LA ALIMENTACION EN EL EMBARAZO

        LA ALIMENTACION EN EL EMBARAZO

                        LILIAN:

Siempre les digo a mis pacientes que “Hay que conocer al enemigo para poder vencerlo”; en este caso, es conocer acerca de los alimentos y cómo consumirlos para poder aprovechar sus nutrientes y mantener dentro de lo óptimo, los valores en sangre y el peso corporal; lo que le propongo, es conocer algunas pautas alimentarias saludables recomendadas especialmente para el estado de gestación en el que usted se encuentra.  

Respecto a sus hábitos alimentarios actuales, sólo se harán recomendaciones de cantidades y distribución de los alimentos por tiempos de comida y reforzar la alimentación con aquellos alimentos que por sus nutrientes favorecerán su estado. Los cambios que se haga, que no sólo se den por su estado o para revertir algún diagnóstico clínico, sino que sean de por vida para el control de su peso, glicemia y salud en general; más aun si existen antecedentes familiares de diabetes.

Dichos cambios alimentarios, no son nada traumáticos ni mucho menos, que usted y su familia no puedan adoptarlos, como el consumir mayor cantidad y variedad de verduras y frutas, no pasar por alto el consumo de alimentos saludables en horarios de media mañana y media tarde; que los alimentos tanto del almuerzo como de la cena sean el 50% de verduras frescas y las otras cuartas partes, se distribuyan entre alimentos proteicos (carne, leguminosas, huevo) y alimentos con féculas (fideo, arroz, papa, yuca, maíz) tal como le grafico en el Plan Alimentario (distribución de alimentos en un plato de comida). Las demás recomendaciones y alimentos y sus cantidades las encontrará en el mencionado Plan, el mismo que debe ser su guía de aquí en más. De igual manera, haré algunas recomendaciones nutricionales para que incremente, disminuya o elimine algunos alimentos de su alimentación diaria.

Durante el embarazo, tanto la madre como el feto, necesitan de una cantidad específica de proteínas, vitaminas y minerales que les permitan enfrentar cada etapa de su desarrollo de la mejor manera.

Estos nutrientes se obtienen de los alimentos, por lo que es muy importante llevar una alimentación adecuada, que evite el consumo excesivo de grasas, sal y azúcares (azúcar, alimentos muy dulces, refrescos embotellados, edulcorantes), que sólo aportan kilos extras y disfunciones en ciertos órganos, por exagerar con ellos; por su parte, privilegiar aquellos ricos en fibra, calcio, hierro y ácidos grasos esenciales, entre otros, que fomentan un crecimiento equilibrado.

LO QUE DEBE INCLUIR EN SU ALIMENTACIÓN DIARIA

Toda mujer tiene un rango de necesidades diarias que debe consumir para el buen funcionamiento de su organismo, las que se ven incrementadas durante el período de gestación y de lactancia.

Proteínas: Su función es el buen desarrollo de los tejidos corporales. Se encuentran principalmente en carnes, pescados, pollos, huevos y leguminosas secas (lenteja, frejol, porotos, etc.). Se recomienda no consumir carnes rojas en exceso, porque aporta grasas que no son saludables ni para la madre ni para el feto.

Calorías: Son las encargadas de dar energía a la mamá, para favorecer el crecimiento del bebé, la placenta, el útero y las mamas. La mayor parte de las calorías están en los cereales, el pan, las papas y las leguminosas frescas (habas, arvejas, porotos granados).

Calcio: Constituye un elemento fundamental en el fortalecimiento de los huesos del bebé. El principal aporte de calcio se obtiene a través de los lácteos (leche, queso, yogur) y algunos pescados.

Hierro: Es importante para evitar anemia o el posible riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro o nacimiento de bajo peso. También se encuentra en la carne, yemas de huevo, vegetales verdes, nueces y legumbres.

Líquido: Es esencial para el buen funcionamiento renal y digestivo. La cantidad mínima diaria debe ser alrededor de 2,0 litros. Durante la lactancia, se recomienda aumentar dicho consumo para incrementar la leche materna, el consumo de líquidos incluye leche, sopa o cualquier tipo de bebida natural, evitando las alcohólicas o las preparadas en base a cafeína.

Fibra: Es muy importante el consumo de fibra para evitar o disminuir el estreñimiento. Se encuentra en las leguminosas (porotos, garbanzos, lentejas) y en las frutas y verduras en general. En este punto no hay una cantidad específica para cada etapa, pero se recomienda un consumo abundante.

Ácido Fólico: Evita afecciones en el cerebro y la médula espinal del bebé. Generalmente, el médico le recetará un suplemento con fármacos, aunque es posible encontrarlo en forma natural en el jugo de naranja y cítricos en general, en vegetales de hojas verdes, las leguminosas, el maní, etc.

Ácidos grasos esenciales: Hay ciertas grasas que son vitales para el buen funcionamiento del organismo, y que éste no produce por sus propios medios, por lo que deben ser adquiridas únicamente a través de la alimentación. Los aceites vegetales, las paltas, las aceitunas y algunos productos marinos son necesarios para la correcta formación del tejido cerebral y la visión del bebé.

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