llega su amiga la can diciendo:

Can- ¡Hey, hey! tranquilos. ¿Por qué tanto alboroto?

La can empieza escuchando las historias de todos ellos tranquilizándolos poco a poco, aunque la histérica ardilla no quedaba conforme, así que la can decide comenzar un juicio.

Can- Está bien, tomaremos la argumentación de la ardilla. ¿Por qué dices que la tortuga está robando?

Ardilla- ¡esta ladrona! -señalando a la tortuga- se está comiendo la comida de los humanos ¡¡y eso es un delito!!

Can- ¿es eso cierta tortuga?

Tortuga- si señora can, estoy comiendo el apio que se encuentra aquí en este granero.

La can empieza a cuestionar a la tortuga de forma condenadora.

Can- ¡quien le dijo que podía comerse el apio de aquí! ¿Sabe usted que eso es un delito?

Tortuga- ¿pero yo...? (decía en sumisión).

La ardilla interrumpiendo a la tortuga:

Ardilla- ¡Pero nada! ¡¡Ladrona!!

Al escuchar esto el conejo se exalta. – ¡no la llamen así! Ella tiene derecho de comer del apio de aquí y en cualquier lugar, ese apio es la comida de todos nosotros los animales-

Esa agitada discusión pronto degenera un conato de bronca violenta, y vuelve a poner orden la can.

Can- Por favor tranquilícense ¡se comportan como humanos por favor! Serenidad por favor.

Los animales se disculpan y la can empieza a dar su dictamen final.

Dadas las evidencias y en virtud de que la acusada acepta los cargos declaro a la acusada…

De pronto un gato interrumpe gritando;

Gato- ¡Alto ahí canina margarita! Deja a esa tortuguina en paz, y tú ardilla date un break ¡serénate my friend!

La Tortuga voltea a la ventana y justo ahí se encontraba el gato moviendo su cola en forma hipnotizante, mientras miraba a todos de una forma misteriosa .esto incomodaba a la histérica a la histérica ardilla, intrigaba al conejo y la can especulante y curiosa dejo que ese gato espesara a hablar.

Gato- hola mis admirables compatriotas dela farsa realidad (hablaba mientras bajaba sutilmente al improvisado estrado donde se desarrollaba el juicio )como estas mi dulce amiga refiriéndose a la tortuga ,hey viejo con esas orejas sí que escuchas bien -refiriéndose al conejo –¡oye tú mira, mira, mira!-

El gato llamaba la atención con su cola.

Ardilla – ¿Dónde?

Gato- Más arriba, más arriba sigue mi cola .

Ardilla- ¿Dónde...?

Cuando el gato quito su cola la luz del sol quemo los ojos de la ardilla el gato se burló de ella.

Gato- Jajaja.

El gato siguió caminando y siguió hasta la can.

Gato – ¡Hey viejo! ¿Cómo has estado?

Can-¿qué es lo que quieres Marty?

Gato- Serénate my friend, voy despacio no te aceleres.

Can- ¿Por qué estás aquí?

Gato- Fíjate que curioso, pasaba por aquí y algo llamo mi atención, y tú sabes que si algo me llama la atención lo sigo hasta encontrar el principio de la causa.

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